Falible .Jeimax Osorio.

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- Bueno - dice Tuli luego de haber estacionado el auto.

- Amiga ¿Dónde estamos weon? - dice Belén mirando por la ventana mientras bajaba sus gafas - ¿Cómo es que existía esté lugar y no lo sabía?

- Ok - dice Tuli retomando lo que iba ha decir - Es...

- ¡Oh mi Dios! Mira a ese de allá, sus tatuajes son tan...

- DECÍA - la empujó hacia que volviera acá y nos miró a todos - Que por favor disfrutemos este día como amigos que somos - me miró a mí y yo frunci un poco el ceño.

- ¿Ya me puedo bajar... Mamá?

- Betsy...

- Ay ya olvídalo - chile miro a Tuli - No va ha pasar nada, son adultos y entienden - dice y sonrió mirando hacia atrás - Míralos, son tan idénticos - ninguno se los dos dijo nada al respecto - Ahora lo pero que puede pasar es que no baje ahora y no consiga el número de ese papasito - abrió la puerta y bajó con si bolso en mano - Los amó - cerró la puerta y se fué detrás del hombre con tatuajes.

Tomé mi bolso también y abrí la puerta.

- ¿A dónde vas? No he terminado de hablar.

- No haré esperar al papasito de las piñas coladas por escuchar lo que sea que no me interesa - negué, quite mi blusa quedándome con mi bikini de dos piezas y mi shorts - Bye - me coloque mis lentes y cerré la puerta.

Había mucha gente en esta playa, muchos hombres que al pasar no apartaba la mirada de mí y una que otras mujeres mirándome mal.

El día era perfecto para un día de playa, el sol estaba en su mejor esplendor, el mara azul, la música, piel bronceada excluyendo la parte en que al final del día terminaré como un camarón todo está perfecto.

- Hola, una piña colada, por favor - le sonreí al chico que estaba en una barra.

- Enseguida - asintió y comenzó a preparar mi bebida.

Me dispuse a ver la vista de la playa, a decir verdad hacé mucho que no venía a una... de latinoamérica ¿Me explico?

Siempre iba a las de Miami pero no son lo mismo como las de aquí, aquí desde el momento que llegas puedes sentir el ambiente como familiar, así sea que no conoscas a ninguna de las personas se siente así, allá no allá lo único caliente es la arena y de momento se siente incómodo.

- Alfredo, podrías darme otra ronda más - dice un chico muy guapo llegando a mi lado.

- Seguro, aquí tiene señorita - sonrió dejando mi pedido frente a mí.

- Muchísimas gracias. Podrías colócalo a mi cuenta, no será la única que pediré.

Asintió.

- ¿De vacaciones?

- Si.

- Lo imaginé - dice colocando cuatro coronas frente al chico - Una chica linda con mi tú no se ven muy a menudo por acá.

- Gracias - sonreí.

- ¿Cómo te llamas? - pregunto el chico guapo.

- Betsy - lo miré y le sonreí.

- Soy Alex, un gusto - extendió su mano y con gusto la tomé - ¿Viniste sóla o...?

- Oh no, vine con unos amigos pero no sé dónde están.

- Bueno - tomó las cuatro cervezas - Vine con unos amigos por allá señaló a un grupo que estaba a unos cuantos metros - Si quieres mientras vienen tus amigos puedes venir y pasar el rato con nosotros - sonrió.