Capítulo II.- Light.

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El último día del año, un año de mierda, da fin, y Roxy espera que el próximo no sea igual de asqueroso.

El sueño le dejo una sensación de malestar y paranoia, en el trascurso del día tuvo muchos escalofríos. Y cuando Thalía le preguntaba qué pasaba, no sabía que responder cuando ni ella misma creía entender la situación en la cual se encontraba.

"¿Sabes? Si sigues teniendo frío, podemos encender el calefactor. Esos escalofríos que te dan me están empezando a preocupar." Cuando eran minutos cercanos a las 8 de la noche, habló Amelia, viendo cada vez que un escalofrío azotaba a Roxana.

Thalía ya se movía para hacer funcionar la máquina. Aunque se preocupaban por ella, sabía que también empezaba a bajar tanto la temperatura como para que las dueñas del departamento tengan igual de frío.

Roxana empezó a ver a la ventana, la gente ya estaba yendo a la torre para esperar las 4 horas faltantes al frente y ver los fuegos artificiales y demás cosas hermosas para despedir el año.

"En media hora iremos a ver los fuegos artificiales, ¿Te quedarás aquí o vendrás?"

"Me quedaré, tengo un mal presentimiento. Y se ve muy bien los fuegos artificiales de aquí" Rox se sintió paranoica, era como si una persona saltaría sobre ella y la acuchillara si sale del espacio seguro. Que es su departamento.

"Okay cariño, llama a alguna de nosotras por cualquier emergencia que suceda." Amelia besó la frente de la universitaria y agarró su abrigo. Ya quedaban 3 horas y 27 minutos.

Thalia solamente le dio un beso en la mejilla y salió mientras se amarraba su bufanda firme.

Cuando quedaban 1 hora y 53 minutos, Roxana estaba bañada y usando su suéter favorito para el frío. Estaba aburrida, y por un momento se arrepintió de no ir a ver los fuegos con la familia Ross.

Después de mirar al techo otros 15 minutos, se levantó y decidió ir al final a ver los fuegos artificiales. Aún debían pasar taxis para ir, siempre esperan hasta los últimos 30 minutos para ir ellos mismos a ver el gran evento. Agarrando sus llaves, billetera y ropa abrigadora para salir.

La cantidad de vehículos en las calles eran desbordante, la última hora siempre era la más agitada.

Después de 30 minutos en el frío, un taxi paro frente a Rox y dándole la dirección del último y primer evento del año se dirigieron. El Calor del vehículo estaba ayudando a contrarrestar el frío que anteriormente sufrió estando afuera tanto tiempo.

Encendiendo su celular para avisarle a Thalía que iba al final.

Lía /ᐠ。ꞈ。ᐟ\

Oye lía √
Me dirijo al evento al final √
Me arrepentí :( √
La casa está aburrida sola :(( √

Roxy frunció el ceño, los mensajes no le llegaron a Thalía, y cuando intentó mandárselo a la madre de la antes mencionada ocurrió el mismo efecto.

Guardando su teléfono, miro la ventana, la nieve empezó a caer nuevamente.

Había más vehículos que llegaban, algunos a toda velocidad y otros más tranquilos. El auto se resbalaba a cada tanto, las bocinas se oían cada vez más fuertes.

En un momento fugaz, el auto que iba atrás se resbaló y el taxi dónde estaba Roxana giro mientras chocaba cuanto más vehículos.

Ventanas rotas, el metal se doblaba y el auto quedó boca abajo.

El cuerpo del conductor se escuchaba respirar pesadamente con la bolsa, amortiguando su caída.

"¿Oye?, Chica, ¿Estás bien?, ¿Estás consciente?" De Roxana no se escuchaba respuesta, el conductor empezó a preocuparse. "¡Oye, Chica! ¡Responde! ¡Ayuda! ¡¡Ayuda!!"

Roxana sentía su cabeza girar y creía que en cualquier momento explotaría. Sentía sus brazos flácidos y como se mojaba su ropa, sentía la extraña sensación de que su cuerpo se quemaba, lo cual era irónico como sentía calor cuando la nieve la cubría entera.

Su pulso iba bajando lentamente, los labios azules suspiraron y el movimiento de su pecho se volvió nulo.

De un momento todo era oscuro, como el mismo sueño de ese día, se sentía solitario y abandonado. Las suelas de sus zapatos no tenían nada firme en dónde estar y las luces de la estrella siguen igual de tenues, excepto la punta principal. Su brillo era cada vez más intenso.

Mientras flotaba y la luz seguía brillando, Roxana se quedó esperando e intentando pensar como termino allí.

Es obvio que se volvió a dormir. Pero era imposible que tuviera su mismo sueño. Roxana nunca tuvo los mismos sueños, así que nunca los guardaba en su memoria.

Este sueño era diferente. Rox creía recordar cada detalle, cada luz de la estrella y cada sensación que sintió. Cómo cada luz la atrajo, pero que solo la roja quería tener.

La luz roja explotó. Brillos caían como aquello que se transforma en las películas. Roxana cerró los ojos. Hasta que la intensidad de la iluminación se vaya. Cuando bajo la luz, en vez de la estrella de caricatura, se encontraba una figura de una mujer. Su cabello tenía tinte naranja chillón, como si el payaso de un circo, le terminará tirado globos de pintura y no se lo pudiera sacar. Sus ojos eran como la luz de la estrella roja, tan intensos que pensó sentir su piel arder con sólamente mirarlos.

"Roxana Castillo, mi Sunshine."

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