– Ven...acércate y escúchame – dijo la razón al corazón – tu terminarás lo que empezaste justamente ahora, tú bien sabías qué lo que yo decía era verdad, solo que no lo quisiste aceptar por tú infinita terquedad, ahora miranos...acabados y heridos, tu por continuar con una falsa ilusión dé amor y yo, por no detenerte a tiempo por una absurda esperanza de un "tal vez" tal vez ella seria diferente, tal vez yo no lo arruine está ves, tal vez, tal vez, siempre era un tal vez...no era algo seguro pero fuí un idiota que simplemente pensó que no caería como Ícaro al intentar acercarse demasiado al sol, aún cuando toda su vida lo había visto desde la seguridad de la oscuridad, sencillamente fue demasiado deslumbrante. –
– Tal vez sea una mala fase por la que pasemos – decía torpemente él inocente corazón, que lleno de heridas, él aún creía en una oportunidad para continuar lo que ya acabó, – Cállate – le rogó la razón en un estado moribundo – sólo cállate, no digas más, no veas un arcoiris en un día nublado... tú estúpida decisión dé creer en tú absurdo amor de cuento dé hadas, acabo en él peor final posible – él corazón, cuál niño triste le miro y le hizo una simple pregunta – ¿Por qué él peor? – Con la risa más lamentable respondió la razón con la poca vida que le quedaba – Porque terminamos cómo él villano de la historia – fue la respuesta final antes de que el sonido del viento golpeando su rostro fuera música para sus oídos mientras caía nuevamente en la oscuridad dejandolo que lo consumiera pero ahora seria pará toda la eternidad.