BLANCO Y NEGRO - CACHÉ

Capítulo 77

Pov Poche

Quería que Calle entendiera que lo que había hecho estuvo mal, y yo empezaba a creer que estaba haciendo una tormenta en un vaso de agua sin haber necesidad, mi celular vibro y era un mensaje de Calle, sabía que ignorarla eso le dolería mucho a ella, y de paso a mí también, pero no quise responder su mensaje.

Me puse ropa cómoda y me fui a dormir... Desperté por culpa del sol que reflejaba en mi cara, sentí que no había dormido mucho, miré la hora y ya era medio día, abrí los ojos como plato y me metí a la ducha.

(...)

Hoy quería hablar tranquilamente con Calle y hacerle entender, que no podía estar jugando con su vida, así de esa manera, le llame varias veces a su móvil y no respondió, entonces le deje un mensaje.

Llegue y Calle ya estaba en el lugar al cual la había citado, se encontraba de espaldas y se veía muy tentadora con su espalda descubierta, y lo tengo que reconocer hoy se veía hermosa y radiante, quería abalanzarme sobre ella y besarla, pero no lo hice, y guarde mi compostura.

Ella al notar mi presencia, me sonrió de una manera muy provocadora, me senté y no dejaba de observarme me estaba poniendo nerviosa, su mirada era seria, pero con cierta lujuria a la vez, solo se me ocurrió decirle, ¡hola! como si fuésemos extrañas, me respondió de la misma manera y se sintió raro, respiro hondo y dijo muero de hambre.

Ambas coincidimos en pedir ramen, por primera vez comimos en silencio, aunque por momentos se nos escapaba alguna que otra risita tonta, parecimos un par de adolescentes.

Pov Calle

Entendí que María José, quería jugar haciéndose la victima así que entre en su juego, por primera vez quise divertirme un poco después de este trago amargo, soy consciente que lo que hice estuvo mal, pero tampoco es para tanto, sabía que esta vez Poche sería un hueso duro de roer.

No quiero perderla, pero esta vez teníamos que hablar muy seriamente acerca de nuestra relación, me la pase toda la noche pensando en cómo solucionar mi conflicto con María José, así que reserve una suite y pedí que la decoraran con muchas flores quería tener un momento muy especial con ella y esperaba que ella aceptara ser mi esposa.

Tan pronto amaneció llame a Pau para que me acompañara a DENIZSE una de mis joyerías favoritas en Madrid, Pau se emocionó mucho y me pregunto que si le iba a pedir matrimonio a Poche le dije que sí, y que necesitaba comprar el anillo de compromiso más hermoso que existiera en la tienda.

Ella se emocionó mucho y me dijo que en una hora llegaba a mi piso, le dije que acá la esperaba, por suerte no tenía que pedir cita para visitar la joyería ya que soy una cliente frecuente.

Me asustaba un poco la reacción que fuera a tener Poche, porque no sabía si aún seguía enojada conmigo.

(...)

Iba en el auto con Pau y mi celular sonaba insistentemente mire y era Poche, no le conteste ya que había decidido entrar en su juego, luego recibí un mensaje donde me citaba a almorzar al restaurante MONTES DE GALICIA y me envió la dirección, sonreí y Paula empezó a molestar ella disfrutaba ver que Poche me tenía locamente enamorada.

Esperaba encontrar con rapidez el anillo de compromiso que le quería dar a Poche, y no llegar tarde a mi cita con ella, por suerte había gran variedad de anillos y eso me emociono mucho, también aproveche para mirar de una vez los anillos para nuestra boda, sentía que me estaba apresurando ya que no sabía si ella me iba aceptar el anillo que le había comprado.

Así que le pregunte a Pau si estaba bien lo que yo estaba haciendo, y le dije que tenía incertidumbre de saber si Poche quería lo mismo que yo... oye Dani no te tortures con eso, yo sé que Poche al ver que tú le propones matrimonio se le va el enojo para la luna, ¡ayy! quisiera pensar igual que tú.

(...)

Me despedí de Pau y le pedí a Santiago que me llevara al restaurante donde me cito María José, pedí un agua con gas mientras ella llegaba, me saque el abrigo y lo puse en el respaldar del asiento y me puse cómoda.

Poche me saludo con un simple ¡hola!, pensé entre mí, ¿Qué putas le pasa? así que le respondí lo mismo, para continuar con su jueguito, era algo que ya me estaba cabreando.

Pero no quería arruinar mi día ni, en plan que yo traía entre manos, así que seguí imitando su actitud, pedimos el almuerzo y comimos en total silencio, aunque a veces la miraba y nos reíamos.

(...)

Después de terminar el almuerzo, tuvimos una charla muy seria sobre lo nuestro, me dijo que estaba muy molesta por el hecho de no valorar mi vida y creer que el tema del alcohol es un juego, le dije que entendía su molestia pero que no era para tanto y que de verdad no me estaba gustando su actitud se lo dije de una manera muy seca y en ese momento ella dejo de hablar.

Y aproveche para decirle que ella en parte tenía razón, que yo la entendía y que me iba a poner en tratamiento, y lo único que me importaba era estar feliz y seguir compartiendo mis días al lado de ella.

Se le dibujo una sonrisa en su rostro y me dio un delicioso beso, y yo con gusto le devore la boca, nos separamos y ya no había expresión de enojo en su rostro, me encantaba ver a María José así sonriente, así que aproveche para decirle que le tenía una sorpresa, pero debía ser paciente.

Por un momento se me olvido que yo tenia el estuche del anillo dentro del abrigo y Poche me dijo que tenia frio, así que cuando se lo fui a poner entre en pánico no supe que hacer, ella me miro sorprendida y sonriendo me dijo ¿Qué te pasa?

La única excusa que tuve fue decirle que iba al baño, ella asintió con la cabeza, tenia que idear una manera para que el estuche no se me notara en el bolsillo de mi pantalón, así que debí meter mi mano sutilmente en él y regresar a la mesa, le puse el abrigo a Poche y continúe como si no hubiese pasado nada.

¿Qué tramas Daniela Calle? No se de que hablas me hice la desentendida y le di un sutil beso, pedimos la cuenta y mientras ella pagaba recibí una llamada donde me indicaban que todo ya estaba listo.

                 Continuará...