Colapso... [TODODEKU]

El Juicio

La ira y el deseo de matar a ese hombre era cada vez mayor, solo le miraba con asco su maldita cara de cordero degollado, intentaba quedar bien con todos... Pero él sabía la verdad, sus compañeros sabían la verdad, los doctores lo sabían y los hermanos del joven lo sabían... Si no fuera por sus compañeros de trabajo él ya se habría lanzado a matarlo y es que eso y más se merecía... Era imperdonable lo que hizo.

— Se inicia el juicio de Todoroki Enji, mejor conocido como Endeavor — el juez azotó el martillo contra la mesa, iniciando así la sección —. La presente demanda es debido a negligencia, abuso infantil y abuso de su poder como héroe, por favor el demandante, señor Aizawa, por qué exactamente esta demandando con estos crímenes a Endeavor.

— Su señoría, hace ya una semana y tres días, encontré a mi alumno, en su habitación, intentando cometer suicidio — comenzó a relatar los hechos el profesor, ante las atenta miradas de las autoridades, compañeros y testigos.

— ¿Qué llevó al niño a cometer ese acto?

— Los diversos abusos que su padre ejercía sobre él, dichos abusos son: físicos, psicológicos, emocionales y sexuales

Inevitablemente todos contuvieron el aliento cuando el maestro dijo la última palabra, el hombre de barba de unos días miro de reojo al héroe de llamas, este hizo una imperceptible mueca de desagrado e incredulidad, en su mente decía: "él sabe... y sabe que yo sé que sabe".

— ¡Objeción! ¡En donde están las pruebas! — exclamó rápidamente el abogado del héroe.

— En los archivos médicos del joven aparecen las diversas pruebas, los detectives y doctores revisaron las fotos, revisaron los análisis — defendió el abogado del menor.

— La objeción es denegada, por tiene razón... Aquí están las pruebas... Ahora quiero saber... ¿Qué le llevó a usted, Endeavor, a cometer estos actos?

El abogado de Enji le dio una seña al pelirrojo, este se paro intimidando a todos con su semblante y porte, la verdad es que había que tener agallas para hablar con ese hombre, porque con solo verle el rostro podía hacer temblar a cualquiera... Pero había alguien allí que tenía las suficientes agallas como para ir directamente hacía él y estamparle un buen golpe en el rostro.

— La verdad es que yo solo le entrenaba, eran golpes ligeros que había recibido por accidente, la verdad es que no hay pruebas concretas de que yo fui el que le hizo eso a mi hijo, no sería capaz, además soy el héroe número uno actualmente, ¿cómo se les ocurre que puedo hacer eso?

— ¡Objeción! — reclamó el abogado de Shouto.

— ¿Cuál es su objeción?

— Las pruebas, hay muchas pruebas, incluso me atreveré a llamar a los testigos que vinieron el día de hoy.

— Proceda.

— Llamó al estrado a mi primer testigo, Todoroki Natsuo.

El joven albino se paró de su asiento, con cada pasó que daba su ansiedad acrecentaba más y más, un vez que se situó en el lugar pudo ver muchos ojos viéndolo, pero ninguno de ellos le veía con odio, mas que que esos... Los de su padre, él parecía que le estaba estrangulando con la mirada para hacerlo callar. Sin embargo, Natsuo había tomado la decisión de no callar más.

— ¿Jura decir la verdad y nada más que la verdad?

— Lo juro — respondió seguro.

— Joven Natsuo, ¿es cierto que usted abandonó su casa a los dieciocho años de edad? — aquello había dejado confundido a todos, más al chico que estaba siendo interrogado, ¿qué demonios tenía que ver eso?