Disonancia | Shinichiro x Akane

Disonancia

Disonancia.
ShiniAkane.
Semi-AU + OoC.
Short-fic.

N/A: AU donde ambos están vivos.

Es difícil escribir en estos tiempos, pero he traído este OS un poco largo, estuve tratando de no hacer un Shinichiro muy soft (como en mis otros escritos) pero creo que fallé jaja.

Pero bueno lo intenté y creo que no es tan soft como en los anteriores... creo.

.

.

.

—Por favor, ya no te acerques a mi hermano.

Akane le miró seria, sus verdosos ojos destellaban una amenaza escondida entre palabras amables. A su lado su hermano se llevó una mano al rostro, tratando de esconder la vergüenza inminente de que su hermana mayor lo siguiera tratando como un niño a pesar de tener catorce recién cumplidos.

—Akane déjame en paz —pidió molesto, alejándose un par de pasos de ella— Ya no soy un niño. Puedo ser amigo de quien yo quiera.

—¿Incluyendo de un pandillero? Seishu, ellos son mala influencia. En toda la semana han sido 3 las ocasiones que has llegado a casa con moretones ¿Crees que puedes seguir engañando a nuestros padres?

—Disculpa, no nos hemos presentado —el chico frente a ella era más alto, de cabellos oscuros posiblemente al igual que sus intenciones. Su apariencia no era impresionante, ropas sencillas y manchadas de aceite de motor.

—Y no hace falta —asegura— Ya lo sé. Sano Shinichiro.

—Me siento halagado de que una señorita tan linda sepa mi nombre —le sonríe, mientras lleva una mano detrás de su cabeza. Cuando se trataban de chicas Shinichiro podía volverse un poco más blando de lo normal.

—Y no sólo tu nombre, también que eres un pandillero, líder de los Black Dragons —Akane no quitaba su expresión seria, ella le apuntó con un dedo— Debería darte vergüenza, influenciar a niños para que busquen una vida de problemas como pandilleros.

Seishu tenía las mejillas rojas de vergüenza. Tomó la mano de Akane y a tirones la sacó del establecimiento de S.S Motors, alejándose un par de metros del local antes de que pudiese dejarlo más en vergüenza.

—¡¿Podrías irte ya!?

—Sí. Pero tú vienes conmigo —Akane le tomó la mano pero Seishu puso resistencia— ¡No estoy de humor Seishu! He faltado a clases en la universidad para seguirte hasta aquí y evitar que sigas metiéndote en problemas.

—¡No estoy metiéndome en problemas!

—Dile eso a mamá. Los vecinos hablan sobre ti.

Ambos hermanos guardaron silencio, sentían el aire entre ellos tan tenso que podría cortarse con una navaja. Seishu bajó la mirada y suspiró sonoramente. Amaba a su hermana, ella era muy amable con él, quizás esperaba demasiado de él.  Y él, tan sólo quería ir a su ritmo, vivir su vida con adrelina siguiendo el ejemplo de la persona que admiraba.

—Hablemos sobre esto en casa, me quedaré —le dice, esperando que ella no siga insistiendo.

—Pero... —ella se encuentra desconcertada ante la actitud de Seishu. Si bien no era el más caballeroso o el más amable con ella, jamás se había puesto tan a la defensiva por alguien.