Desde las sombras

Capitulo 7

Al llegar a la playa me deje caer, mis piernas dolían por estar tanto tiempo nadando por los dos. Aaron cayó a mi lado respirando con dificultad, como si el hubiera nadado, era un Bastardo.

—Usted no debería estar así, no hizo nada—Tome aire con dificultad.

—¿Usted?— Dijo, dejando el aire salir con dramatismo— Blum, hice mas de lo que te imaginas, mientras nadabas observaba que tus esposas no se zafaran.

—Usted no hace nada, creo que colocaron al peor para esta misión.

—Deja ese "Usted" y camina mejor, debemos entrar antes de que den las ocho de la noche.

—El "Usted" siempre lo uso cuando esto enojada, así que déjeme tranquila— medite las palabras que había dicho antes Aaron—¿Por qué? ¿los monstruos de este plano saldrán a comer?—Dije con sarcasmo, riéndome de lo que habia dicho.

—Pues estas en todo lo correcto— Dijo, levantándose de la arena y a su vez halando mis manos.

Mi risa se detuvo al instante y le di una mirada de "¿En serio, no te creo nada?"

—Los empitoyables salen a partir de las ocho y ellos no tienen piedad de nadie, la oscuridad es su rey, su dirigente. El rey marthyk es el que gobierna la oscuridad, es otro plano..—Se detuvo— Se supone que esta información no te la puedo estar dando.

Tiro de mis manos haciendo que las esposas se apretaran a mi piel.

—Idiota, me estas haciendo daño—Entre cerré los ojos.

—¿Eres de cristal o algo?, no aguantas ni que te respiren cerca— Aaron movió la cabeza en desaprobación

—No, no lo soy pero si soy humana y con carne, la cual la esta apretando estas estúpidas esposas innecesarias

—Si son necesarias, si te vas a pasar robando mi cuchillo podrías arruinar esta misión— Aaron tiro de mi brazo hacía delante para empezar a caminar.

—Camina— Me dijo, colocándose de nuevo la máscara y con ello su voz de robot se activó.

Aaron me dirigió al Castillo que teníamos en frente, era más hermoso y enorme. Todas las luces estaban prendidas, la luz ya era opaca y la luna iluminada el cielo. El bosque en el que nos encontrábamos se sentía.... vivo, con energía, cada paso que daba mi cuerpo se erizaba, sentía como una corriente de aire viajaba desde la planta de los pies hasta el último cabello

—¿Lo sientes verdad? — Volteó su cara hacia mi.

Mire a Aaron de soslayo y solo asentí.

—El bosque de las almas. Está literalmente vivo, pasan sus emociones y sentimientos por las tierras húmedas y sus vientos, sus almas nos llaman...

—Suena como un cuento para hacer dormir a los niños— volteé los ojos

Alzó los hombro y volteó su cabeza de nuevo.

—Solo... no dejes que entren a tus pensamientos, pueden acomodarlos a su modo o si tu se los pides ellos lo pueden hacer.— Lo dijo con un tono de decepción.

— ¿Por qué haría que me arreglaran los pensamientos?, no creo que haya gente que se deje modificar esa parte tan importante.

—Créeme, hay gente que si lo hace— Alzó los hombros y me dio una mirada rápida—. Creo que lo hacen para soporta la realidad o olvidar algo o alguien.

—Tiene sentido.

En el recorrido faltante mis pensamientos estaban en muchas partes, desde el bosque hasta lo ultimo que dijo Aaron. Él por otra parte volvió a su silencio, una que otra vez miraba lado a lado, la luna estaba despejada y Aaron cada vez se ponía mas rígido.