🪶PARTE II: Los grigori🪶

164 35 0
                                    

🪶CAPÍTULO 26🪶

En medio de una habitación, de un abandonado hotel, un hombre se encontraba afilando una daga, siendo acompañado con la escasa luz de la luna que se escabullía entre las cortinas de la ventana. Mientras la dulce melodía de Moonlight Sonata inundaba la habitación.

De nuevo, su cuerpo sintió esa vibración, por lo que levanto la mirada de la daga y contemplo la figura frente a él.

—Parece que me encontraste antes de que ellos, ¿debería alegrarme por eso? —preguntó.

—También me alegra verte, Semyazza —dijo la naturaleza.

—Lamento no poder decir lo mismo, Azael.

—Ahora me conocen como la naturaleza —informo.

La mirada de Semyazza lo recorrió de pies a cabeza.

—Uhm, así que si te funciono ir a rogarle a padre su perdón.

—Funciono mejor que esconderme por siglos en las sombras como un cobarde.

Semyazza, asintió, y continúo afilando la daga.

—No me arrepiento de nada de lo que hice.

—Claro que lo haces —una pequeña sonrisa curva los labios de Semyazza.

—Al parecer no me conoces hermano.

La naturaleza da un paso a él.

—Nadie quiere vivir por siempre en penumbras Semyazza, desterrado del tercer cielo y el infierno.

—Los valientes aceptamos nuestro castigo y vivimos bajo el mismo, los cobardes como tú —lo señala con la daga— corren en busca del perdón —expone.

Se pone de pie, y avanza hacia él.

—Ahora dime, ¿También has venido a pedirme que me una a ti? —pregunta—. Sí es así, lamento decirte que, desde hace un siglo, cuando empezó esta revolución, decidí no unirme a ningún lado, se lo deje claro a Samael, ahora te lo dejo claro a ti y padre.

—¿Samael vino a buscarte? —se mostró confundido.

—Al parecer los arcángeles se han vuelto algo inútiles, ya que solo ustedes han logrado encontrarme.

—¿Qué fue lo que te dijo Samael?

—Porque tendría que decírtelo, sí te has vuelto su enemigo, y créeme cuando te digo que está ansioso por destruirte, y no dudo que logre, al igual que este mundo.

—Realmente no tienes idea de lo que necesita para cumplir su objetivo, ¿no?, cuál es su arma secreta.

—Tampoco me interesa, por mí, que se destruyan ambos mundos sin dejar rastro de su existencia —expone, avanzando a la puerta—. Ahora largo —abre la puerta.

—Así que ha dejado de importante tu familia Semyazza —menciona.

—Ni tú y el son mi familia, quedo muy claro después de la caída.

—Todos nos equivocamos Semyazza, le fallamos a padre y a nosotros mismos —menciona— pero quien cometió el peor de error fuiste tú, por eso debes remediarlo, porque es por ti, que ahora existe este caos.

—¿Por mí? —dice divertido— no crees que me estás dando mucho crédito por amar a Flor.

—No por amar a Flor y procrear con ella, sino por haberme dado a Azul el secreto de la reencarnación, ese hechizo que jamás debió ser creado o revelado, uno que incluso padre se encargó de eliminar de cualquier libro luego de que fue creado por una bruja de este mundo, pero no de la memoria de aquellos que fueron enviados a llevar a cabo la misión y tuvieron la oportunidad de leerlo —da pasos a Semyazza—. Si no fuera por ti, Azul no hubiera regresado a este mundo y Samael, jamás hubiera obtenido el arma para destruir el mundo y entrar el paraíso.

—¿De qué demonios estás hablando?

—Lo que digo, es que Azul volvió, y ahora responde por el nombre de Calix, y no regreso sola, sino con la luz de luzbel, aquella que padre te encomendó cuidar, aun después de volverte caído —Semyazza se tensó—. Sí, Semyazza, regresaste a la tierra, la llave para abrir las puertas del paraíso, esa luz que te puede guiar a él.

—Eso es imposible, él no la puede tocar, ninguno de nosotros puede.

—Claro que puede hacerlo, si tienes títeres que se encarguen de llevar a cabo todo su plan, mientras él se encuentra oculto entre las sombras —menciona—. Y ahora la tiene en sus manos, y no descansará hasta obtenerla, y desatar la segunda rebelión contra padre, aunque eso signifique asesinar a tu hija.

Al ver que el ángel no dice nada, la naturaleza atraviesa la puerta.

—Dices que es de valientes aceptar nuestros castigos, espero que también lo sea aceptar nuestros errores y buscar una solución, en vez de esconderse en las sombras —comenta—. Si realmente eres valiente, y aunque guardas cariño por quienes fueron alguna vez tu familia, te espero en la ciudad de luz —dicho eso, avanzo por el pasillo, desapareciendo en medio de su recorrido.

NOTA DE AUTOR:

Hola brujill@s, hemos llegado a la mitad de la novela, a la parte que da la explicación de la verdadera razón por la que Calix era perseguida y todos desconocían, a excepción de la naturaleza, el verdadero villano que se ocultó durante este tiempo en las sombras, mientras miraba a sus títeres actuar, los cuales engaño al igual que al mundo entero, incluso a los arcángeles. 


Mi Secreto: Entre Luz y Tinieblas. (Libro III) ⭐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora