Caricias de Primavera 🌸 SANGCHENG

En el muelle donde nos conocimos

La gente es incapaz de callarse, incluso cuando el amanecer hace acto de presencia son ruidosos.

Hay, a lo lejos, música alta que flota en todas las direcciones que la brisa playera desea.

Los chillidos hormonales de todos esos adolescentes escapados de casa se alzan como briznas húmedas hacia el cielo.

Y a Nie HuaiSang le hace un poco de gracia el entorno, pero no es lo peor con lo que ha lidiado.

La arena se pega incómodamente a los cuerpos húmedos por esos chapuzones esporádicos y hace que algunos se quejen por la sensación cuando se meten a bailar en la pista. Aparentemente, bañarse es una buena decisión, una que les hace creer que es una sensación de otro mundo. Nie HuaiSang ve un poco más allá, donde las olas se rompen contra la arena negruzca, donde las algas se enredan en los troncos estacionados por alguna fuerte tormenta o por la marea sucia en general.

Todo lo que puede oler es la brisa marina. Se puede oír el relajante sonido ondulado de las olas golpeándose entre ellas; de las risas y las conversaciones más allá del entendimiento.

Si Nie HuaiSang mirara un poco más lejos, hacia la luminiscencia del sol, encontraría ese mágico brillo sobre el agua. Como vidrio pulverizado, esplendoroso y fuera de este mundo. Los terrenos aislados y las barcas madrugadoras sueltan sus redes, saludando el amanecer. Hay gente más lejos del muelle, ajenos a su mundo fiestero. Hay familias montando tiendas de acampar, recién llegados. Otros parecen haber pasado la noche allí, saliendo con cámaras para capturar la belleza natural del sol abriéndose paso en el mundo.

Una mezcla de sensaciones tanto primaverales como veraniegas. Especialmente para Nie HuaiSang, que siente sus recuerdos reverberar con emoción en el fondo de su corazón.

La fiesta se desarrolla detrás de él sin perturbaciones.

Puede sentir cómo ese puñado de personas piensa que el sol navega nuevamente hacia ellos; con las nubes arremolinándose en un suave blanco, creando figuras fuera de este mundo; con las burbujeantes bebidas en la barra y la música a todo volumen.

Definitivamente una fiesta en la playa.

Nie HuaiSang no estaba preparado, en un principio, para pasar las vacaciones en este lugar. Había sucedido demasiado rápido, había actuado demasiado inconsciente, como para darse cuenta de sus decisiones.

Después de la trágica muerte de su hermano, HuaiSang se hizo cargo por obligación del negocio que la familia venía cultivando desde hace varias generaciones. Eso fue aproximadamente hace cinco años. Y no había tenido una oportunidad real desde entonces. Ni un momento para relajarse. Incluso después de desenmascarar todos los secretos y los verdaderos rostros de la familia Jin y sus secuaces, incluso cuando el asesino de su hermano está pagando por todo lo que hizo, HuaiSang no puede mantenerse quieto.

Ha tomado como una especie de energizante la venganza que se cocinó a fuego lento en su corazón, luchando contra su superyó moralista y ético para moverse entre los hilos letales de Jin GuangShan y Jin GuangYao. No es de extrañar que su hogar se haya convertido en un estrecho amasijo de mentiras y estrategias que cambiaban paulatinamente con cada situación existente. De todos modos, Nie HuaiSang nunca fue fan de los esquivos, a pesar de hacerse el desentendido la mayor parte del tiempo; sólo creció demasiado rápido, sin avisos o justificaciones.

Todavía recuerda cuando su hermano lo perseguía para que hiciera sus deberes.

Ahora es el CEO de Qinghe Nie Corp., la nueva imagen de la ganadería industrializada moderna de producción. Fue un largo recorrido, aunque no haya obtenido la satisfacción suficiente cuando reveló todo, pero largo, a fin de cuentas.