Kim Younghoon, jefe de la compañía de su padre luego de la muerte del mismo terminó tomando el control. Kim mayor era una persona muy organizada y sus hijos eran iguales... o lo intentaban. Cuando Younghoon asumió el liderazgo de la compañía, los números bajaron bastante pues el menor insistía en que él podía hacerse cargo de todo el solo.
Su madre cansada de ver como su hijo llevaba a la ruina en pocos meses a la empresa que su difunto marido llevó al éxito con tantos años de trabajo, decidió intervenir y contratarle una secretaria, la cual duró poco más de 15 minutos con empleo pues Younghoon la despidió y le dijo que no le dijera nada a su madre.
Así fueron los próximos 3 meses, hasta que Younghoon cansado de las actitudes de su madre, decidiera que la próxima secretaria que entrara por esa puerta se quedaría, así le daba el gusto a su anciana madre. Grande fue su sorpresa cuando en los próximos días no llegó ninguna secretaria más.
No fue hasta unos 10 días después que un apurado chico se presentó en la recepción diciendo ser el asistente de Younghoon, a lo que las recepcionistas se rieron pero lo dejaron entrar a pesar de su desalineado aspecto. Cuando el menor subió a ver a Kim, se sintió pequeño.
H-Hola... Soy s-su nuevo secretario... L-Lamento la tardanza... había entendido mal la fecha de comienzo en el puesto y... -Calló cuando no notó respuesta alguna por parte del mayor delante de él. Bajó su cabeza y juntó sus manitos abrazando de cierta forma su mochila. -¿S-Señor? -Preguntó asustado y al no notar respuesta se adelantó un poco y pudo ver al mayor desmayado en su lugar con una botella... bueno varias botellas de soju al lado.
Suspiró y dejó su mochila a un lado y comenzó a limpiar el desastre que el mayor había hecho. Cuando terminó, organizó un poco su escritorio y luego lo despertó con suavidad.- Siento despertarlo señor, m-me presento. -Dijo tragando grueso. -Soy Kim Sunwoo, me contrataron como su asistente.
Younghoon lo miró alzando una ceja y carraspeó la garganta. Al final su madre no se había rendido, solo le había dado un respiro. Iba a decirle lo mismo que al resto de chicas, pero recordó lo que se prometió la semana anterior y rodó los ojos. Miró a su alrededor y luego fijó su vista en el chico, se veía bastante joven y por su aspecto desalineado podía pensar que no tenía más de 18 o 19 años. -Un gusto, Sunwoo. Soy Kim Younghoon, aunque supongo que ya sabías eso. -Sonrió y volvió a escanear su entorno.- ¿Tu ordenaste todo esto?
-El menor asintió. -No me parecía bien si alguien entraba que viera quince botellas de soju, el escritorio y despacho hechos un desastre y al CEO durmiendo... Entonces me tomé el atrevimiento de ordenar y limpiar el lugar antes de despertarlo. -Sonrió.- Tiene una junta a las 11am y ya son las 10:45, ¿Quiere que le consiga un café antes de su reunión así está bien despierto? -Comentó acomodándose sus shorts y su camisa. Sí, shorts y camisa, acompañados de un saco, medias hasta la mitad de la pierna y zapatos, si no fuera por los shorts estaría perfectamente vestido... pero odia los pantalones largos.
-Está bien, tráeme un café doble con azúcar... te quiero aquí en 5 minutos o no llegaremos a la junta. -El menor se atragantó cuando escuchó el llegaremos, ¿él también debía entrar a la junta? -Por cierto, en tu presentación no dijiste tu edad. -Sunwoo asintió y le contestó que tenía 18 años.- ¿18 años? Eres muy joven aún, se notaba. Yo tengo 26 años, supongo que lo sabías, hay varios artículos sobre mi y en todos lo mencionan.
-Lamento decirle, señor, que no sabía casi nada sobre usted, mi amigo me anotó en la entrevista sin que yo se lo pidiera y por alguna razón terminé quedando para el puesto. No sé mucho más que su nombre y que es el jefe debido al fallecimiento de su padre, que por cierto, mis condolencias.
Younghoon se quedó atónito, ¿alguien que no sabía casi nada de él estaba trabajando para él? Soltó una risa nasal y asintió. -Ve por el café o llegaremos tarde. -Sunwoo volvió a asentir y salió a paso apurado del despacho de su nuevo jefe hacia la cafetería más cercana y pidió el café que su jefe ordenó. Cuando lo tenía, regresó rápido y se lo entregó. Le quedaban 7 minutos para que el mayor lo tomara y la gente de la junta llegara.
Kim le comentó que los que vendrían eran unos inversionistas y que con eso intentarían sacar a flote a la compañía, que por favor evitara hablar o hacerlo quedar en ridículo pues el más mínimo error podría arruinar el trato. Eso asustó bastante a Sunwoo pues suele ser alguien muy torpe que se ríe de cualquier cosa en el momento menos oportuno.
En el momento de la entrevista, Sunwoo prefirió quedarse mirando al suelo y hacer oídos sordos a la conversación a menos que lo nombraran, no quería soltar alguna tontería y quedarse sin empleo. La verdad el dinero le servía y no iba a admitirlo en voz alta pero su jefe le parecía demasiado atractivo. Se sentía como una de esas secretarias que se acuestan con el jefe, solo que él tenía la moral un poco más alta y no se acostaría con el jefe... ¿verdad?
Sacudió su cabeza quitando esos pensamientos de la misma cuando escuchó su nombre, se acercó a su jefe quien le pedía que fuera a por unos papeles que las recepcionistas tenían para él. Sin esperar más, bajó a paso rápido hacia la recepción a recibir la dichosa documentación, claro que esta vez no había corrido pues Younghoon ya lo había reprendido por correr antes.
Volvió a paso rápido a la oficina y tocó la puerta antes de entrar. Una vez dentro, le entregó la documentación al mayor y volvió a su posición de antes para volver a evitar sus comentario y risas inoportunas que podían arruinar el trato al cual notó que su jefe estaba a punto de llegar. También evitaba llevar la punta de su corbata a su boca como solía hacer por aburrimiento.
Cuando la reunión finalizó y los inversionistas se fueron, Younghoon comenzó a festejar. Se notaba que aún tenía un poco de alcohol en sangre pues corrió a abrazar al menor, el cual se quedó petrificado. ¿Por qué mierda su jefe lo estaba abrazando? ¿Acaso eso era normal? Negó con la cabeza y salió de sus pensamientos al escuchar la voz de Younghoon.
Sunwoo, prepárate, tenemos un viaje hacia Tokio en unas horas, firmamos con los inversionistas pero tenemos que ir a manejar unas cosas en la sucursal japonesa. -¿Sucursal japonesa? ¿Viaje? ¿Qué estaba pasando? El menor estaba abrumado pero asintió a lo dicho por su superior. -Deberías ponerte un pantalón de traje... no puedes ir con un short. Te lo permito si estamos aquí, pero allí en Japón no puedo permitirlo.
El menor protestó en voz baja y le comentó que no tenía pues no los usaba desde que tenía unos 12 años. A lo cual es mayor respondió tomando su teléfono y llamando a un sastre el cual 5 minutos después estaba allí tomando medidas hasta de su trasero para hacerle un pantalón a medida.
¿Acaso esto era normal en este mundo de ricos? Sunwoo siempre fue un chico de barrio, vivía sin muchos lujos, o sin ninguno mejor dicho. Le envió un mensaje a su madre y le avisó del viaje a Japón logrando que la mayor se espantara y él tuviera que marcarle para dejarla tranquila.
Tres horas después estaban en la azotea del edificio donde se encontraban antes, a punto de subir a un helicóptero que los llevaría al aeropuerto donde encontrarían el avión privado que los llevaría a Japón. Sunwoo no dejaba de mirar con asombro todo, pues él jamás se imaginó o vivió algo como esto. Es la primera vez que estaba tan alto, usualmente viajaba en metro o en bus, ¿pero en un avión o helicóptero? Es algo que ciertamente no se esperaba vivir a sus 18 años.
Durante el camino ninguno de los dos emitió un solo sonido, Sunwoo se dedicó a organizar bien la agenda de su jefe en la tablet que le entregaron y el jefe... se dedicó a dormir.
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Mi secretario - Bbangsun
FanfictionDonde Kim Younghoon es el jefe de una importante empresa y Kim Sunwoo es su asistente inexperto en todo sentido de la palabra.