𝟲𝟱

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Jennie y Lisa fueron a la casa de la surcoreana. Lisa extrañaba quedarse ahí a dormir.

—Lisa, ¿Deberíamos ver una película?— preguntó sonriente.— Tengo Netflix, no te imaginas cuánto ahorré para pagar esa mierda...— entrecerró los ojos mientras veía la televisión apagada.

La contraria asintió y se sentó. La castaña la imitó y se recostó leve en la mayor. La de pecas la abrazó por la cintura y empezaron a elegir algo que ver.

—¿Esa la has visto? Siempre quise verla.— apuntó la más alta.

La menor asintió, y rápidamente pulsó para ver la película que seleccionó su novia.

En realidad no le llamaba la atención, pensaba que iba a ser aburrida y no quería verla. Pero si Manoban quería verla, no importaba lo demás, ella la vería con ella por más terrible que sea hacerlo.

(...)

Iban a la mitad, no era tan mala como parecía a simple vista. Pero Jennie moría de sueño, no había dormido bien por razones obvias.

Empezaba a cabecear, cerraba sus ojos y dormía, pero se despertaba en un instante.

Hasta que de repente no aguanto y se dejó caer en la hermosa tentación de cerrar los ojos y descansar. Pero se durmió.

—Los créditos son bonitos, la letra es elegante.— opinó la mayor y miró los ojos de la contraria cerrados.

Sonrió un poco, apagó la televisión y suspiró. Observó cada detalle del rostro de la contraria, acarició su mejilla y besó su cabeza.

Así que no la despertó, la recostó junto a ella en el sofá, y la tapó con una manta.

Y las dos durmieron plácidamente.

Pero Lisa tenía constantes pesadillas sobre Haneul.

Parece que nunca iba a poder dormir bien, horas después sonó una notificación.

La de pecas abrió los ojos molesta, ¿Quién jode a esta hora?

Levantó su celular y apenas vió lo que había en bandeja de entrada comenzó a gritar.

—¡JENNIE! ¡KIM! ¡KIM!, ¡KIM!, ¡KIM!

La mencionada abrió sus ojos también, un poco aturdida sin entender absolutamente nada.

—mmnnjjj...¿Qué pasa Lisa?...— preguntó confundida, la pobre aún no se despertaba.

—JODER LA GANÉ, JENNIE GANÉ.

¿Qué ganó? En la mente de la menor aún habían maripositas diciendo "Gané", y de repente estas empezaban a moverla bruscamente.

Pero esa era Lisa intentando despertarla bien.

—¡Despierta!

Abrió los ojos de nuevo y se encontró a su novia chillando y saltando por todas partes.

—¿Qué ganaste?...

—¡LA LOTERÍA!— Gritó emocionada subiendo y bajando las escaleras, cerrando y abriendo puertas, corriendo por donde sea.

She | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora