D I E Z

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Los siguientes días fueron algo extraños, Filch se la pasaba haciendo guardia en el punto exacto en el que encontraron a su gata petrificada y cuando no estaba ahí, merodeaba por los pasillos buscando excusas para castigarnos, lo cual para mí era excelente porque los Weasley se habían ganado algunos castigos.

Recuerdo que la sala común de Slytherin se llenó de risas cuando Draco llegó contando que los niños de primero creían que Harry Potter era el heredero de Slytherin, cosa que no deberían de creer puesto que Harry Potter no estaba en Slytherin y su madre era una sangre sucia, Salazar Slytherin era un mago sangre pura.

—Profesor Lokhart —dije al asomarme en su aula, tres niños dos años menor que yo me voltearon a ver nerviosos.

Potter, Weasley y la sangre sucia.

—Me dijeron que quería hablar conmigo.

—Oh si —sonrió ampliamente mientras terminaba de firmar un pedazo de pergamino—, es sobre la evaluación que les hice en la clase pasada, Harry buena suerte en el partido de mañana.

Entonces los niños salieron del aula.

—¿Qué tiene mi evaluación? —Pregunté en tono de aburrición. Tenía Pociones en menos de diez minutos y ese tarado quería hablar sobre mi evaluación sobre su vida privada.

—Creo que no ha puesto bastante atención en mis libros, puso que mi color favorito era el verde, mi sueño más anhelado lo dejo en blanco al igual que la mitad de la evaluación, no había visto una evaluación con tan baja calificación —me decía viendo la hoja del cuestionario mientras negaba con la cabeza.

Rodeé los ojos.

—Bueno, estoy acostumbrada a que los libros de la clase son de teoría, no de historias, por lo cual me es más confuso —me encogí de hombros.

—Pues le tengo una buena noticia —sonrió—. Le voy a dejar presentar de nuevo la evaluación ahora mismo —dijo emocionado.

—Gracias profesor, solo que ahora tengo clase con el profesor Snape y es algo estricto con la puntualidad —hice una mueca.

—Entonces nos vemos en clase para que presente de nuevo el examen —dijo sonriéndome, asentí y salí del aula.

Ese hombre era un completo imbécil, en toda la extensión de la palabra. ¿Cómo podían contratar a alguien como él en éste preciso curso? El próximo año estaré en quinto y tendré que hacer los T.I.M.O.S y con éste idiota de profesor, no lograré mucho. Entonces sentí como chocaba con algo. Me hice hacia atrás y levante la mirada. No podía ser.

—Chocar con nosotros no les dará suerte en el partido de mañana, Malfoy —dijo uno de los gemelos.

Reí tan fuerte que hasta a mí me sorprendió el volumen que tuvo mi voz. Sacudí mi túnica como si me hubiera manchado de barro y los volteé a ver.

—Ya, claro... ¿Cómo sé que ustedes no chocaron conmigo para que se les pegara algo de mi dinero, o de mi clase, tal vez algo de inteligencia? —Reí de nuevo—. Ah, y te recuerdo —dije volteando hacia el gemelo que había hablado—. No necesitamos suerte ¡Por Merlín! Volamos en Nimbus 2001.

—Y nosotros somos mejores que ustedes —respondió el otro.

—Que ternura me das —dije con tono meloso, rápidamente cambie mi semblante—. ¿En qué? ¿En soñar que algún día tocaran un galeón? Porque si es así, te doy la razón... yo que ustedes me daba prisa, no les gustaría que Gryffindor perdiera puntos ¿o sí?

Y entonces seguí caminando mientras sonreía por los rostros que habían puesto aquellos dos. ¡Dios mío! Los odiaba a morir, tal vez si nunca hubieran intentado nada contra mí los trataría con indiferencia como a los sangre sucia, pero ellos siempre me molestaban a mí.

—¡Profesor Snape! —Me acerqué a su escritorio cuando llegué al aula—. Los Weasley me han quitado mi libro de transformaciones, señor —mentí mientras bajaba la mirada.

Por mis padres sabía que Snape era un experto en Legeremancia.

En ese momento iban entrando los Weasley riéndose de tal vez un chiste barato que hicieron.

—Cincuenta puntos menos para Gryffindor y quiero que le regresen el libro a la señorita Malfoy —dijo el profesor en cuanto dieron dos pasos dentro del aula.

Volteé hacia ellos y les sonreí mientras caminaba hacia mi asiento junto a Emily quien se me quedo viendo confundida, le había prestado mi libro a ella desde la mañana ya que no encontraba el suyo y tenía que hacer los deberes.

—¡Está mintiendo! —dijo uno de los gemelos completamente indignado.

—Si quiere revisar mi mochila, profesor —le respondí rápidamente, toda la clase volteaba hacia los Weasleys y Snape—. Además, es bastante conocido que ellos me odian, y no sé porque, no les he hecho nada...

—Eres una...

—¡Veinte puntos menos para Gryffindor! —Lo cortó Snape antes de que lograra decir el insulto—. Y si no se sientan ahora mismo, serán otros cincuenta...

La mayor parte del público llevaba ropa roja, era bien conocido que los de Slytherin éramos odiados por las demás casas, con la que más solemos llevarnos bien es con Ravenclaw y eso solamente si son sangre pura

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La mayor parte del público llevaba ropa roja, era bien conocido que los de Slytherin éramos odiados por las demás casas, con la que más solemos llevarnos bien es con Ravenclaw y eso solamente si son sangre pura. Éste partido parecía ser pan comido (a excepción de que estaba lloviendo), algo le pasaba a una Bludger que solo estaba tras Potter lo cual hacia que las comadrejas estuvieran tras él y descuidaran a sus demás jugadores.

—¡Hey, Weasley! —Dije volando a su alrededor, pude ver que en la parte de la espalda de la casaca que llevaba puesta, decía F. Weasley, por lo que supuse que era Frederick—. ¿Tan malos son como golpeadores que las Bludgers se ríen de ustedes? —sonreí.

—Tú lo hiciste ¿cierto? —Preguntó enfadado, tenía el rostro casi del color de su cabello—. Todos los Slytherins son unos...

—Tranquilo rojito —lo interrumpí, había algo que me enfadaba y era que insultaran a mi casa aunque no muchas veces lo demostraba, me acomodé un mechón de cabello detrás de mí oreja derecha que se había salido de mi coleta a causa de la lluvia y después agregué—: Creo que no sabes mucho de quidditch, pero está prohibido utilizar magia...

—¡Claro que lo sé, Malfoy! Pero ustedes son tan...

—¿Tan qué? ¿Tan geniales, tan fantásticos? Eso lo sé...

Pero él no me había puesto atención, vi el bate cerca de mí y el estruendo que hizo al impactarse con una Bludger me hizo darme cuenta de lo que pasaba. Weasley había alejado una Bludger de mí. Lo voltee a ver, tenía la mirada perdida, como si estuviera reflexionando lo que había hecho.

—No me confundas, Weasley —dije finalmente—. No soy la rubiecita de tu equipo, Soy Gemma Malfoy... recuerda siempre ese nombre...

El Traidor que me Enamoró | Fred Weasley | ET#01 | ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora