Rin se cambio de ciudad luego de un incidente critico en su vida. Tal y como cualquier adolescente pensaba que la vida estaba en su contra y tarde o temprano esos errores e incidentes la alcanzarían a su nueva vida.
Pero un giro inesperado aparece...
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"espero que puedas darte cuenta que la vida no es un camino sin solución" Draken
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Rin
La noche había ido mejor de lo que planeaba. Los padres de Kuroo y Kenma eran bastante amables, me hicieron sentir cómoda durante toda la jornada y la comida estaba realmente deliciosa.
Sinceramente había olvidado lo que se sentía sentarse a compartir una cena en familia, muy pocas veces sucedía eso en mi casa ya que la mayoría del tiempo solo éramos mi hermana y yo pero eso me bastaba. Akira solía hablar hasta por los codos a veces y me contaba sobre todas las cosas de su día sin saltarse un detalle.
Pero yo era feliz escuchándola.
Ayude a los chicos a levantar la mesa e Issey junto a Hideki eran los encargados de lavar los platos. Kuroo me tomo de los hombros para llevarme a su habitación junto a Kenma y una vez adentro el teñido no tardo en tirarse sobre la cama cerrando sus ojos.
- Comí mucho – se quejo mientras tocaba su abdomen.
- Agh yo también – murmuro Kuroo sentándose en la silla junto a su escritorio - ¿cómo la estas pasando RinRin? – pregunto cambiando su atención a mi.
Me senté a un lado de Kenma e hice tronar mi espalda soltando un sonido de satisfacción ante la disminución de presión en esa área.
- Muy bien, sus padres son muy simpáticos – dije con una sonrisa en mi rostro
- Bueno eres más que bienvenida cuando quieras – dijo Kuroo levantándose de su lugar para luego extender un control hacia mi - ¿sabes jugar? – pregunto
Kenma se levantó de su lugar y tomo el otro control para luego sentarse en el suelo frente a la pantalla, mire al pelinegro y negué ligeramente algo avergonzada. Nunca había tenido una consola así que realmente no sabia como utilizarla o como jugar en ella pero el no se rio y simplemente negó restándole importancia para luego indicarme que me sentara a un lado de Kenma.
- Nosotros te enseñamos entonces – dijo pasándome el control
- Si vas a venir aquí mas seguido debes aprender a jugar – dijo el teñido golpeando mi hombro a modo de broma.
- Quizás así te gano de una buena vez – reí suavemente devolviéndole el golpe.
- En tus sueños niña – negó divertido
- Hey! Tenemos la misma edad- reclame frunciendo el ceño
- Sigues estando en primero – se defendió elevando sus hombros.
