En el vecindario todos me conocen como la niñera más estricta que puede existir. Aunque nuca tuve hijos, disfruto cuidar a los de otras familias. Tanto padres como hijos me respetan. Puedo ser una dama alegre y consentidora para algunos pequeños, o la mujer más aterradora para otros. Mis manos han golpeado el trasero de la mitad de los niños que viven y vivían en el vecindario desde hace casi 20 años. Cuando me ven caminando firme por la calle con mi vara, saben que alguien será severamente disciplinado ese día.
Cierto día, la señora Clayton se presentó en mi casa para pedirme un consejo. La mujer, madre soltera, vive en uno de los departamentos al final de la calle.
"Señorita Lynn, buen día"
"Buen día señora Clayton, ¿A qué debo su visita?"
"Verá, quisiera un consejo, para mi pequeño Charlie, él cumplió 12 años hace unas semanas y su comportamiento ha empeorado mucho. Yo, solo quisiera que me aconsejara."
"Pero señora, yo puedo corregir a su hijo en una sola tarde, si el muchacho lo requiere de verdad, no le cobraré nada."
"No, realmente no me gustaría usar mano dura con mi Charlie, con solo saber cómo hablarle y tratarlo será suficiente."
"Si lo pone de esa forma, supongo que no es un gran problema este niño. Dígame, ¿Cuál es este comportamiento que le preocupa?"
La mujer me contó con detalle, como su hijo desde hace casi un mes la trataba como su criada y le gritaba en todo momento. Había sido bastante maleducado en el pasado, pero ahora con las vacaciones de verano, se comportaba peor. Al terminar de contarme todo, no pude más.
"Con todo respeto ¿Es usted una madre de verdad? Una verdadera madre no permitiría ese comportamiento. Está criando un niño, no una bestia. Es mi deber ir y corregir ese comportamiento."
La mujer parecía asustada, no protestó como pensé que haría y me dijo que podía ir a su casa por la mañana, cuando saliera al trabajo.
A primera hora del día siguiente, llevé mi bolso y mi siempre confiable vara. Los padres que me veían pasar, se lamentaban por el pobre niño al que le tocaba el castigo. Llegué a la casa y toqué el timbre.
"Buen día, señora Clayton"
"Buenos días señorita Lynn, pase, ¿Gusta algo de tomar?"
"Un café está bien, muchas gracias"
"Disculpe, la cafetera se rompió, pero tengo té helado"
"Muchas gracias"
La casa estaba hecha un desastre, huellas de lodo, retratos estrellados y ventanas arregladas con cinta transparente. La señora Clayton trabajaba hasta la noche y seguramente no le daba tiempo de arreglar el desastre. Además, dejar a un niño solo en casa sin supervisión durante las vacaciones era terrible, realmente pensé en darle unos azotes también a la madre.
"Muchas gracias por el té. ¿Dónde se encuentra su hijo ahora?"
"Él sigue durmiendo, me tengo que ir. Por favor, no sea tan dura con Charlie, crecer sin un padre ha sido difícil."
"Seré tan dura como el pequeño lo requiera"
Eran cerca de las nueve y cuando Charlie salió de su cuarto.
"Ah, es usted, mamá dijo que vendría."
Dijo apenas mirándome.
"Buen día pequeño. Tienes razón, yo te cuidaré por este día. Espero que nos podamos llevar bien, si me respetas debidamente, yo te respetaré a ti. ¿Entendido?"
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5 historias Spanking
FanfictionSolo 5 historias distintas con las nalgadas como tema central. Aclaración: el autor está en contra de cualquier forma de abuso y castigo corporal, las historias presentadas solo son para entretener a quienes disfrutamos de ellas. Todos los personaje...