Piratas 1 y 2

15. NO LO PARECE

Con la muerte de Hal habían cambiado muchas cosas.

Alice no quería soltar a FP pero notó los brazos de Fred agarrándola y abrazándola para que los guardias de Jason se lo llevaran para examinarlo. 

Se recuperará- dijo Fred al notar que Alice estaba temblando en sus brazos.

No puedo perderlo, se lo dije Fred, le dije que iba a ser padre y... ¡cerro los ojos!- sollozó Alice.

Y por eso sé que luchará, FP no se rinde, volverá a ti- tranquilizó Fred.

Tengo que ir con él, tengo que irme- declaró Alice mirando a Fred para despedirse. No quería estar alejada de FP y también debía reunirse con sus hijas.

Os volveré a ver a ambos, ya sabes donde encontrarme- dijo Fred intentando mantenerse fuerte y dar esperanza. Esperaba con todas sus fuerzas que su mejor amigo se recuperara.

Alice apenas tuvo tiempo de decir nada más ya que el propio Jason vino a buscarla.

Señora Cooper, el capitán Jones y sus hijas están a bordo, debemos irnos- dijo Jason.

Alice quiso vomitar al escuchar "Cooper" salir de sus labios, pero le siguió sin perder el tiempo.

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Jason se hizo cargo de la situación. Tenía la intención de casarse con Polly en cuanto llegaran al puerto de River, sus padres no podrían entrometerse esta vez puesto que él mismo se ocupó de encerrarlos por conspiración y robo de propiedades. En cuanto a la casa Cooper se aseguraría de que Alice y sus hijas conservaran su mansión y todos sus títulos, heredando así todo lo que la familia Cooper poseía. La muerte de Hal Cooper sería tomada como un accidente marítimo y las Serpientes y Venenosas serían reconocidas por prestar su ayuda. 

Todo estaba perfectamente planeado para volver cuanto antes a la normalidad. Sin embargo, Betty estaba todavía en shock, había matado a su padre.

Jug, soy una asesina- dijo Betty mirando al vacío.

No, no lo eres, nos salvaste a todos- dijo Jughead, que se había hecho cargo de Betty desde que la vio temblando y paralizada en la playa. Decidió embarcar con ella y ofrecerle su apoyo mientras que los demás intentaban poner en orden sus propios asuntos.

¿Pero a qué precio?, ¡quería detenerlo, no matarlo!, ¡he matado a mi padre!- gritó Betty llorando.

Jughead la abrazó, podía sentir su dolor, nadie debería elegir a quién salvar, pero sabía que si Betty no disparaba, Hal hubiera disparado a Alice.

Protegiste a tu madre, Hal la hubiera matado- dijo Jughead intentando que no se sintiera culpable.

No podía permitir que dañara a mi madre, está embarazada, pero no quería matarlo- sollozó Betty intentando explicar sus acciones.

No es necesario que te excuses Betts, no hiciste nada malo, fue un accidente- tranquilizó Jughead.

Maté a una persona... es imperdonable, ¡soy igual que él!- temió Betty.

¡No!, ¡no digas eso! Tus intenciones eran buenas, las suyas no, ¡no permitiré que te machaques o te compares con él! Polly no te culpa, tu madre tampoco, ¡nadie te está echando en cara nada!, ¡están aliviados porque tú les salvaste!- declaró Jughead limpiando las lágrimas del rostro de Betty.

¿Crees que soy mala persona?- preguntó Betty mirándole.

Betts, eres la persona más maravillosa y valiente que he conocido, no pienses ni por un momento que alguien te mira como una asesina, no lo eres- determinó Jughead intentando que ella comprendiera que no tenía la culpa de nada.