Estaban cenando cuando la rubia mujer le dio la gran noticia de su nuevo trabajo, lo malo sería que no la vería al llegar a casa, ella solo lo recogería de la escuela, lo dejaría en casa y se iría al trabajo, no llegaría hasta las 9pm, por lo que estaría aburrido todo el día.Quitando eso, felicito a su madre por su nuevo trabajo, pues tendría buena paga y eso sería increible, se les facilitarían muchas cosas, ahora se sentía más tranquilo al saber que su madre no estaría estresada todo el día buscando un trabajo con paga no mediocre y que les ayudará con los básicos.
Hizo su tarea terminando de cenar y después se fue a la cama. Mañana el iría a la escuela y su madre a su primer día de trabajo.
...
Ya avía llegado la hora de receso, salió del aula para empezar a caminar a la parte trasera de la aulas, aún no tenía amigos, por lo que disfrutando de su soledad almorzaba en el jardín poco cuidado detrás de los salones de clase.
Abrió su lonchera, viendo el lonche que su querida madre avía echo para el, viendo el contenido trato de decidir entre el arroz blanco y la fruta picada.
Tomo la cuchara que reposaba en el costado del topper con fruta, dio un bocado a el arroz cerrando los ojos disfrutando el sabor del sazón de su rubia progenitora.
Al tener los ojos cerrados no se percató de la presencia frente a el, abrió los ojos dispuesto a tomar otro bocado del rico arroz cuando vio al chico alto del baño mirándolo, asustado por su intimidante mirar dio un brico en el pasto.
Viendo como el chico se agachaba para sentarse a su lado, fue cuando noto sus vacías manos.
-¿No vas al-almorzar? - Lo vio negar mientras desviaba la mirada a un costado. - Uh, ¿Quiere-es? - Ofreciendo de su fruta picada le acercó el topper con una cuchara.
Sintiéndose apenado el chico tomo un trozo de la fruta con la cuchara, lo comió y vio como el ojiazul le sonreía.
Sin darse cuenta se quedaron sumergidos en un comodo silencio, donde solo tomaban cada cierto tiempo un trazo de fruta y lo masticaban, en algún momento el ojiazul saco un jugo de manzana y se lo dio, no tenía idea de por qué tendría ese niño dos jugos, este pereció darse cuenta de su curiosidad ya que le explicó entre torpes balbuceos que su madre le ponía dos jugos en su lonchera por si quería compartir con algún amigo, lo vió emocionarse al decirle que el era el primer niño que se le acercaba y el primero con el que compartía uno de los jugos, y después de autoproclamarse su amigo, se separaron para ir a clases.
...
- Bien. Takemichi, puedes leer desde el quinto párrafo de tu libro de historia. Por favor. - Silenció. Recordando, el profesor suspiro levantando la mirada para dirigirla detrás del joven Pelinegro. - Kisaki, ¿puedes comunicarle que le toca leer?, por favor.
Acatando la orden el castaño tocó el hombro del niño frente a el, captando la atención de este que al voltear choco su rostro contra una hoja de papel.
"Te toca leer. Párrafo cinco"
Sorprendido Takemichi obedeció, mirando su libro busco el párrafo correspondiente. Poniendo se de pié con su libro en mano, empezó a leer.
- La c-consp-piración de Queré-taro fue descubie-rta, e hidalgo d-decidió iniciar la lucha la madru-madrugada del 16 de septiembre de 1810 con una docena de hombre-s. Desde... - Fue interrumpido. De nuevo con un toque en su hombro, era el mismo niño de anteojos de antes.
- Esta bien. Kisaki. Párrafo seis. - Volviendo su mirada al libro, hablo antes.
- Desde la iglesia de Dolores llamó al pueblo a las armas. Reunió un total de trescientos hombres, armados fundamentalmente con piedras y palos. Aunque su grito inicial fue: "Viva Fernando Vll y muera el mal gobierno", el objetivo de la lucha era la independencia total de España, pero para evitar una mayor alarma en las autoridades y en la población utilizo esta máscara. - Finalizó levantando ligeramente la cabeza viendo al Pelinegro frente a el, quién también le observaba. Sonrió ligeramente en su dirección y volvió su mirada a el libro tomando asiento después.
Sin saber cómo tomar ese gesto, Takemichi se sentó en su pupitre, algo incómodo.
- Yasuhiro, párrafo nueve.
La clase continuo con normalidad, la campana de salida retumbó por las paredes, provocando el bullicio de los chiquillos. Takemichi tropezó sobre sus talones mientras salía del salón, de nuevo, dirigiéndose al portón de la escuela. Con su mochila camino sobre el pasto verde y húmedo provocando un crujido de parte de este. Ya frente al portón se quedó de pié esperando, mastico un caramelo lentamente saboreando. Viendo el auto de su madre sonrió. Corrió acercándose sin fijarse en el chico de frente, chocando con su espalda, rápidamente se alejo.
- ¡Lo s-siento mucho! - inclinado se disculpó.
- Ten más cuidado.
Levantando la cabeza lo vió, era el niño de anteojos de la clase de historia. Ni idea de lo que le dijo respondió:
-- A-Adiós... - Corriendo se alejo en busca de su madre.
Ese niño le daba miedo.
El otro rodo los ojos y se dio la vuelta cuando perdió de vista al más bajo.
...
- ¿Te fue bien en la escuela? - Pregunto la madre con lentos pero precisos movimientos.
- Si, hice un amigo - Respondió a su lado de la misma forma, ya avían terminado de cenar y estaban en la sala para ver una película.
- Ya lo sabía, no estaba el jugo en tu lonchera - una ligera sonrisa se asomo en sus labios. -, ¿Cómo se llama? - Pregunto esta ves viendo a su hijo apartar la mirada nervioso - No le preguntaste -. Dándose una palmada en la frente suspiro.
- Mañana le pregunto. Ahora hay que ver la película mamá. - Sentado espero a su madre, quién apagó la luz y corrió al sillón cuando su hijo puso play.
...
Estaban tomando el desayuno cuando el teléfono de su madre sonó, era del trabajo le explicó ella.
- Vámonos ya Takemichi, no puedo llegar tarde. - Apresurada tomo el brazo de su hijo y unos papeles con su mano libré.
Ya en el auto piso el acelerador y con un movimiento perfecto de palanca salió del estacionamiento de la casa.
llegando a la escuela le dió advertencias al niño ojiazul mientras lo encaminaba al portón, rápidamente le dio un beso en la cabeza y salió corriendo de vuelta al auto.
- Adiós mamá... - Dando la vuelta camino a su salón arrastrando los pies.
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DEAF |RePublicando
Fanfiction«No le des a la soledad una oportunidad para detenerte. La soledad no es piadosa.» Hanagaki Takemichi, quién a pesar de los sucesos del pasado, sigue radiante y sonriendo. ¡¡!! - Cuando se comunican en lengua de signos, me refiero a ello cómo "dijo"...