Los días pasaban, Naoto, aún se encuentra en el hospital, pero sigue sin reaccionar y su estado aún sigue siendo grave. Hinata se encarga de cuidar de su hermano, pero le parte el alma y el corazón verlo así.
Todos los ejecutivos de Toman, siguen buscando e investigando sobre el paradero de Takemichi, pero sin tener alguna pista.
Senju le contó a Wakasa, lo que estaba pasando, así que él, también decidió ayudar con la búsqueda de Takemichi.Mientras que Takemichi, tiene que soportar ser acaricia por Kisaki, cada vez que va, y no solo eso, debe soportar ser violada, golpeada y torturara. Ya que ese hombre, no perdona a la ojiazul, que en el pasado haya aceptado a Mikey, y a él lo haya rechazado. Ese sujeto a quedado traumado por eso.
En un día, Mucho va caminando por aquel pasillo que conecta con la recámara donde está Takemichi, encerrada. Llega a aquella recámara, ya que lleva comida para la ojiazul.
La puerta de esa recámara, tiene un candado, Mucho, lo abre, para entrar a la recámara, y ahí estaba, Takemichi, sentada en el suelo frío y sucio, con su tobillo derecho encadenado en aquella cama, mientras tiene la mirada perdida. A perdido ese tono rojizo en sus mejillas, su piel es pálida y con algunos moretones, por los golpes que cada vez que Kisaki, va a verla, la golpea. Sus ojeras se notan mucho, ya que no ha dormido y sus ojos, ellos ya no tienen ningún brillo, ahora, se encuentran sin vida.
La ojiazul ya no tiene ganas de vivir, solo lo único que pide es morir, es lo único que hay en su mente, ya que ha olvidado todos esos momentos hermosos que vivió con sus amigos, con su madre y sobre todo, con Mikey.Mucho le parte el alma, ver así a Takemichi, pero él debe seguir las órdenes de Kisaki.
Ese hombre pelirubio, se acerca a la ojiazul, para dejarle la comida, pero ella al escuchar los pasos acercándose, se aterra y se pone en pánico, ya que piensa que es Kisaki.— Por favor, ya no me hagas daño – suplica la ojiazul, mientras tiembla de lo aterrada que está — Todo mi cuerpo me duele, ya no me lastimes más
— No pienso hacerte daño – habla Mucho, para intentar tranquilizar a la ojiazul — Solo vine a dejarte algo de comer
Mucho se da cuenta que en aquella mesa que se encuentra en esa recámara, está la comida que cada día le ha llevado a la ojiazul.
— Si no comes nada, podrás morir de hambre – comenta ese hombre pelirubio
— Si es la única forma de parar este sufrimiento, quiero hacerlo – entra en estado de pánico — Quiero morir, quiero morir
Esas palabras Takemichi, las repite una y otra vez, susurrando, mientras se abraza a si misma y teniendo su mirada perdida.
Mucho solo observa a la ojiazul, y se sorprende al ver cómo está ella, ya que, recuerda cuando la conoció, era una chica muy alegre y amable con todos los integrantes de la Tokio Manji, aquella pandilla de hace años atrás. Takemichi se encargaba de curar las heridas que sufría la pandilla por las peleas y a veces los regañaba por lo que hacían. Pero era muy amable y convivían con ellos.
Mucho recuerda cuando la ojiazul, se le acercó para preguntarle cómo se sentía por una herida en su brazo izquierdo, después de una pelea que tuvieron, mientras ella le sonreía con amabilidad. ¿Cómo es que esa chica que sonreía siempre a pesar de los problemas, se encontraba de esa manera, tan demacrada y triste?, Pues era obvio, Kisaki, la secuestro, la violaba y torturaba, eso se decía en su mente.Mucho deja la comida en aquella mesa, para después salir de esa recámara, pero le duele mucho el como está la ojiazul y se queda pensativo. Pero es sacado de sus pensamientos al ver llegar a Kisaki.
— ¿Qué haces aquí? – pregunta el de lentes
— Solo vine a dejarle de comer – se mantiene firme el grandullón pelirubio
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Los infieles | MiTake-fem - [Corrigiendo]
FanfictionAmbos casados con personas las cuales no aman. Pero después de algún tiempo, sus caminos se volvieron a reunir, para darse cuenta que aún siguen amándose como en su juventud. Aunque estén casados, eso no les impedirá amarse en secreto y entregarse e...