Introducción a los sueños

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¿Alguna vez te atreviste a soñar en grande? Muy probablemente sí has soñado en grande, pero también es muy probable que no te hayas atrevido a luchar por esos sueños. Te entiendo, yo sentí mucho miedo al empezar, pero ya viene siendo hora de que le prohíbas al miedo hablar por ti. A continuación te contaré una breve historia, real.

Tengo un sueño, por el que muchos me han llamado loco, y aunque para mí la palabra loco es un alago, yo a ellos les llamo dementes, pues la locura más grande que puede hacer una persona es la de vivir una vida sin locuras. No es la primera vez que alguien dice éstas palabras, no soy el primero y tampoco seré el último, ya que a cualquier persona le encanta hacerse la idea de que nunca será alguien, que nunca conseguirá lo que quiere, y siempre habrá otra persona que le diga lo mismo que yo ahora escribo: locura es vivir una vida sin locuras

Mi sueño es ser famoso, alcanzar la gloria para estar entre los grandes, o al menos tener el privilegio de estar en sus hombros; Fue a mis nueve años cuando se prendió la chispa de ésta locura mía, queriendo ser un músico, con grandes deseos de subirse al escenario y tocar para miles de personas... pero evidentemente no es sencillo llegar a ése lugar, sólo es cosa de mirarme al espejo y darme cuenta que aun después de cuatro años, yo sigo aquí, siendo uno entre millones. 

Fue un videojuego la inspiración que me impulsó a desear convertirme en un famoso guitarrista, inspiración que sólo duró unos cuantos intentos por aprender a tocar guitarra. Fui un niño que prefirió jugar excesivas horas aquel videojuego, en vez de practicar realmente guitarra, pero, con el juego conocí nuevos gustos musicales que para en ése entonces yo desconocía. Me enamoré del género musical Metal, y junto a ello conocí a System Of A Down, una banda con la que comenzaría a reflexionar sobre la política, la guerra, y el mal uso de la tecnología. Para cuando conocí más de la banda me enteré de que ésta se había separado desde el 2006, y yo los comenzaba a conocer en el 2010. Su música me inspiró a seguir adelante, pero no fue hasta dos años después que llegaría algo más que una inspiración, mi primer amor platónico. A mis once años comenzó a transmitirse el programa de televisión A todo ritmo, programa que argumentaba su trama con la historia de dos chicas (Rocky, y Cece) que sueñan con ser bailarinas del programa A todo ritmo Chicago (vaya paradoja, un programa dentro de un programa). La historia me hizo sentir identificado, y aunque a mí para nada me gusta bailar, me gustó mucho, pero lo que más me encantó de la serie fue ver a Rocky Blue, o mejor dicho, Zendaya. Era yo un niño ¿de qué otra forma habría reaccionado? Simplemente ella me gustó y deseé conocerla, pero nuevamente me di cuenta que al igual que aprender guitarra, nada es sencillo. Pensé, y a mi mente llegó una gran idea, "¡Seré músico!", pues de todas formas ya lo había pensado anteriormente y ahora sólo faltaba ponerme a practicar seriamente, pero sobre todo, en mi mente permanecía la idea de que sólo una estrella puede estar con otra estrella. A partir de aquí comenzó a crecer en mí un ego tan grande, del que más tarde tendría que controlar.

¿Se supone que debería sentir culpa por todo lo que comencé y dejé de hacer? Mucha gente dice que si estuvo mal el hecho de que yo me convirtiera en una persona arrogante, ego centrista, y de paciencia insoportable, pero yo sé que no siempre soy así. Cuando de niño comencé a soñar no tuve garantía alguna sobre si iba a triunfar o no, hasta el día de hoy mi arrogancia ha sido la que me ha sacado adelante en aquellas situaciones donde me cerraron la puerta de la oportunidad, pues ya que las puertas no se abrieron, mi arrogancia las tumbó; mi orgullo y ego centrismo son dos grandes amigos entre ellos, los que me han ayudado a no bajar la guardia cuando las críticas se estrellan contra mi música o a mi persona; mi mal carácter sólo es un guardián que sirve perfectamente para quitar a toda basura u obstáculo que me impida avanzar en camino al éxito. Cuando cumplí doce años perdí el rastro de quién era yo, perdí por un momento a mis sueños, de a momentos estaba feliz y después estaba triste, igual que el mal clima que tenemos ahora con el calentamiento global, de a ratos se nublaba y llegaba el frío de la soledad, y luego llegaba el sol con el brillo de la esperanza, aunque en algunas ocasiones había tanta esperanza que sólo conseguía alzarme en especulaciones falsas de mi futuro. A ésta edad entendí que yo me enamoré de Rocky Blue y no de Zendaya, pues lo que ella hacía era interpretar un papel, y no sé cómo sea ella en la vida real, pero en cambio me encantó demasiado aquella chica, Rocky Blue. En éste tiempo conocí a otra chica, de quien fui su novio un breve tiempo, pero Denisse es otra historia, aunque por ahora no hablaré de lo que hubo con ella, si diré que formó parte de un factor muy importante para que yo cambiara mi forma de ver y pensar (al final, terminó conmigo). Mis doce años, fue una época de malas rachas, cambié demasiado mi mentalidad al igual que mi carácter, y en éste tiempo de cambios me refugié en la música, el Metal y sus subgéneros me revivieron, Megadeth y System Of A Down. Cuando digo que me "refugié", no me refiero a que estaba inmerso en una gran depresión, simplemente estaba perdido, la chica de la que me enamoré no existía, la chica que había sido mi novia me dejó, y mis sueños seguían sin cumplirse, ¿habrá otra razón por la que me sentí perdido?

A mil dólares de distanciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora