Impregnación de aroma

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Killua había prometido ser una buena pareja, ser un buen alfa. Así que tenía que escuchar las necesidades y molestías de Gon, entender y solucionarlo juntos, aunque muchas veces le diera pena o quisiera ignorar la situación. Por eso, mientras el moreno sostenía sus manos y sobaba sus dedos, tenía que tragar su más grande terror. —Tenemos que irnos de aquí, es divertido, pero soy un hombre al que le gusta viajar y ver el mundo.— Decía dulce e impositivamente. —Lo primero que haremos será ir al mercado del pueblo mañana para que te acostumbres a las grandes cantidades de personas, y después nos moveremos al siguiente pueblo, ahí nadie te conoce, te lo aseguro, no debes preocuparte. Pero tampoco nos quedaremos ahí mucho tiempo, nos iremos a otro lado.—

—Pero al bajar los del mercado sabrán quién soy.— El cazador negó.

—Por eso hoy iré a comprar ropa para los dos. En especial unas capas para que podamos ocultarnos ¡Será como un disfraz!—

—¿Por qué tú tendrías que ocultarte?— El moreno mordió su lengua, había cometido un error otra vez.

—Porque... Porque hay alguien que me molesta mucho ya que le... ¡Gusto!— Las cejas del alfa se fruncieron. —Es demasiado molesto, tal vez quiera pelear contigo si me reconoce, así que prefiero evitarnos malos momentos.— Rascó su nuca riendo nerviosamente esperando le creyera.

—Si lo intenta estaría muerto en cinco segundos.— Dijo seco cruzando sus brazos, un leve latido resonó en el mayor.

—No vale la pena, por eso lo mejor será escondernos.— Volvió a tomar sus mejillas para acercar sus rostros. —¡Te verás muy bonito en una capa azul! ¡Combina con tus ojos!— El albino notó la ilusión en el otro, no podía negarle nada, tampoco tenía una buena razón para hacerlo. —¡Y en el siguiente estado encontraremos un pueblo donde podrás hacer amigos! ¡Muchos! ¡Eres demasiado genial, todos querrán hablarte! ¡Y seguramente...!— "Seguramente algún omega se interese por ti". Su alegría cayó un momento sin entender porque, así debía ser, ¿por qué pronunciarlo se le hacía raro? "Aún somos pareja, no puedo decir algo como eso. Hubiera arruinado todo, es por eso..."

Killua notó la baja del moreno, pero lo atribuyó a su propia cara de asco que le brindaba. "Todo estará bien mientras no me reconozcan." Quería y amaba a Gon, lo haría por él. Además, el mundo sonaba realmente divertido, y estaba dispuesto a divertirse con su omega a lado.

—Está bien. Haremos lo que tú quieras.— Recibió un abrazo como recompensa.

Lo que hizo el cazador a continuación fue sencillo, se vistió con la ropa que había llevado ese día de caza cuando fue mordido, tomó su mochila, y comenzó a caminar a lado del alfa que lo dejaría y esperaría a media montaña. Mientras llegaban a ese punto le comentaba lo que podrían hacer después de salir del lugar. 

Curiosamente utilizaba un nosotros en vez de un tú o yo al hablar.

—Bueno Killua, espero no tardarme tanto.—

—Yo te estaré esperando aquí hasta que regreses.— Gon sonrió dulcemente para pararse de puntas y abrazarlo. "Es tan lindo." El menor se agachó y sostuvo el rostro de su pareja, esta vez bajando sus manos por su cuello, apreciando la marca. Se sentía algo inseguro de dejarlo ir, pero sabía que era lo correcto.

—¡Cierto!— Se separó para buscar algo entre su mochila, su collar de protección. —Gracias por recordarmelo, Killua.— El mencionado miró el metal.

Un clic sonó y su inseguridad y miedo creció al ver la censura del cuello. Ese pedazo de metal tapaba su marca.

—¿Es necesario que lo uses?—

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