Los risos dorados de la pequeña se reflejaban contra el sol. El viento soplaba fuerte, aquella mañana. Leslie, se divertía corriendo por la pradera y el jardín de su casa.
―¡Espera!―Bryan, jadeo por el cansancio―¡Leslie!
Hay fue cuando, aun corriendo, la pequeña Leslie. Vio sobre su hombro y le regalo una sonrisa a su hermano llena de felicidad. Llena de amor y confianza.
Hay fue, cuando Bryan. Quedo completamente hechizado por su hermana.
**
No se acordaba de la sensación al sentir el amor dentro de ella de nuevo. Tampoco que las mariposas que sentía estuviesen vivas todavía. El beso no fue duradero, se podría decir que fue casi un rose. Porque, de la impresión o tal vez fue por otra cosa, Lilibeth, rompió el beso antes de comenzar.
Paso saliva. No tenia idea del porque lo había hecho. Su cuerpo reacciono por si solo, estaba segura que eso era lo que deseaba hacer. Pero, ¿porque no lo hizo? Poco a poco fue subiendo la mirada hasta toparse con los ojos confundidos de su esposo. Continuaban, en el restaurante francés, en medio de la pista de baile y completamente inmóviles. Lilibeth, comenzó a parpadear para aclarar su mente y tratar de decir algo. Pero no le salieron las palabras.
―Se, sincera conmigo Lilibeth―La voz de Michael tenia cierto tono de enojo―Es por Daniel..
Lilibeth abrió los ojos de par en par. Al escuchar aquel nombre. La inundo una enorme tristeza. Un nudo se formo en su garganta y las lagrimas se querían asomar en sus ojos.
―Me rechazas por él.. ―Michael, no quería demostrar el dolor que sentía.
Lilibeth. Pareció aturdida por un momento, pero de inmediato comenzó a negar con la cabeza.
―No, es por eso.. Yo... ―Paso saliva de nuevo y respiro hondo―Para serte sincera, ya me había acostumbrado a mi miseria. A no merecerte. Me fiaba de que, nunca volverías ha amarme.
Esas palabras, hicieron cambiar la expresión de Michael, de estar celoso ha sentirse realmente mal por el trato que le daba a su mujer.
―Yo...―Bajo la mirada apenado― No se. Realmente porque me comporto tan seguido así, es decir, siento que he cambiado mi forma de ser. Con mis impulsos de ira y celos. Es algo que no puedo controlar.
Lilibeth, no iba a juzgarlo. Así que le acaricio lentamente el brazo derecho.
―Todo esta bien Michael. Perdóname por rechazarte, no se que me pasa.
Con dos de sus dedos, el marques, acaricio suavemente la mejilla de su mujer.
―No me estas rechazando, es solo que aun no puedes creer que de verdad te sigo amando. ―Michael, la abrazo por la cintura y acerco sus labios al oído de Lili. ―Te amo.
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El Puente hacia la Eternidad Saga Eternidad III
Исторические романыLa felicidad vuelve junto con una pequeña de cabellos dorados y ojos azules. Leslie Tayrel. La consentida de papá y la irrompible hermana de Bryan. Cada parte de esta intrépida y joven mujer es única. Amada y querida por todos. Nada puede marchar ma...