Era una noche fría, en la casa de los Robbins todos dormían plácidamente. Aquel era un vecindario tranquilo, ocurrían sus desavenencias, pero nada lo suficientemente preocupante, por eso July Robbins se sorprendió cuando un grito seguido de un ruido de cristales rompiéndose la despertaron. Trató de convencerse de que eran sus imaginaciones y cuando ya sus párpados volvían a cerrarse rendidos por el sueño, sonó otro grito desgarrador de la misma voz de mujer pero esta vez también escuchó un risa macabra que parecía disfrutar el sufrimiento de la fémina.
July no podía seguir ignorando aquello,decidió asomarse a la ventana y aguzó el oído. Todo estaba en completa oscuridad, esa noche ni la luna había querido presentarse, y el cielo se encontraba nublado, con suerte divisarías 2 o 3 estrellas. Pasaron cerca de 10 minutos y nada sucedía, July comenzaba a pensar que estaba loca, pero sucedió, se sintió un gran estruendo y logró ver como en aquella casucha de la esquina se encendía una luz. Cuando july comenzó a observar más detalladamente el lugar se dio cuenta de algo totalmente extraño, en los 15 años que llevaba viviendo allí jamás había visto esa casa.
Tras escuchar otro sonido de cosas quebrándose y ver como dos manos se deslizaban por la ventana de la habitación encendida, July ahogó un grito. Decidió despertar a su esposo y contarle lo que estaba pasando, pero solo consiguió molestarse porque Mark le aseguró que debían ser imaginaciones suyas, que él no había escuchado nada y siguió durmiendo tranquilamente.
July caminaba sin cesar de un lado a otro de su cuarto sintiéndose cada vez más nerviosa. Se puso su abrigo y se calzó sus zapatillas. Pasó por la cocina y cogió un cuchillo sin saber aún para qué lo usaría. Se dirigió hacia la tenebrosa locación con pasos torpes mientras se alumbraba con la linterna de su celular.
Cuando llegó a su destino primero inspeccionó los alrededores de la casita, aún seguía si entender cómo nunca había visto ese lugar. Al dar con la ventana que había observado desde su habitación se dio cuenta de que no debía haber ya nadie allí porque se encontraba apagada, pero al acercarse pudo distinguir la marca de las manos en el cristal empañado, un escalofrío recorrió su espalda. Se estaba comenzando a arrepentir de su precipitada decisión y después de tener una lucha interna se dijo a sí misma que ya estaba ahí y terminaría lo que había ido a hacer.
Después de unos minutos consideró más seguro entrar por la puerta de atrás. La empujó lentamente, al mismo tiempo que se cubrió los oídos por el chirriante sonido que provocó. Pensó que ese había sido su fin,la habían escuchado y ya estaban de camino a acabar con su vida. Pasaron 5 minutos y al ver que nada sucedía soltó una larga exhalación y continuó con su misión.
Si no fuera por su linterna no podría distinguir nada y agradeció mentalmente haber decidido tomar su celular. Aquel sitio parecía llevar muchos años sin ser atendido. El techo se estaba cayendo, literalmente, se encontraba escombros por donde fuera. Habían jarrones en casi todas las mesitas y cómodas del lugar que estaban ocupados por flores muertas. Las paredes y superficies de los muebles eran cubiertas por manchas, July difícilmente podía distinguir su color, y menos aún saber cuál era su origen. Notó cómo cerca de cada lámpara se encontraban montañas de papeles. Se fue acercando lentamente hasta tomar uno, sopló para quitarle el polvo y leyó en voz alta lo que decía:
-"Cada luna nueva se convertirá en tu pesadilla".-
Como si de un conjuro se tratara, tras pronunciar esas palabras, el viento comenzó a azotar más fuerte, los cristales de las ventanas se movían haciendo un ruido insoportable y sin saber cómo, una de las ventanas se abrió y los papeles comenzaron a volar por toda la estancia haciendo notar a July que todos decían lo mismo. Tras el primer momento de shock se dirigió como pudo hasta la causante de todo aquel desastre y volvió a cerrarla.
ESTÁS LEYENDO
Cuando la luna se esconde
HorrorUna risa macabra, gritos de horror, manos sosteniéndose de los cristales... Una casa que siempre pasó desapercibida. Linterna y cuchillo en mano, miles de papeles... "Cada luna nueva se convertirá en tu pesadilla". Un cadáver, sangre, miedo y un so...