Capítulo Tres

1.6K 184 119
                                    

Actualidad - 2022

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Actualidad - 2022



Ring Ring Ring...








Una alarma retumbó por toda la habitación, bien ordenada y pulcra. De un tono azulado pero bastante claro, en una pared se haya una repisa repleta de distintos libros ordenados por colores y tamaños, y un escritorio en la pared del otro lado, todo bien simétrico. Una ventana que alumbra a la cama con sábanas azules marino combinando por completo el cuarto. Todo se ve tan ordenado y armonioso de diferentes gamas azules y los objetos de madera.

El muchacho en forma de bulto en la cama, se remueve incómodo soltando distintos bufidos. Estiró su brazo y apagó la alarma de su celular. Luego de unos minutos recostado con los ojos cerrados ya que tenía demasiada pereza para levantarse, al final lo hizo.

Su cabello desordenado y grandes ojeras adornando sus ojos. Ayer madrugo estudiando para su Tesis del día de hoy, además de que antes de dormir ordenó absolutamente todo para poder irse a la cama tranquilo.

Se frota sus ojos y se baja de la cama poniéndose sus pantuflas a juego con su pillama.

No lo piensa mucho y se dirige directo al baño para echarse una buenísima ducha fría que lo sobresaltaba pero super efectivo para despertarlo.

Al salir, enrolla una toalla en su cintura y se detuvo un momento para verse a sí mismo en el espejo.

Piel limpia y brillante, sin ninguna espinilla. Dientes blancos de comercial, hombros anchos y su marcado abdomen que le ha sido duro de conseguir.

Le gustó su vista y sonrió satisfecho.

Al salir del baño se dirigió a su armario, abrió las dos puertas. De un lado se encuentran todas sus camisas colgadas, del otro sus diversos pantalones doblados y abajo sus zapatos. En el centro, una mesa con demás accesorios.

Tomó un conjunto que daba entre lo casual y elegante. Una camisa de vestir manga larga de botones, llena de cuadritos pequeños blancos y azules. Un saco grande que le llega hasta los muslos de color beige. Un pantalón de tela azul marino casi negro. Y de accesorio solo un reloj de plata, el cual le costó muchísimo comprar.

Toma su bolso y salió de su habitación. Pasa por el pasillo hasta llegar a la acogedora sala. Dejando su bolso a un lado se dirige a la cocina para preparar varios sandwiches y café.

—¿No es muy temprano para que estés listo, Jae? —cuestionó otra voz acercándose desde la sala.

El nombrado levanta la vista y ve como aquel americano gigante viene con apenas puesto unas bermudas negras, cabello desordenado y ojos aún luchando por abrirse.

—No, son las siete con diez minutos, al menos mi clase empieza a las ocho —explicó el chico con simpleza, terminando los sandwiches los deja en un plato apilados y se dirige a la cafetera y se hecha en una taza para tomar un sorbo.

Un Omega Para Jaehyun [Jaedo]  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora