capítulo 12: la fiesta de Julia

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Oliver salió atrás de paul y todavía no volvió, la situación que acabamos de ver lo habrá confundido mucho, su primo lo había traicionado muy feo y ahora este mismo estaba apretando con un chico.

En fin, heteros.

Cuando bajo para la sala, Oliver me toma de la mano de nuevo y subimos para la habitación de Julia.

-Necesito sacar mi enojo de alguna manera. Dice y cierra la puerta con llave.

-¿Me vas a pegar? Pregunto como tarado.

-si, te voy a pegar contra mi. Dice y me agarra de la cintura para posar sus labios contra los míos.

Levanto su remera y paso mis manos por todo su abdomen y le termino quitando la remera, el empieza a besar mi cuello y yo suelto un pequeño gemido.
Oliver me quita la remera y empieza a besarme todo el abdomen, dejó marcados dos chupones y quedó frente a mi pantalón.

Desabrocha el botón y me baja el jean lentamente dejándome en bóxer, mi pene estaba tan duro que se marcaba a través de la tela negra, Oliver lo baja con fuerza y rapidez y lo mete en su boca. Un calor entra por todo mi cuerpo, lo hace tan bien y demasiado rico, lo chupa completamente.

Levanto su cara para besarlo y se pone de pie, beso todo su cuello y empiezo a bajar con mi lengua por todo su abdomen desnudo y marcado, llego a su pantalón y lo bajo junto al boxer, Lo miro con una sonrisa y empiezo a hacerle sexo oral. Sentía su respiración agitada y como estaba disfrutando el placer que le estaba dando en esa habitación oscura donde lo único que iluminaba era la luz roja de la televisión.

-Quiero que me penetres. Dice Oliver dándose vuelta.

agarro un condón de mi bolsillo y lo pongo sobre mi pene, ya venía bastante lubricado y entró perfectamente. Sentir sus nalgas calientes pegadas a mi cuerpo me hizo querer darle más duro, empiezo a darle nalgadas y Oliver suelta gemidos.

-Cogeme Apolo, Cogeme. Dice entre gemidos.

Una vez que terminé, Oliver me agarra del cuello y pone su lengua adentro de la mía, lo agarro de atrás y lo pego contra mi para continuar el beso.

-Cada vez lo haces más rico.

Yo suelto una risa y le doy un beso en el cuello.

-Volvamos a la fiesta. Digo y empezamos a vestirnos.

Cuando bajamos, Julia estaba besándose con un chico rubio de nuestra escuela, No había señales de Paul en ninguna parte, probablemente se volvió para la casa de Oliver, que lo hayamos encontrado le pudo haber dado vergüenza o miedo y lo entiendo.

Estaba casi amaneciendo, Oliver y yo estábamos sentados en un sillón al lado de la piscina y los demás dormían en el piso o apoyadas a otras personas. Julia salió de adentro con una jarra que parecía tener jugo adentro, se acercó a nosotros para ofrecernos.

-Paso, ya se me fue toda la sed. Digo rechazando la jarra.

Oliver también se niega a tomar y julia termina tomando sola.

-Siempre me dejan sola. Se queja y se sienta al lado nuestro.

Sentimos que alguien había entrado a la casa de Julia, era Paul que había vuelto, tenía la remera manchada y una botella de vino en su mano derecha.

—Si, me besé con un chico, me beso con muchos chicos ¿y que con eso Oliver?. Grita acercándose a nosotros.

Oliver se levanta e intenta calmarlo—Estas muy borracho, vamos a casa.

—No, andate vos, yo vine a buscar a Martín.

—No está Martín. Dice julia revoleando los ojos.

—De verdad Paul, vámonos. Dice Oliver agarrandolo de la mano y yo lo acompaño.

En el camino a la casa de Oliver, Paul se desmayó tres veces y vomitó otras cuatro mientras llamaba a Martín. Oliver lo sentó un Rato sobre el borde de la calle y le tiró agua en la cara para refrescarlo.

—Paul vamos, estas muy borracho.  Digo intentando levantarlo del suelo.

—Borracha tu madre los viernes.

—Basta Paul, cállate y camina. Grita Oliver y Paul le hace caso y comienza a caminar adelante nuestro.

Intenté cambiarle el humor a Oliver, agarré su mano y le sonreí, me devolvió la sonrisa y por fin llegamos a su casa. Paul subió directamente a su habitación, Oliver y yo nos quedamos en la sala sentados en el sillón, uno abrazado al otro.

—A pesar de todo, la pasé muy bien con vos. Dice Oliver con una sonrisa que me la contagia.

—Yo también la pasé muy bien, pero no voy a poder entrar a la habitación de Julia sin imaginar como me...

—Apolo... me interrumpe Oliver.

—Lo siento, es más fuerte que yo. Digo y le doy un beso en la mejilla.

Sin darnos cuenta, nos quedamos dormidos, la mamá de Oliver nos despertó con el desayuno en la mesa, Paul estaba con unos anteojos y en su taza bebía lo que parecía, café. El primo de Oliver evitaba mirarnos a la cara, seguramente se acuerda de algunas cosas que pasaron anoche y debe estar muy avergonzado.

—Buen día Paul. Suelto y me siento en la mesa al lado de Oliver.

—Buen día serán para vos. Dice Paul agarrando su cabeza—A mi el mundo me da vueltas.

—Pensa primero antes de tomarte hasta el agua del florero. Dice Oliver mirándolo seriamente.

Paul le saca el dedo del medio y se acerca un poco a nosotros—Con lo que vieron ayer, ¿pueden no decir nada?.

—No vamos a decir nada, no somos idiotas. Responde Oliver y bebe un sorbo de café.

—No me lo vas a perdonar nunca?. Pregunta Paul un poco apenado.

—Ya no me interesa perdonarte, te encargaste de atormentarte solo. Dice Oliver.

—Oliver, ya está, desayunemos bien. Digo entrando en la conversación.

—No pasa nada Apolo, el que está de más soy yo acá. Dice Paul y se levanta de la mesa.

—No me quiero meter pero ¿lo podes intentar?. Le pregunto a Oliver quien cambia su cara automáticamente.

—Qué querés que intente? El no intentó pensar en mi cuando habló de mi por todo el colegio.

—Peor seria que no se haya disculpado. Digo soltando el café sobre la mesa.

—Podes no meterte. Dice Oliver un poco molesto.

—Okey, no me meto, pero va a ser peor para vos. Respondo.

—Voy a estar mal yo, no vos.

—No sos el único que la pasa mal, ¿sabias Oliver? Digo ya molesto.

—Ya sé que no soy el único que la pasa mal, pero si te pusieras un poco en mi lugar, me entenderias.

—Me pongo en tu lugar pero vos no te pones en el suyo, se siente mal, te lo dijo en la cara, se dio cuenta que estuvo mal pero vos seguís castigandolo. Digo ya con la voz alta.

—No se merece menos, me arruinó la vida en ese momento, se hubiera acordado de mi antes de hacer lo que hizo. Responde Oliver y se aleja de la cocina.

—A donde vas?.pregunto un poco más calmado.

—A donde pueda estar solo, te veo en la tarde.

—Dejame contarte algo. Digo intentando acercarme a él.

—Ahora no Apolo. Responde el.

—Encontraron a 3 sospechosos de la muerte de mi tío. Digo mirándolo mi celular.

—¿Qué?. Pregunta el confundido.

—Mi padre me acaba de mandar un mensaje, quería que me acompañes pero deja, anda a donde puedas estar solo. Digo y me voy de su casa.

Apolo y OliverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora