Prólogo

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Época Victoriana

Cuando Aladiah MonteCarlo nació, su madre se desangró y falleció. Su padre la culpó y contrató a una institutriz para que se ocupara de la "maldita" como la llamaba él. La niña era una copia de su madre; pelo castaño y ojos violetas.

Su padre la odió por ello; mientras iba creciendo se dio cuenta de varias cosas

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Su padre la odió por ello; mientras iba creciendo se dio cuenta de varias cosas. Por ejemplo que cuando la institutriz se iba, ella no podía hacer ningún tipo de ruido si no quería llamar la atención de su progenitor. Y si lo hacía, no se libraba de una paliza, pero era peor cuando llegaba borracho. Se metía a su cuarto y la obligaba hacerle cosas indecentes que ella deseaba olvidar al día siguiente cuando la dejaba tirada en la cama como si fuera una meretriz.

A la edad de catorce años, su padre se pasó con la paliza y creyendo que la había matado, se la llevó al bosque dejándola allí para que algún animal salvaje se la comiera.

Un vampiro que cazaba por ese lugar, vio el cuerpo de la chica lleno de sangre y la convirtió. Cuando se despertó, el vampiro se asombró de que sus ojos siguieran siendo violetas y no rojos como cada neófito que nace. También se dieron cuenta de que tenía poderes (los de Wanda por ser una Diosa pero violetas), el vampiro la ayudó a controlarlos e igual de sorprendente era que no brillaba a la luz del sol. Era como una chica normal salvo por su corazón que no latía. A pesar de los siglos, Aladiah seguía vistiendo sus vestidos victorianos, le encantaban.

 A pesar de los siglos, Aladiah seguía vistiendo sus vestidos victorianos, le encantaban

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Vestido

Chaqueta

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Chaqueta

Leotardos y zapatos

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Leotardos y zapatos

Un día era de noche cuando vio pasear a su padre con la institutriz riendo como si nada. Eso la enfureció; al parecer su institutriz sabía lo que pasaba y nunca hizo nada así que esperó y como lo sigilosa que era, entró a la casa encontrándolos en la cama. Los dos la vieron con sorpresa; ella a velocidad vampírica se acercó a ellos y con sus poderes se metió en sus mentes mostrándoles sus peores miedos. Movió sus dedos y el halo violeta se acercó a sus cuerpos rompiendo poco a poco todos sus huesos torturandoles. Lo último que vieron antes de que sus cabezas explotaran, fue sus ojos y su media sonrisa sádica. Después los hizo ceniza y desapareció como si nunca hubiera estado allí.

Había completado su venganza.

Siglos después estaba ocupada alimentándose de un hombre que había matado a doce mujeres y dos niños a lo largo de su vida y cuando acabó activó su poder para reducirlo a cenizas que el viento se llevó.

Y justamente con el viento le llegó dos exquisitos olores. Se dio la vuelta y allí vio a dos personas de su misma altura. Una rubia y otro con el pelo castaño.

 Una rubia y otro con el pelo castaño

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Los dos la miraban con anhelo y amor.

Aladiah MonteCarlo sonrió.

Había encontrado no a uno sino a dos compañeros de vida.

La vampira de ojos violetaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora