¡No me jodas, Baji! || Baji Keisuke x OC

Capítulo 30: Año Nuevo.

[ BAJI ]

Maldita y mil veces maldita mala suerte. Ahora mismo estaba conduciendo en dirección al caos, y es que estaba seguro de que en la maldita fiesta de Año Nuevo habría de todo, menos algo bueno. Estábamos entrando al terreno de la casa de los Haitani. A decir verdad, su casa era bastante moderna, no en el mismo nivel que la de Koko, pero sí lo suficiente para impresionar a sus invitados.

—No, no —dijo Ran en la llamada que estaba teniendo con Mikey—. Estacionen en la cochera, guardé espacio para ustedes.

—De acuerdo —contestó Mikey.

La gente que había afuera de la casa, se corrió a los costados cuando hice sonar el claxon de mi auto. Entramos a la famosa cochera y cuando estacioné, bajamos al instante. Afortunadamente pude traer a Miya, pero Mikey, Angry y Smiley se colaron.

—Al fin llegan —Ran saludó a Mikey con una sonrisa.

—¿Nos vamos a divertir o no? —preguntó Smiley chocando palmas con Rindo.

—Pero por supuesto que sí —contestó él.

Entramos a la casa sólo para encontrarnos con un mar de gente, ya estaba acostumbrado a que estuviera lleno aquí en Año Nuevo, así que no era cosa del otro mundo. Pronto visualicé la estúpida cabellera rosa de Sanzu, quien en automático puso los ojos sobre nosotros y se acercó.

—Hola, muchachos —palmeó mi hombro más fuerte de la cuenta. Mikey subió una ceja al darse cuenta de la fuerza con la que lo hizo y luego se cuchicheó con Smiley. En ese momento llegaron los demás.

—Hola, Sanzu —dijo Emma.

—Hola, me alegra que se tomaran el tiempo de hacernos una visita —soltó Ran.

—Hola, Miya —la saludó Shizu.

—Hola, qué gusto verlos —habló Miya—. Es muy bonita esta casa.

—¿Tú crees? —preguntó Sanzu rodeándole el hombro— Qué bueno que vinieron, yo pensé que no estarían aquí... ¿Serás mi pareja de baile?

Ambos iban caminando delante de nosotros, pronto Sanzu se giró un poco y posó sus ojos sobre mí para dedicarme una sonrisa burlona. Draken me miró de reojo y se acercó a mí bastante rápido.

—Tranquilo —me dijo en voz baja—, ¿qué pasa?, ¿de nuevo están en sus líos de siempre?

—Yo no sé qué mierda quiere él, pero no voy a soportarlo toda la noche —hablé en respuesta.

—No vas a pelearte aquí, ¿o sí? —preguntó Mikey.

—Pues si quiere comportarse como un imbécil, le voy a soltar uno bueno en esa puta cara de loco que tiene —dije de mala gana.

Todos caminamos en dirección a la sala, tenían videos puestos en el televisor junto con las luces neón encendidas. Pronto noté que Sanzu y Rindo se pusieron a armar cigarrillos junto con otros tipos en la barra de la cocina.

—¿Quieren algo? —preguntó Ran.

—No, no, aquí traemos nuestras cosas —sonrió Mikey—. Pero si hay una hielera extra, nos vendría bien para meter las botellas.

—De acuerdo, voy a revisar —contestó el chico.

Todos nos dirigimos a la cocina, afortunadamente había otra hielera vacía en la que pudimos poner el resto de nuestras botellas. Sentí una mano en mi brazo derecho y me giré un poco.

—¿Ya van a beber? —preguntó Miya llegando detrás de mí.

—Después —sonreí un poco—, ¿y qué hay de ti?