No debí creer que la noche no sería larga porque si lo fue y se supo que lo sería desde que Nate—que no recuerdo en qué momento apareció— empezó a mezclar tragos y bebidas con otro chico que no se quien era, solo sé que estaba ahí desde el momento en el que llegué.
Oh y ni hablar del momento en el que alguien tuvo la idea de colocar música un tanto alocada y que para nada hacía contraste con la música ambiental de la planta baja de la casa. Si, recuerdo que eso fue idea de Hannah, la chica que había conocido hace un par de días.
Pero todo el desorden comenzó realmente cuando se repartieron las bebidas y a mí me tocó algo llamado "sadness", si, era algo que había inventado mi mejor amigo y era un trago realmente fuerte, solo me bastó una probada para que mi cuerpo se sintiera ligero, como si flotara en las nubes y los alrededores se disolvieran en la música levemente excitante que sonaba en esos momentos.
—¿Por qué esto se llama "Sadnes"?— pregunté a Nate que se encontraba sentado cerca de mí. Él soltó una risa y no comprendí por qué
—Si le das un trago de eso a alguien que esté deprimido olvidará sus problemas durante una semana con lo fuerte que es—respondió y volvió a reírse.
—¿Y por qué mierda me das a tomar esto?—reclamé en un tono más alto.
—Tú lo escogiste, no me mires a mí.
Y tenía razón, quizás bajo otras circunstancias el no me hubiese dejado tomar eso pero bajo estas circunstancias no debió pensar en eso ya que está más allá que aquí de todo lo que ha tomado preparando sus especialidades en licor.
Estoy a punto de llevar mi vaso de nuevo hasta mis labios cuando siento que es arrebatado de mis manos y no alcanzo a ver quien fue porque cuando alzo mi vista ya no hay nadie e indignada abro mi boca para preguntar quien diablos me quitó lo que era mio pero soy interumpida nuevamente cuando alguien grita:
—¡Ahora sí! ¡Siéntense todos, vamos a jugar!— es una chica rubia muy bonita la que hace llamado a todos.
Por el rabillo del ojo capto que Damon se sienta en un sofá frente a mí, pero no le presto atención, concentro mi mirada en la minimesa con dierentes bebidas sobre ella. El resto de chicos se sientan en los demás sillones alrededor de la mesa y la misma chica rubia de hace unos momentos explica las reglas del juego que no parace ser tan absurdo.
—De acuerdo, esto es como una mezcla de varias cosas, incluyendo Verdad o reto combinado con Yo nunca y el famaso ¿Qué prefieres?—comienza la chica y ya me parece que es un tanto complicado.—Bueno la cosa es que puedes retar o preguntar algo a una persona y esta puede elegir si beber o cumplir, las verdades se pueden preguntar en forma de Yo nunca pero a una persona en especial y si algún participante decide apoyar al jugador puede beber con él o ella, o también se puede poner dos opciones, de retos y verdades o ambas cosas juntas pero en esas no se vale beber para librarse.
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Todo lo que no era
Teen Fiction¿Por qué ese amor me marcó tanto? Porque siempre he pensado que los amores que se basan en palabras bonitas, que vislumbras como algodón de azúcar y mariposas en el estómago son aburidos y están sobre valorados, que son para personas débiles, que no...