SERENDIPITY | Cedric Diggory

II

Abigail despertó temprano a causa de los rayos del sol que filtraban a través del ventanal. Las cortinas no eran lo suficientemente gruesas como para evitar que la luz entrase pero sinceramente que tuvieran cortinas ya era una sorpresa.

Era de mañana y sus primos aún dormían por lo que aprovechó para su rutina de mañana mientras seguían en la cama sin sentir que era una molestia, pensó en que sería un lindo gesto si cuando los gemelos se despertarán ellas tuvieran un desayuno listo por lo que se dispuso a hacerlo.

Huevos fritos, tocino, tostadas, jugo de naranja y café. De nuevo se llevó una sorpresa al encontrar lo necesario en la alacena pues en su última visita tuvo que hacerles la compra.

—¿Qué es ese olor? —preguntó Fred, estirándose desde el marco de la puerta de su habitación

—Qué bueno que has despertado —dijo Abigail animada— He hecho el desayuno como forma de agradecimiento por dejarme quedar anoche

Fred miró el plato que Abigail servía con una sonrisa.

—Deberes quedarte más seguido en ese caso —dijo Fred, sentándose en uno de los lugares del comedor— Hmm, George me dijo que sería buena idea que te lleváramos a la casa de mis padres, ¿Tienes alguna idea?

—Tal vez, puede que fuese muy insistente con el tema de Dick y antes de que se fuera a la cama me pusiera aun mas pesada con eso porque... ya sabes lo que ha estado saliendo en el profeta en estos últimos días —habló Abigail a toda prisa mientras servía un segundo plato en la mesa— George me ha dicho que Ron siendo auror de seguro sabría algo en caso de que hubiera pasado algo

El pelirrojo asintió mientras le daba un mordisco a su tostada. Como cada mañana estaba hambriento y demasiado concentrado en disfrutar de un buen desayuno como los de la madriguera salvó que sin escuchar reclamos que al menos, ahora que tenía un leve dolor de cabeza le hubiese molestado escuchar.

Dentro de poco tiempo George se les unió y el a diferencia de su gemelo estaba completamente bien, parecía ser incluso que descanso mejor que cualquier otra persona.

Terminado el desayuno los gemelos Weasley se dispusieron a ir mediante aparición a casa de sus padres, cosa que a Abigail le alarmó porque hacía dos años que no lo hacía y la atemorizaba el hecho de sufrir una despartición pero sin embargo no exteriorizó su temor por lo que de todos modos lo hizo.

—Ginny ve tu —escuchó decir a una voz particularmente familiar y esa fue su señal para abrir sus ojos después de haber terminado la aparición

—¿Estás bien Abby? —consultó George después de verla tambalearse

—Si, creo que es la falta de costumbre, no he usado la aparición en un buen tiempo —afirmó ella— Estaré bien

La puerta de la madriguera se abrió, dejando salir a una bella pelirroja pecosa que quedó pasmada al encontrar a la Prewett acompañada por sus hermanos mayores.

—¡Abby! —dijo Ginny, lanzándose sobre ella para darle un fuerte abrazo que la desequilibró de nuevo pero que devolvió con el mismo entusiasmo— ¿Cóm...? ¿Cuándo...?

—Tranquila hermanita —habló Fred— Te responderá si la dejas respirar

La menor de los Weasley rodó los ojos y soltó a la chica mientras que una figura en el fondo se acercaba. El olor a calabaza, naranja y hogar impactó con la nariz de Abigail que instantáneamente sonrió, todavía olía a familia.

—Ginny ¿De quién es esa vo... —Molly Weasley quedó boquiabierta y caminó con rapidez hacia la entrada— ¡Abigail!

Ella sin esperarse este gran recibimiento se adentró a la casa y abrazó a la matriarca de los Weasley alegremente, notando como su primo Ron se acercaba hacia la entrada. Se había dejado crecer un poco la barba y parecía haber crecido al menos 4 centímetros más.