My Angel

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Jimin corría por los pasillos de la secundaria con lágrimas brotando de sus ojos había tenido un pésimo día más que cualquier otro día, fue la burla de la clase y ridiculizado por su profesor quién lo había llamado para resolver un ejercicio en el pizarrón y terminó siendo abochornado en frente de toda la clase haciéndolo salir corriendo de la clase mientras lloraba.
Park Jimin era un chico muy sensible y noble pero era totalmente invisible para todos, sentía que nadie lo comprendía y ni se tomaban la molestia de entenderlo, nació siendo indiscriminado por sus padres y comparado con su hermano mayor que era el favorito de sus padres. El chico del cuál estaba enamorado era novio del chico quién le hacía miserable la vida y cuando Jimin le confesó sus sentimientos se rió de ello y se lo dijo a toda la secundaria haciendo que todos se burlaran de él.

Jimin estaba solo en este mundo lleno de maldad, oscuridad y frialdad, no tenía quién lo comprendiera, quién lo apoyara, estaba sumergido en su propia soledad y cuan profundo y solitario estaba él enterrado. Llegó a su casa y subió las escaleras rumbo a su habitación cerrando la puerta fuertemente mientras se echaba a llorar en su cama, sintiéndose lo peor del mundo. Siempre lloraba como de costumbre sentado en un rincón, con la cabeza gacha hecho un mar de lágrimas sin ganas de seguir viviendo, solo deseando desaparecer y estar en paz pero estaba vez lloró en su cama algo que era bastante preocupante.

Terminando de llorar e hipando se levanta de la cama y se dirige a su escritorio, que por cierto estaba maltratado por los años y que a sus padres le importaba poco cambiarlo, se sienta con la mirada perdida en la pared para luego darle paso de nuevo a las lágrimas que amenazaban con volver a salir de sus ojos hinchados de tanto llorar e inclina la cabeza importandole poco el golpe que se dió en la frente con la mesa. Dos minutos han pasado y con las lágrimas agotadas Jimin fija su visión a una pequeña navaja que tenía escondida debajo del escritorio y que había robado a su hermano, la abre y el filo de la cuchilla brilla con la intención de cortar lo que se le atraviese.

Jimin toma una decisión, decide desaparecer del mundo y hacer la vida de todos más sencilla sin su estorbosa presencia, se quiere quitar la vida, escribe una carta que aún sabiendo que no la leerán decide escribirla por si se acuerdan de su existencia, en ella escribe cuánto lamentaba hacer miserable la vida de todos y que no era su intención hacerlo, pedía perdón por haber nacido y destruir los sueños de su madre y que los perdonaba de todo, que siguieran como hasta ahora y fueran felices para siempre. Apunta la navaja a la vena en su muñeca y cuando está listo para despedirse de la vida y darle la bienvenida a la paz, de pronto una luz iluminó todo a su alrededor extrañado levantó su cabeza y la luz era tan cegadora que entrecerró los ojos de tan fuerte que era la luz, algo había entrado a su habitación.

Cuando la luz ya no era tan fuerte abrió los ojos de nuevo y lo que vió lo dejó sorprendido, era un chico con unas enormes alas blancas, vestido de pies a cabeza totalmente de blanco y una belleza única que lo miraba con una cálida sonrisa en su cara mientras se acercaba lentamente a Jimin dando un aura de tranquilidad y calma.

Mientras el joven ser divino se acercaba a él, le extendió su mano para que Jimin le diera la navaja que estaba a punto de pinchar su vena y acabar su vida, Jimin temeroso le dió la navaja cerrando los ojos de nuevo, esperando un insulto o una burla de parte de la persona que tenía frente.

–Jimin no tengas miedo no te haré daño soy tu ángel guardián, me llamo Min Yoongi y soy un ángel protector.

–M...mi...mi ángel guardián? En verdad eres un ángel de eso que viven en cielo? ¿Po... porqué es..s.. estás aquí? – preguntó confundido Jimin con los ojos cerrados mientras seguía llorando.

El joven angel caído, que era un ser noble y de luz, desapareció la navaja y extendió su mano hasta la mejilla de Jimin para secar sus lágrimas y acariciar con cariño y cuidado a su pequeño niño.

Él sorprendido abre los ojos y sigue viendo la sonrisa en el joven angel Yoongi y con otra pregunta en su cabeza le dice:

–¿Porqué haz venido?

Yoongi aún con una sonrisa en su rostro le respondió:

–Soy tu ángel de la guarda que te acompaña desde que naciste, vengo porque te he estado observando y ví que quieres suicidarte y mi deber es evitar todo daño contra tí ya sea de tus propias manos.

Jimin escuchando lo que dijo siente que por fin alguien se preocupa por él haciendo que más lágrimas salga sin su permiso de sus ojos y un puchero en su boca.

–Y...yo soy un estorbo para todos y cre...creo q...que es mejor si muero, nadie me quiere – llorando mientras bajaba la cabeza, no quiere que Yoongi lo vea así.

–Jimin no estás solo ni desamparado me tienes aquí contigo siempre así que no tienes nunca más que volver a pensar así de ti porque no eres un estorbo ni mucho menos, no quiero que vuelvas a atentar contra tu vida porque eres un ser maravilloso y hermoso, no vuelvas a llorar y menos por cosas que no merecen tus lágrimas. Yo estoy para entenderte, apoyarte y sostenerte en mí puedes confiar siempre te protegeré y amaré porque mi único deber es que siempre sonrías y amarte a ti mismo por sobre todas las cosas, eso es lo más importante que debes aprender.

–¿Prometes no dejarme solo? –le dijo Jimin porque tenía miedo de que todo fuera un sueño.

–Te prometo que no estarás más solo, además nunca lo haz estado porque desde el momento en que naciste yo ya estaba a tu lado cuidándote y amándote en secreto. –dijo Yoongi mirándolo con amor y con un poco de nervios.

Jimin con lágrimas en sus ojos y una sonrisa adornando sus labios, abrazó al joven ángel dándole las gracias por quedarse a su lado y por amarlo desde su nacimiento, Yoongi lo abrazó devuelta dándole un beso en la frente ambos quedándose así hasta que anocheció.

–Jimin quiero que me prometas que nunca volverás a hacer lo que ibas a hacer porque si me entero me enojaré bien feo y no quiero enojarme contigo mi hermoso niño.

–Te lo prometo mi ángel Yoongi, gracias por siempre estar a mi lado Yoongi, te quiero.

Jimin le da un beso en la mejilla a Yoongi haciendo que éste se sonroje en el proceso. Cuando Jimin nació a Yoongi se le encomiendo la tarea de ser su ángel guardián y cuando lo vió por primera vez en si cuna quedó totalmente enamorado de Jimin y al ver que el amor de su vida intentaba quitarse la vida sintió que una parte de su alma se quedaba sin aliento y aunque tenía prohibido mostrarse a su protegido ese día Yoongi pidió de rodillas a su superior un permiso que le otorgara mostrarse a su persona y detener algo de lo que podría atormentarse toda la vida y que por suerte pudo prevenir.

–Sin ti yo no existiría Jimin tú eres el motor de mi vida, el oxígeno que respiro cada minuto y segundo y cuando vi que querías matarte me sentí devastado y gracias a Dios que pude detenerte de hacer ese error.

–Gracias por amarme incondicionalmente aunque ahora no pueda decirte que te amo espero que con el tiempo pueda llegar a amarte como te mereces lo que sí puedo decirte es que te quiero mi Yoongi.

Ambos están acostados en la cama de Jimin abrazados mientras se prometen amor eterno, la carta que Jimin había escrito antes había sido destruida por Yoongi y todo lo malo que pudo haber sido la vida de Jimin ahora con la llegada de Yoongi su ángel guardián cambiará a ser una vida llena de amor y paz, lo que siempre llegó a soñar Jimin con tener en su vida.

FIN.

ოꭚ 𑜅ͷ𞥀ꞓƖ - OS YɔⱺͷოɩͷDonde viven las historias. Descúbrelo ahora