María: La última.

¿Cómo empezó todo?

Allá en el lejano mar primigenio, la vida surgió paso a paso y de forma tan lenta, que la madre naturaleza y las fuerzas superiores se permitían experimentar con los componentes y sus productos. No era extraño que surgieran abominaciones de forma ocasional, pero entre todas esas criaturas se necesitaba una cuanto menos que viviese lo suficiente para custodiar todo.

Fuese el toque de la mano de dios, o fuese la ayuda de una raza alienígena, se sabe que alguien tocó las aguas del mar primigenio y un centenar de criaturas con un cuerpo gelatinoso y transparente, emergieron. Eran débiles, fácilmente morían entre las fauces y garras de las otras criaturas que los rodeaban, pero con cada suceso iban aprendiendo, sus memorias guardaban todo dato, sonido e información que recibian a través de los sentidos básicos.

Pero no morían  causa de vejez, o enfermedad, como pasaba con el resto de seres. Estos lograban vivir incluso siglos hasta que eran devorados por alguien más, y de esa forma se transmitieron sus enseñanzas entre si.

Pasarían millones de años hasta que aquellas criaturas se convirtieran en lo que hoy conocemos como cambia-formas.

Más tarde serían bautizados como "Medusas".

Los primeros en lograrlo fueron los chimpancés, los monos tomaron una forma humanoide inconfundible que les permitia adaptar el medio a sus necesidades, así que las Medusas en su calidad de aprendices, los imitaron. Pieles claras y cabellos cenizos caracterizaban esta especie. Eran modestos, reservados, pero eventualmente se convirtieron en la mayor fuente de saber que poseía el mundo en aquel entonces.

Quien diría que cientos de años después de alcanzar el comienzo de su cenit, empezarían a ser exterminador por la ambición de las otras especies.