— ¿Y Kaoru? —preguntó Daisuke—Fui a buscarlo a su habitación pero no lo encontré.
—Debe estar con David. Le pedí que fuera por él. Anoche Kaoru estaba muy alterado, pero no quiso decirme qué le ocurría —respondió Kirin.
—Últimamente David y él se han vuelto muy cercanos. ¿Crees que sea algo bueno?
—Quiero creer que sí. No he podido contactar a sus padres todavía. Tampoco a la familia de Patrick.
—Debe haber algo más adentro de la casa que nos impida comunicarnos al exterior, ¿pero qué será?
Kirin se rascó la nuca. —No lo sé. Voy a seguir buscando, pero creo tener una idea.
Daisuke no quería irrumpir en las ideas que su esposa estaba creando en su cabeza. Confiaba plenamente en que encontraría algo, mientras, Yoshimura y él seguían revisando entre los resultados de las pruebas de Kaoru una explicación a la potenciación tan repentina de sus feromonas.
—Ayer vino Kojiro, ¿verdad?—dijo el padre de Kaoru.
—Sí. Vino a pedirme ayuda para una de sus compañeras que está enferma —respondió ella con el entrecejo fruncido.
— ¿De verdad?
Kirin asintió.
Daisuke, a diferencia de Kirin, no desconfiaba tanto del muchacho. Sabía y sospechaba que algo ocurría entre su hijo y él. No sabía precisamente qué, pero sospechaba que el destino, los investigadores o alguien más, estaban haciendo de las suyas.
—Sé que no quieres a ese muchacho, pero no creo que sea alguien de quien tengamos que preocuparnos —dijo Daisuke—. Kaoru confía en él, y él no confía en nadie, ni siquiera en nosotros.
Kirin miró a su esposo con el entrecejo fruncido nuevamente.
—Carla —dijo ella—, muéstrame resultados de Kojiro Nanjo.
—No hay resultados disponibles —respondió la máquina.
— ¿Cómo quieres que me fíe de él? Si ni siquiera Carla puede hallar nada sobre él. Ni siquiera sus resultados recientes de hospital están disponibles, y ese registro deben hacerlo obligatoriamente. ¿Por qué no puedo hallar nada?
— ¿Y no has considerado que tal vez el problema no es Kojiro, si no alguien más quien no quiere que encuentres su información?
Kirin levantó una ceja.
*
Era la hora del descanso y Kaoru estaba en su asiento mirando a través de la ventana. David había ido por comida para ellos dos. Esta vez el amigo de Suha sí había asistido, entonces el coreano no estaba con ellos. Gandhi estaba de niñero nuevamente con los hijos de sus compañeras. Era verdad que todo el equipo era un mal equipo de seguridad, pero eran adolescentes después de todo, y habían crecido de la misma manera que Kaoru en cierta manera: aislados del mundo, sin conocer a nadie más que a ellos mismos.
El pelirrojo llegó nuevamente al salón. Kaoru lo miró con una pequeña sonrisa.
—No sabía qué traerte, así que traje todo lo que combina con tu cabello y tus ojos —dijo David.
Sobre su escritorio dejó varios sándwiches de fresa, panes al vapor, incluso le llevó dulces de miel y otras cosas.
—No sé si te dejan comer el día de hoy, pero nadie se va a enterar —prosiguió.
—Gracias —respondió el pelirrosa aún con una pequeña sonrisa.
—Si me dices qué cosas te gustan, puedo conseguirlo para la tarde.
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Proyecto Sakurayashiki || OMEGAVERSE
FanfictieEn un mundo egoísta y horrible donde los géneros secundarios pesan más que cualquier otra cosa, las coincidencias no existen, todo está planeado, nada es un accidente. ¿Pesará más el destino o la fría planeación de cada pequeño detalle? Kaoru y Ko...