El escape perfecto

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En una casa solitaria muy lejana en donde usualmente, llegaban inquilinos a dormir o a quedarse un tiempo, cerca de ahí, cómo unos cuantos metros vivía una gran familia

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En una casa solitaria muy lejana en donde usualmente, llegaban inquilinos a dormir o a quedarse un tiempo, cerca de ahí, cómo unos cuantos metros vivía una gran familia. La familia estaba conformada por seis personas, un hijo, llamado Fernando, tres hermanas llamadas; María, Dayana y Nathaly, la madre llamada Mariana y su nieto Elías. Aquella familia era muy humilde, aunque tenían un problema en común. Los hijos de Mariana siempre andaban metidos en líos, y cuando eso pasaba se armaban muchos problemas entre ellos. Un día Nathaly, la hija menor, decidió explorar las calles de su barrio, a ella jamás se le había permitido salir de su hogar. Su hermana Dayana, quien estaba al cuidado de sus hermanos menores, estaba al pendiente de cada paso que ellos daban. Ella solía estar de mal humor todo el tiempo, decía que tenía muchas obligaciones.

Aquel día cuando Nathaly quiso aventurarse por las calles, se encontró con unos amigos de la escuela, que al instante la reconocieron. Todos estaban muy sorprendidos de verla fuera de su casa, incluso se burlaron de ella diciéndole que se cuidara porque en las calles pasan muchas cosas malas y una niña como ella no debería estar fuera de su "escondite". Nathaly se sintió muy triste y confundida. Sin embargo, siguió su camino. Ella se dirigía hacia una biblioteca, pues su mayor anhelo eran los libros. Más tarde, Mariana en su trabajo, llamó a Dayana como era de costumbre, para preguntarle cómo iba el día con sus hermanos. Al percatarse de que Nathaly no estaba, Dayana se desesperó, ya que su hermanita siempre es la primera en manifestarle su presencia a su madre. Luego de esto, Dayana le miente a su madre,  diciéndole que Nathaly se había quedado dormida haciendo sus tareas, Mariana no le tomó importancia a ese imprevisto inusual y siguió con sus labores.

 Luego de esto, Dayana le miente a su madre,  diciéndole que Nathaly se había quedado dormida haciendo sus tareas, Mariana no le tomó importancia a ese imprevisto inusual y siguió con sus labores

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Las hermanas salieron a buscar a Nathaly mientras que Fernando se quedó al cuidado de su sobrino Elías. Dayana estaba muy preocupada ya la ves furiosa, fue preguntando de casa en casa si alguien había visto a su hermana. María por otro lado, llegó hasta un parque donde pudiese estar Nathaly, pero no encontró a nadie. Ellas no tenían ni la menor idea de dónde podría estar su hermanita, pues nunca se interesaron por sus gustos. Jamás se imaginaron que Nathaly sintió una gran pasión por la lectura y peor aún que hogar algún día saldría de su en busca de ella. Cada vez se hacía más tarde y mientras María y Dayana buscaban a su hermanita, Nathaly había encontrado una biblioteca pequeña, en ese lugar laboraba su propia madre y ella sin saberlo, se aventuró eufórica por el lugar. Mariana se encontró en el segundo piso, registrando los datos de nuevos libros que han llegado. Mientras que en el primer piso se encuentran su hija menor, preguntando si podía tomar algunos libros para leerlos en el descanso que estaba junto al pasillo. 

Una trabajadora muy amable, le alcanzo distintos libros que podrían ser de su agrado, ella los tomó con agradecimiento y se sentó junto a una pequeña mesita de paso. En la casa de esta familia ya todos estaban agobiados, Dayana ya había avisado a todo el barrio y en conjunto se unieron a la búsqueda. Ella estaba desasosegada, no sabía qué hacer, pero tampoco quería llamar a su madre, pues siempre había sido muy estricta y el cuidado de sus hermanos era lo más importante. Su orgullo de que su madre se avergonzara de ella al cometer un error no la dejaba concentrarse. Varias veces María intentó convencerla de llamar a su mamá, al contrario, Dayana se irritaba culpándola de que también ella estaba en casa y por qué no se percató del suceso.

 Varias veces María intentó convencerla de llamar a su mamá, al contrario, Dayana se irritaba culpándola de que también ella estaba en casa y por qué no se percató del suceso

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Fernando, por otra parte, al ver tanta turbulencia, desde casa, decidió tomar el teléfono de Dayana a escondidas. Llamó a su madre y se lo contó todo. Su madre, impactada bajo las escaleras derribando a los empleados que imposibilitaban su paso, gritando a todo pulmón que su hija se había extraviado. Nathaly estaba muy concentrada en su lectura, no obstante, al escuchar los ruidos tan escandalosos, pudo reconocer aquella voz, la posibilidad de que esa voz que escuchó fuera de la de su madre era casi imposible. Solo para salir de la duda, que según ella era totalmente inviable, decidió asomarse un poco. Cuando vio a su madre se asombró muchísimo, un empleado se percató de aquello y le pareció algo sospechoso. Nathaly se escondió en un pasaje donde se guardaban algunos libros antiguos. El empleado, fue en busca de Mariana, le dijo que creía que era su imaginación pero que había visto a una niña sola leyendo en los pasillos. La madre, salió apresurada a buscarla y cuando la vio, abrió tanto los ojos de la sorpresa que se llevó.

 Finalmente, Mariana se encontró muy indignada, pero a la vez confundida, llegaron a casa y para ese entonces ya sostenido una charla donde, Nathaly le explicaba su amor por la lectura y cómo tanto encierro la estaba atormentando. Mariana llegó caminado de la mano con Nathaly, cuando Dayana se percató, se tornó blanca como un papel. Todos ingresaron al hogar, y esta madre les dio una gran lección, diciéndoles que no es más importante el trabajo ni estar vigilando todo el día a los hermanos. Les mencionó qué hay que estar ahí en todo momento, pero de una manera distinta, por ejemplo; preguntando o conversando qué es lo que les hace feliz a cada uno de ellos, que les agrada hacer en los tiempos libres, entre otras cosas. No restringir nada con reglas absurdas, más bien, entender que cada uno es un mundo distinto y todos tienen diferentes gustos. Si nadie habla de sus sueños, irán por él, es mejor que todos sepan lo que quieren con el corazón en el lugar de ocasionar un lío. Todos los hermanos se abrazaron prometiendo que desde ese momento todo iba a ser diferente.

 Todos los hermanos se abrazaron prometiendo que desde ese momento todo iba a ser diferente

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Moraleja

 La presión puede ocasionar muchos problemas. No es necesario hostigar a las personas que amamos con la excusa de protegerlos. A veces ignoramos los sueños y metas de nuestros seres queridos. En el caso de esta familia, la hermana mayor, estaba tan cegada en asumir una responsabilidad de manera estricta sin siquiera preguntar cómo se sentían sus hermanos. Agobiada por el peso, no sabía de qué manera actuar para quedar bien ante su madre. Por tal razón, este cuento deja una enseñanza muy significativa. Y, es que debemos aprender a escuchar, sobre todo a conocer las preferencias de quienes están a nuestro alrededor. De tal manera, podremos ayudarlos a cumplir sus sueños y no ser un obstáculo que les imposibilite alcanzarlos. Estar al pendiente de las personas que queremos es la mejor manera de compartir lo que nos mueve a cada uno. Ser empatices unos a otros es la clave para comprender y apreciar lo que cada quien anhela con el corazón

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⏰ Última actualización: Nov 23, 2021 ⏰

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