Yugen

D i s o c i a r

Tomaba mi pequeña cabeza entre mis manos mientras empezaba a ver distorsionado. Un pequeño dolor de cabeza se asomaba por la puerta y una voz susurraba tranquilamente que ahí estaría para cuidarme. 

Dichosa sea esa voz que me ha acompañado hasta ahora para protegerme, que aunque no sepa que está sucediendo o el porqué, siempre está allí para salvarme. 

Poco a poco entrego mi cuerpo a quien sea que me esté abrazando en este momento, a la vez que siento que el mismo flota en algún lugar y mi cabeza se vuelve tan suave y liviana como el algodón de azúcar. 

Todo se vuelve negro para mi... ¿O para nosotros? 

No sé quién soy, pero no me importa, podría ser yo, pero soy otra persona, ¿O esa otra persona que controla mi cuerpo ahora? También podría ser ella o tal vez nadie. 

Decido dejar todo en sus manos y cierro mis ojos hasta que todo se vuelve negro, en donde no hay calor ni frío, no hay sufrimiento ni recuerdos que repasar. Abro los ojos.

¿Qué sucedió?