Mariposas de oro +18 (Tian Guan Ci Fu fanfic)

Mariposas de oro - Capítulo único.

 (Ésta historia contiene escenas de sexo explícito entre hombres)

Xie Lian camina tranquilamente por los pasillos del palacio de la Ciudad Fantasma rumbo a sus aposentos. Es un poco tarde en la noche y todo está bastante tranquilo siendo sólo sus pasos los que rompen el silencio. Cuando llegó, Hua Cheng ya le estaba esperando.

Tumbado en la cama, recostado sobre las almohadas apoyado en su codo, jugueteaba con un mechón de pelo entre sus dedos. Cuando vio aparecer a Xie Lian se levantó apresuradamente para recibirlo estrechándole entre sus brazos. Hua Cheng le agarra fuertemente por la cintura y le besa tiernamente en los labios inundando así a Xie Lian de una familiar y agradable sensación de calidez.

Cuando se separan, Xie Lian está ligeramente sonrojado lo que hace sonreír a Hua Cheng.

- Tengo algo para ti – anuncia Hua Cheng apartándose y yendo hacia la cómoda.

Xie Lian está sorprendido y algo contrariado. ¿Un regalo? ¿Por qué? No es su cumpleaños y tampoco haly ningún acontecimiento que celebrar. Perdido como estaba en sus propios pensamientos apenas se había percatado de que Hua Cheng había vuelto a su lado con una caja de madera oscura y tamaño medio en las manos.

Al verle con el ceño fruncido, Hua Cheng deja escapar una pequeña carcajada. Cuando Xie Lian vuelca toda su atención en él al oírle reírse, le tiende la caja. Xie Lian quita la tapa y observa lo que hay dentro. Para su sorpresa, a simple vista no sabe muy bien lo que es. Intrigado lo toma entre sus manos y lo saca de la caja alzando los brazos frente a él para poder verlo con claridad.

Un tintineo suena conforme sale de la caja. Ahora que ya está totalmente estirado, ve que son una serie de cadenas de oro muy finas entrelazadas entre sí. En varios puntos hay unos pequeños adornos con forma de mariposa de los que cuelgan unas perlas rojas con forma de lágrima.

Xie Lian, sin bajar las manos, alza su cabeza para mirar a Hua Cheng. Éste le está observando con una sonrisa torcida en los labios y fuego en los ojos.

- He pensado que te quedaría bien. - le dice a Xie Lian mientras le acaricia suavemente del pecho a la cintura con la yema de los dedos.

Xie Lian se ruboriza y vuelve a dejarlo en la caja. Acto seguido le pone la tapa y la toma entre sus manos. Sin decir nada se gira sobre sus talones y le da la espalda a Hua Cheng. No sabe qué o cómo responder así que espera ganar algo de tiempo de esta manera.

- Voy a ir a darme un baño – dice detrás de él. - ¿Me acompañas?

Xie Lian se estremece. Cierra los ojos por un momento y respira profundamente. No quiere que su voz tiemble y le traicione en este momento. Con toda la tranquilidad que es capaz de reunir se gira y muestra la más agradable de sus sonrisas.

- Claro. Adelántate, voy enseguida.

Hua Cheng sonríe y tras hacer una leve inclinación de cabeza a modo de aceptación desparece tras la puerta.

Una vez solo, Xie Lian deja la caja en la cama y se pone a dar vueltas por la habitación, lo suficientemente alterado como para ponerse a debatir consigo mismo en voz alta. Cuando por fin se calma, se acerca a la caja y la abre. Observa el oro brillar desde dentro del receptáculo. Se muerde el labio y suspira. Acto seguido comienza a desvestirse.

***

Hua Cheng está metido en la bañera, tumbado con la nuca apoyada en el borde de tal manera que el agua le llega hasta la barbilla. El tamaño de la bañera es tan grande que casi parece una piscina ya que está excavada en el propio suelo de la habitación.