Parte Única

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— Soy un burro.

— ¡Ja! y yo todo este tiempo pensando que eras un ciervo.— Alastor miro con completo odio a su amigo. 


Iba a partirle la columna.


— Querido amigo, te recomiendo cuidar tus palabras, porque como veras ¡No estoy de humor, ja ja! — dijo con una sonrisa el pelirrojo.


Husk por su parte no dejo de observarlo con burla, ver sufrir al hijo de perra de Alastor era su comedia diaria y su favorita. Dentro de esa chistosa metáfora, podría decir que sus capítulos favoritos eran cuando Al la cagaba y se llevaba un escarmiento con los infinitos pensamientos que lo rodeaban por nadie mas y nadie menos que su novio; Angel Dust.

Si lo pensaba bien, aun no entendía como ese par tan diferente habían terminado como pareja, pero mientras los malditos no lo jodieran, el estaría tranquilo y feliz.


— ¿Qué tan malo podría ser lo que hiciste ahora? — preguntó con curiosidad.


Alastor le dirigió una mirada llena de duda, terminando por ceder ante el demonio gato y enseñarle que es lo que había arruinado ahora.


— Angel me dio esta... cosa, hace unos días.— mostró el aparato frente a su amigo.

— Un HellPhone entonces ¿y? 

— Pudimos mantenernos en contacto mientras el trabaja lejos con su familia, de esta forma no tendría que estar interfiriendo en las zonas radiales de toda el área y ponerlo en peligro.— Husk asintió lentamente mientras limpiaba un vaso.


Aun recuerda el día en que el ex-actor porno entro de una patada al hotel, completamente lleno de sangre, con la ropa llena de agujeros de balas y lanzándole un zapato a Alastor (que termino dándole de lleno en la cara a Vaggie) 

Todo porque unos tipos escucharon la interferencia en sus propias radios y el ataque sorpresa de la familia Cacciatore que era dirigida por Angel fallo estrepitosamente.

Jaja, fue divertidísimo ver la cara casi roja de Angel Dust y a Alastor yendo tras el prometiéndole un nuevo traje.


— Bueno hijo de perra, esa historia me la se, la pregunta es ¿Qué hiciste? Dudo mucho que hayas sobre explotado el almacenamiento con el viejo porno de tu noviecito— Se carcajeó, aunque luego el silencio iracundo del overlord lo descoloco.

Lo miro casi consternado.

— ¡Lo sobrecargaste con su porno! — gritó sorprendido.

— ¡Claro que no ebrio estúpido! ¿Por qué demonios haría esa estupidez?— el demonio de la radio estampó las manos sobre la barra, acercándose de forma amenazante al bar tender.


Husk pensó seriamente si hacer un chiste mas valdría tanto la pena como para perder la vida.

Al carajo, molestar a Alastor lo valía todo.


— Mmmh, la soledad.— fingió pensar y respondió, con una sonrisa burlona adornando su rostro mientras movía su mano de arriba a abajo ante la descolocada mirada del demonio menor.

Cellphone [OS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora