Confusión

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Te encontrabas recostada en una suave cama, tu cuerpo se mantenía envuelto entre sábanas blancas cubriendo tu desnudez. Tu cabeza palpitaba por el fuerte dolor que estabas sintiendo, estabas abrumada y lo peor es que no recordabas nada de lo ocurrido la anoche anterior.

Abriste con pesar tus ojos teniendo que volver a cerrarlos al instante por los rayos del sol que se colaban entre las cortinas de las ventanas. Parpadeaste varias veces para que tus ojos pudieran mantenerse abiertos y enfocarán en que lugar estabas.

Fue ahí que cientos de imágenes comenzaron aparecer en tu mente recordando que la noche anterior habías estado bebiendo más de la cuenta para celebrar que habían concluido con éxito una expedición a las afueras de las murallas, más que nada ese había sido un pequeño regalo por parte del comandante Erwin Smith para que se relajarán aunque fuera por una noche.

La cosa no terminó ahí, ya que sin estar en tus cinco sentidos comenzaste a bailar delante de todos los soldados junto a Sasha, Historia y Hange que te siguieron el juego. Sin embargo con el pasar de los minutos el baile se fue tornando más sensual y provocativo, con pasos lentos te fuiste acercando hacia el capitán del cuerpo de exploración todo bajo la atenta mirada de tus compañeros y líderes que te miraban sorprendidos por tal atrevimiento, éste al verte ni siquiera se inmutó, su rostro reflejaba indiferencia mientras tomaba una copa de vino pasando su mano derecha de manera lenta como si estuviera analizando cada uno de tus movimientos.

Ya entrada la madrugada la mayoría de los soldados se habían quedado dormidos unos en sus respectivas habitaciones y otros estaban tirados en el suelo o en la mesa. Tú mientras tanto te encontrabas en la habitación de tu capitán devorando con fiereza sus labios, sus cuerpos tan calientes chocaban con fervor disfrutando el rozar de sus pieles sudorosas. El deseo, la lujuria, y la pasión era todo lo que estaba presente en ese lugar.

Levi te mantenía arrinconada entre la fría pared y sus fuertes brazos rodeaban tu cintura. Sus duros pectorales chocaban de vez en cuando entre tus pechos erizando cada fibra de tu ser debido a que su camisa estaba abierta. Podías sentir su gran erección en tu plano vientre encendiendo más la llama del deseo.

-Muy bien mocosa te gusta provocarme, pues ahora te atendras a las consecuencias.

De un ágil movimiento Levi te despojó de cada una de tus prendas dejándote desnuda ante él. Él al verte tan expuesta se relamió los labios lo estabas calentando más de la cuenta con tan solo ver tu desarrollado cuerpo, te miraba con tanta lujuria y por extraño que pareciera quería dejar grabado en los más profundo de su mente esa bella imagen de ti. Con algo de rudeza el Ackerman te fue dirigiendo a la cama hasta que caíste en el suave colchón posicionandose al instante sobre ti.

Sus labios volvieron a unirse en un desesperante y asfixiante beso haciendo que sus húmedas lenguas se encontraran danzando juntas al compás de sus agitadas respiraciones. Lentamente su boca fue descendiendo hasta llegar a tu clavícula dando leves mordiscos dejando que tu piel se tornará de un color rojo intenso. Después bajó a tu cuello donde proporcionó húmedos besos comenzando a succionar dejándote pequeñas marcas rojizas que pronto se convertirían en varios chupetones.

Tú jadeabas y gemias por sentir tan exquisita sensación, sus labios eran tan suaves que era como si te acariciara con sus delgados dedos. Rápidamente llegó a tus pechos introduciendo tus pezones a su boca sintiendo como su saliva mojaba por completo tu aureola cubriendola de ese líquido transparente, Levi estaba tan concentrado succionando esa parte tan sensible de ti que no pudiste evitar que de tu boca comenzarán a salir fuertes gemidos haciendo que se escucharan por cada rincón de la habitación.

-Mas vale que te calles ¿acaso quieres que todo mundo se entere de lo que estamos haciendo?

Levi te miraba algo molesto por lo ruidosa que eras, tú cubriste con ambas manos tus labios para que ya no se te escaparan mas gemidos. EL Ackerman repartió cortos besos en tu abdomen bajando hasta tu húmeda intimidad, sin perder mas el tiempo introdujo uno de sus dedos en tu interior abriendose paso entre tus resbaladizos pliegues llegando hasta lo mas profundo de ti. Levi comenzó el vaivén de adentro hacia fuera incrementando su velocidad con el paso de los minutos mientras que su pulgar daba atención a tu hinchado clítoris.

Relato De Una Noche De Pasión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora