Ximena, la chica andante...

1K 24 1
                                    

No lo podía creer... Ximena había llegado antes de lo planeado. Antes de que ella se acercará a mi, mi puse a replantear toda mi vida.

Es sorprendente lo que uno piensa antes de ser aplastado como a un insecto.

Entonces Ximena se quitó los zapatos y los mando cerca de donde me encontraba.

El miedo me paralizó y no pude hacer nada. ¿Cómo era posible que una chica de secundaria fuera así de enorme? Y peor aún, que esa fuera mi forma de morir.

 ¿Cómo era posible que una chica de secundaria fuera así de enorme? Y peor aún, que esa fuera mi forma de morir

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Entonces quedé debajo de su pie. Ximena estaba usando pantimedias negras, todavía usaba su uniforme y eso fue lo último que ví de ella.

En esos segundos, su pie lentamente fue cayendo donde me encontraba. Ya estaba perdido...

Quedé debajo de su pie, solo podía sentir la presión de todo su peso caer en mi cuerpo... No podía pensar en otra cosa... Algo que me percate mientras estaba siendo aplastado, fue de el olor que tenía su pie. Era algo único. Yo me había imaginado por años este tipo de olor... Era mágico y se que era algo que nunca iba a experimentar de nuevo... Claro ya saben porque.

Estar debajo de si pie, no era tan malo. Su pie estaba encima de mi, y lejos de sentir un poco de dolor, me empecé a sentir un poco... ¿Emocionado?

Abrí un poco los ojos y lo único que veía era su media oscuro encima de mi. El único aire que podía respirar era su magnífico y sorprendente olor. Me imaginaba que había hecho Ximena para que su pie tuviera ese olor... Ya sabes... Es algo que no se puede describir con palabras... Solo con imaginación.

El olor era comparable con sus demás hermanas, no sabría cuál elegir... Por un lado Ximena me estaba aplastando y pegando más y más su pie. Mi cuerpo sintió poco a poco toda la presión del peso...

No me había imaginado que a José le gustará esto... También me gustaba... Pero no así... Yo quería vivir... No quería terminar de ese modo...

Fueron los 10 segundos más largos de toda mi vida... Y de pronto...

Sentí como el pie de Ximena se alejaba de mí, por fin podía... ¿Respirar?

Poco a poco fui recuperando mis fuerzas hasta que me di cuenta que aún tenía su pie enfrente de mi, pero el suelo ya no estaba en mi espalda.

Diego: ¡OH POR DIOS! ESTOY PEGADO EN SU...

Y Ximena dió otro paso. Así es, lo inimaginable había sucedido, estaba pegado al pie de Ximena. No sé con qué fuerza me había pisado que me pegue a su pie. Con ese otro paso que dió, volví al... ¿Paraíso? No sabía cómo describirlo. Otra vez me encontré siendo pisado mientras Ximena se acercaba a su cama, (o eso creía yo)

Todo mi cuerpo se sintió pesado, pero gracias a los pasos que daba Ximena, podía respirar o recuperarme un rato.

Diego: ¿Pero que está haciendo está tipa?

Ximena

Había sido un día largo. Casi no tuve clases, así que jugué un rato con mis amigas. Jugamos baloncesto y luego caminamos por toda la secundaria. Nos dejaron salir temprano así que paseamos por el parque y hablamos. Todo fue fabuloso.

Ahora estoy en casa. Primero entre y no ví a nadie en casa, así que tenía casa sola.

Ximena: Bien, podré jugar y hacer lo que quiera aprovechando que no están.

Subí a nuestro cuarto y me sentí aliviada de estar en casa para descansar.

Ximena: Al fin en casa. Ya no aguanto estos zapatos.

Los lance cerca de la cama. Quería acostarme un rato. Un pequeño descanso no cae mal.

Seguí mi camino hasta que llegue a la cama.

Ximena: (en su mente) ¿Puse algo? Se siente extraño... Pero me gusta. Supongo que es una basurita del piso.

Estaba a punto de acostarme pero recordé que mis audífonos y teléfono se encontraban en la mesa. Entonces cambie mi curso, fui a la mesa, tomé mi teléfono y mis audífonos Bluetooth y me puse a escuchar música.

Ximena: Bien, ahora a descansar.

Y ahora volví a la cama para sentarme.

Diego

Ximena estuvo caminando por todos lados. Ella ignoraba que me encontraba en su pie. Por dios, cada paso que ella daba era doloroso... Pero me sentía algo extraño....como si fuera algo interesante (exitante).

Paso un rato (para mí) hasta que Ximena parecía que se había sentado.

Diego: Está tipa... Se sentó....no sé acostó...

Ella aún tenía sus pies en el suelo. No podía saber que estaba haciendo porque aún estaba pegado a su pie.

No sabía si eso era posible... Tal vez por el sudor....o algo más... Pero se sentía más extraña de lo normal.

Trate con todas mis fuerzas quitarme de allí, pero no podía.

Entonces de la nada se sintió que Ximena estaba moviendo sus pies.

Yo estaba en el pie de arriba, así que el piso ahora era su otro pie

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Yo estaba en el pie de arriba, así que el piso ahora era su otro pie. Era ridículo lo que me estaba pasando. Ahora estaba rodeado por su aroma. Y para arrematar, ella frotaba sus pies, y ya saben lo que significaba...

Todo mi cuerpo (literalmente) estaba siendo cubierta por su olor... Su sudor... Por todo lo que ella quería.

Diego: Pero ¿En qué está pensando Ximena...?

Ximena

Me puse a escuchar música un rato. Quería acostarme pero mientras revisaba mis redes sociales, me quedé sentada en la cama. Era gracioso lo que podías encontrar en facebook... Por otro lado, seguía sintiendo algo en mis pies, pero lejos de querer quitarmelo, lo deje porque se sentía bien. Me gustaba y empecé a frotar mis pies para sentirlo mejor. Se sentía como un masaje.

Entre la música, las redes sociales y el masaje, me quedé sentada un rato mientras veía mi celular.

Diego

No sabía que hacer, estaba cansado de luchar y para colmo, Ximena me frotaba más y más... Estaba cansado, pero viendolo por el lado positivo, estaba cerca de sus pies, los pies de una chica...

Sabía que era peligrosa mi situación pero decidí dejarme llevar. Al fin y al cabo, ella nunca sabría que estoy en su pie.

Olí profundamente y me expandi más para poder disfrutar de lo que estaba pasando.

Diego: Vamos, ¿Que otra cosa saldría mal? Ya casi vuelvo a mi normalidad, solo debo quedarme cerca de aquí...

Si tan solo hubiera pensado que estaba en el pie de una chica algo rara... Y casi una adolescente...

Las Hermanas Gigantes De Mi AmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora