ᶜᵃᵖᶦ́ᵗᵘˡᵒ³⁴乡 ɪᴍᴘʟᴀᴄᴀʙʟᴇs ᴄᴏɴғᴇsɪᴏɴᴇs: ʟᴀ ᴠɪᴠᴀ ɪᴍᴀɢᴇɴ ᴅᴇ ᴇɴᴄʜᴀɴᴛʀᴇss

267 30 14
                                    

Akira tomó una bocanada de aire y abrió poco a poco los ojos encontrándose con el techo de la sala de profesores

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Akira tomó una bocanada de aire y abrió poco a poco los ojos encontrándose con el techo de la sala de profesores. Seguía aún tumbada sobre el sofá de la susodicha sala, pues hacía un tiempo ya que Present Mic prácticamente –y no exageraba– le había secuestrado de forma cruel e inesperada sin dejarle opción alguna en el pasillo diciendo algo como: «Yeah, mi preciosa Akira. Ryota me matará si no veo que te echamos un ojo: mejor te secuestro, are you ready?» y luego la agarró del brazo y cometió tal gesta.

Encima, todo esto ocurrió tras esa magistral y emotiva –que ya sabéis: nunca sucedió, o al menos eso debe decir Akira para que Kacchan no la degolle– conversación con el rubio explosivo en la azotea, aquel maldito estúpido que cada vez se abría más y más paso en su cabeza. Así que... ¿por dónde íbamos? Ah, sí, eso, que seguía allí tirada esperando a su siguiente hora de clases mientras le daba vueltas y más vuelta a absolutamente todas las condenadas dudas existenciales que pudieran surcar su indescifrable mente. Y por cierto, cabe resaltar que ningún profesor rondaba por ahí... no, de momento no... y se empezaba a aburrir mucho de no parar de pensar.

—¿Enserio? ¿Qué se supone que estoy haciendo todavía aquí? —cuestionó para sí misma. Maldita sea, ni siquiera Present Mic, el vil secuestrador, se encontraba allí. La joven demonio negó con la cabeza y se levantó dispuesta a marcharse cuando la puerta se abrió por arte de magia de pronto; vaya, parecía como si advirtieran sus acciones.

Midnight, era Midnight. La heroína profesional para mayores de edad vaciló, alzando una ceja en su dirección al ver a Akira retroceder y dejarse caer de nuevo sobre el sofá. De cierta forma, Midnight sentía esa especie de deseo por hacer que Akira volviera a ser Akira; sobretodo después de la conversación con Ryota... Mmm... sentía que una charla profunda se veía venir, una charla de chicas.

—Akira, ¿ya te ibas? —fue lo único que digo, ladeando la cabeza un poco y pasando finalmente al interior de la sala para dejar los libros entre sus brazos —. Aún queda un rato para tu siguiente clase.

Akira resopló.

—Sé que debería concentrarme en reponer mis energías tras el agotador fin de semana de resaca por culpa de volver a probar la maldita sangre, pero... —Midnight la observaba de reojo —, aquí dentro mi mente se abruma más que de costumbre. Soy inquieta por naturaleza, ni siquiera en este estado puedo simplemente esperar.

—Tu padre...

—Sí, lo sé, mi padre ha dicho que vaya con calma. Bla, bla, bla —asintió mientras lo decía y miró un punto fijo —. A veces me pregunto cómo mi madre consiguió dominar este condenado quirk.

Midnight soltó un largo suspiro y asintió levemente de espaldas a la joven demonio. Muy bien, ahí íbamos.

—Enchantress era como tú —terminó confesando, girándose y examinando su rostro. Se veía a la legua que ahora estaba más que confusa, intentando encontrar respuestas en la heroína que tenía en frente. ¿Iba enserio? ¿Como ella en qué sentido? Midnight dibujó una sonrisa en su cara por la nostalgia —. Yo la conocí aquí, ¿sabes? En la Yūei. Fue hace mucho tiempo, cuando tu madre se enfrentó a su familia y decidió hacer las pruebas de acceso para convertirse en una heroína.

𝙈𝙔 𝙃𝙀𝙍𝙊 𝘼𝘾𝘼𝘿𝙀𝙈𝙄𝘼 💥 ᴋᴀᴛsᴜᴋɪ ʙᴀᴋᴜɢᴏ̄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora