Un hogar para las dos

Capítulo 1 "El brillo hipnotizante de la Luna"

Era una radiante noche, una noche especial para todos los invitados de la gran fiesta de la familia Wright, pero sería más especial para dos jóvenes pues sería la noche en la que se conocieron.

La hija mayor de la familia Wright, Liz, se escabulló entre las personas que se encontraban charlando y bebiendo, hasta llegar al balcón más cercano. Ni siquiera trató de ocultar su enojo ni lágrimas ya que no estaba acostumbrada a hacerlo. El momento en el que llegó al balcón, ni siquiera la hermosa luna llena sobre ella logró calmarla.

Soltó el grito más visceral que pudo, sin preocuparse por los demás invitados en la fiesta. De alguna manera tenía que soltar toda la frustración que sentía en su interior. Todo- su bello vestido, peinado, emoción desde hace días, había sido en vano porque su madre (¡obviamente!) no confiaba en ella. No creía que era capaz, no tanto como su hermano. Se suponía que éste era el día en que se lo demostraría, sin embargo no todo salió como había planeado.

Aquella joven castaña había capturado la atención de otra chica, una con cabello rosa de nombre Yun, que había asistido a la fiesta como acompañante de alguien más, con el interés de crear más contactos y oportunidades para convertirse en quien quería ser. La joven de cabello rosa observó como la otra se había escabullido mientras lloraba e instintivamente la siguió hasta el balcón. Después de escucharla gritar no pudo evitar llenarse de preocupación.

— ¿T-Te encuentras bien...? — Yun le preguntó titubeando, con temor a la respuesta. Liz, con una expresión llena de enojo, le gritó.

— ¡¿Acaso me veo bien?! ¡Claro que no lo estoy!

— C-Claro, disculpa-

Yun sabía cuando no era querida, así que sin querer molestar más a la castaña decidió darse la vuelta e irse. Sin embargo, para su gran sorpresa, sintió como Liz la tomaba de su brazo para retenerla.

Liz no esperaba que la otra se fuera e inconscientemente tomó su brazo. Probablemente era su interior diciéndole que no quería quedarse sola, o porque quería que alguien la notara al menos. Tal vez ambas,

— ...Espera. — Fue lo único que murmuró, esperando a que la otra se girara para verla a los ojos y cuando lo hizo pudo ver que reflejaban la confusión que sentía. Evidentemente Liz no se disculparía pues Yun era la que la había irrumpido, pero había algo en ella... que le llamó la atención. — ¿Quién eres?

Bueno, esa definitivamente no era la reacción que Yun esperaba. A pesar que la pequeña chica delante de ella la miraba con el ceño fruncido y su tono sonaba demandante, pudo percibir que no estaba molesta y que incluso, a su manera, esperaba su compañía.

— Soy alguien que sólo vino a esta fiesta como acompañante de alguien más, en busca de mejores oportunidades. — Dijo en un intento de sonar misteriosa.

— Me refiero a tu nombre. Nunca te he visto por aquí ni escuchado de ti...

— Oh... Soy Yun. Vengo desde muy lejos, después de haber perdido a mi familia y hogar por una guerra, tuve que iniciar desde cero. Me ha llevado demasiados años y esfuerzo, pero aquí estoy, aún tratando de conseguir mi sueño.

Liz se perdió en los ojos violetas de Yun mientras ella hablaba, pues su mirada era una que nunca había visto. Sintió como su corazón se empezó a acelerar al darse cuenta, por primera vez desde que percibió la presencia de la contraria, que la chica de cabello rosa era... hermosa. Tal vez era el hecho que nunca había visto una chica de su edad, o la luz hipnotizadora de la luna llena, pero había algo Yun que la atraía. Tal vez era lo hambrienta que su mirada se veía... una ambición y fortaleza que Liz nunca podría ozar en tener.