Prólogo

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La sangre se esparcía por todo el suelo mientras los ojos del azabache lucían cada vez más opacos y poco a poco su vida se apagaba y los sollozos de sus dos amigos sonaban cada vez más lejos

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La sangre se esparcía por todo el suelo mientras los ojos del azabache lucían cada vez más opacos y poco a poco su vida se apagaba y los sollozos de sus dos amigos sonaban cada vez más lejos.

Sangre salía de su boca al igual que de su abdomen y su respiración se hacía cada vez mas agitada.

─¡Ray! No te duermas! Si te duermes será más difícil!─ dice la pelirroja abrazándolo cada vez mas fuerte como si temiera que cuando soltara un poco su agarre él se fuera.

El albino solo apretaba la herida temiendo por la vida de su mejor amigo.

-lo siento. . .- dijo mentalmente el azabache para luego cerrar sus ojos y caer en un sueño profundo.

A pesar de todo esto, estaba feliz. Estaba 9,99 % de que iba a morir ¿no era cosa de alegría? Poder ver a Yuugo, Lucas, Isabella y a su grupo de amigos que murieron por el en el pasado. . . a pesar del dolor infernal que estaba teniendo ahora solo se sentía calido.

Pasaron unos días, tal vez meses

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Pasaron unos días, tal vez meses. Sus ojos pesaban, no escuchaba nada. Es como si estiviera en un lugar pero a la vez en ninguno ¿eso se sentía estar muerto? Era tan calido. . .

De repende esa calidez se fue al tacho, sintio un frío enorme.

Ahora escuchaba ruidos demasiado fuertes.

Entonces abrió los ojos. . .

-esto . . . esto es una mierda!-

Sus manos eran chiquitas. . . y sus ojos no enfocaban bien, todo se veía borroso, simplemente opto por dormir de nuevo.

Paso el tiempo, todo era tranquilo, calentito ¿desde hace cuanto no se sentía así? Oh, desde el orfanato, después recogieron a norman. Escaparon, el imbécil de Ratri lo atrapó y le llevo a el campo de lucha, todo eso para entretener a los demonios, todos los días mataba a alguien para sobrevivir, incluso llego a matar a sus amigos más preciados. Guillian, zack, Don, Violet, Ayshe y Niguel, incluso mató a sus dos figuras paternas, yuugo y Lucas. Se sentía horrible, se sentía sucio. Se sentía como su madre, al principio se nego a ser igual que ella pero luego vio que eran totalmente iguales, capaces de matar a sus seres queridos por su bien. En todo ese tiempo se volvió el favorito de los demonios, sus ojos sin vida, su bonita figura, su inteligencia y su habilidad para matar lo hacían perfecto para ellos, lo hacían ser el platillo perfecto, no solo eso; también activaba instintos sexuales así que sí, varias veces fue agredido sexualmente. Todo esto hizo que la muerte pareciera la cosa más hermosa del mundo, pero no podía morir aunque quisiera, dos detalles se lo impedían, el primero era que había matado a personas importantes y sí el se suicidaba sus vidas abrían sido en vano, la segunda razón era que estaba siendo monitoreado ya que lo intentó una vez.

Fue entonces cuando el lugar explotó y un demonio aprovechó eso para provarle mientras todos estaban entretenidos en el incendio y las explosiones. Que manera mas patética de morir, siendo comido por un demonio . . .

Un sonido de impacto nubló su sentido dejándolo con un pitido insoportable.

Sangre de demonio salpico en la cara del azabache para luego caer al suelo junto al demonio ahora muerto.

No estaba sorprendido ni tuvo algún tipo de expresión, nada mas tenía pena, moriría pronto y la vida de sus conocidos no abría valido la pena.

─Ray eres tu!?─ gritó la pelirroja para luego abrazarlo en el lugar en el que estaba.

─Norman! ¡encontré a Ray!─ volvió a gritar la pelirroja para llamar la atención de su amigo.

─Ray!─ el albino apenas escuchó que lo había encontrado se apresuró a ir al lugar donde estaban pero halló una gran sorpresa Ray estaba muerto, sus ojos eran opacos y su piel era tan blanca que la podía comparar con la de un vampiro al igual que veía la sangre que salía de su abdomen .

─Emma. . . Ray esta─ se callo al ver que el azabache movió su cabeza hacia su dirección y parpadeo.

─¿vas a terminar tu oración?─ preguntó la pelirroja al ver que se callo sin terminar la frase.

─Ray esta herido─

─¿¡QUÉ!?─ la pelirroja empezó a ver el cuerpo de Ray, entonces no solo vio su herida si no también lo cambiado que estaba, se parecía a un muñeco, ya vio porque Norman se quedó callado cuando lo vio, perecía muerto, si no estuviera parpadeando diría que estaba muerto.

Entonces vio la gravedad de su herida, el maldito le había dado un mordisco, ¡ese imbécil se lo iba a comer vivo! La pelirroja empezó a llorar al ver lo doloroso que sería y que ya lo era, ella sufrió una herida grande, no tan grande como él pero igual le dolió como el demonio, empezó a escuchar la respiración casi imperceptible de el azabache, tan sólo parpadear como señal de vida le costaba.

El albino también se percató, así que empezó a hacer fuerza en la herida para que dejara de sangrar; pero quedando en un esfuerzo estúpido dado a lo grande que era la herida. una herida así era imposible de curar al menos con los equipos necesarios, se apresuró a cojer su woki toki para llamar refuerzos y para que trajeran los equipos necesarios, ya lo había encontrado, había sido difícil vivir sabiendo que su mejor amigo podía estar muerto y tan pronto como se enteró que seguía vivo se apresuró en su busqueda, ahora estaba con él,  a su lado ¿porque era así? Tan cerca pero tan lejos, le recordó a cuando eran niños. ¿¡Pero no podía dejar eso por una vez en su vida!? No quería perderlo, no de nuevo. Quería abrazarlo, verlo reír y estar a su lado, quería estar con él ¿¡acaso era demasiado pedir!?.

Simplemente se quedó como una ilusión que tenía cuando era niño, tan rápido como se ilusionó, igual de rápido quedó como solo eso, una simple ilusión.

Sintió una calidadez en su mejilla, había comenzado a llorar y Ray; aunque casi muerto, le empezó a acariciar para que no llorara, pero haciendo un efecto totalmente contrario dado que solo lo hizo llorar más.

Por su parte la pelirroja estaba en pánico, su razón de seguir estaba siendo derrumbada, el destino era horrible, eso estaba claro, nació para ser sacrificio, luego te enfrentas al futuro pero si te le enfrentas lo único que ganas son más enemigos, el mundo le quito a muchas personas de su lado ¿¡ahora le iba a quitar a Ray!?

El azabache estaba feliz, a pesar de que iba a morir a causa de una mordida de demonio estaba feliz, los pudo ver una última vez, eso era suficiente, tal vez, solo tal vez. Las vidas de sus amigos no habían sido en vano, se sentía feliz aunque su expresión no lo mostrara.

Entonces fue cuando cerró sus ojos y se despidió de el mundo, el mundo fue cruel, pero al menos decidió darle un regalo hermoso, tal vez no todo era malo.

El azabache abrió sus ojos, volvió a verlas, sus manos eran pequeñas. Todavía no sabía en que diablos se había metido, ¿acaso era un sueño después de la muerte?.

1202 palabras

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1202 palabras.

Que tengas buenos días, tardes y noches.

Segunda oportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora