XXIX. Contrarreloj

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La luna llena estaba a nada de llegar. Los días restantes pasaron y habían llegado al último antes de que el evento sucediera. El tiempo estaba a nada de alcanzarlos y los problemas no paraban.

Encontrar a la dama de la noche era demasiado complicado. No entendían por qué no la hallaban, Elizabeth y Christopher habían utilizado todos sus talentos para ver si lograban localizar una, sin embargo, parecía que habían desaparecido.

Tuvieron una reunión de emergencia la noche anterior, Jonathan había hablado con Erik, Sara, Beth, Chris y August, ya que al parecer la flor simplemente se había desvanecido. Fue entonces que Erik llegó a decir que en la noche que se celebró la última prueba de la tripleta lunar, sólo había una.

Su padre dijo que habían dejado sólo una para la prueba, sin embargo, ellas tendían a crecer de buena forma en las faldas de la montaña, no sabía que podría estar pasando.

August comenzó a desesperarse, si no lograban conseguir todo lo que necesitaban, algo podría salir mal y terminaría pagando un alto precio.

La mañana del día previo a la fecha del conjuro llegó con fuertes emociones. Todos los involucrados estaban inquietos por la falta de uno de los ingredientes. Erik se había unido junto a los chicos en la búsqueda de la flor. Durante todos esos días se habilitó la oportunidad para ellos por parte del alfa de poder estar todo el día fuera de la barrera, así que, desde que llegaba determinada hora, salían a ver qué podían encontrar.

Christopher y Elizabeth estuvieron hasta altas horas de la noche pensando y hablando sobre el territorio de Heulen para poder seguir con la búsqueda, utilizaban las habilidades visuales de la vampira ya que aun cuando el híbrido sabía activar sus ojos, no dominaba todo lo que conllevaba utilizarlos, siendo capaz de ver a sus presas, pero no mucho más que eso, ya que, aunque lograba dictaminar la vegetación, no la reconocía del todo, la chica le había advertido que tendría que practicar, así que se lo dejaba a ella.

El lobo abrió los ojos y se puso de pie con rapidez, había terminado optando por dormir para que el tiempo pasara rápido, la frustración no lo dejaba pensar bien. Vio la puerta abierta y divisó a Elizabeth junto con August, ambos estaban en un silencio extraño.

—¿Qué sucede? —Preguntó al llegar junto a ellos. El brujo de ojos verdes le extendió un papel a Chris, era una nota por parte de Erik. Levantó la vista hacia el dúo a su lado y volvió a mirar la nota.

"Chris, hablé con algunos lobos y uno de ellos recordó una zona donde podría haber damas de la noche, está alejada de los terrenos de Heulen, vamos a dirigirnos a ellos aprovechando la mañana. Estabas dormido, así que no quisimos incomodar; si despiertas y no estamos, ya sabes por qué fue"

—Rayos, ¿y mi abuelo?

—El señor Jonathan se lo llevó a su casa, dijo que era mejor mantenerlo cerca del punto donde se hará el hechizo para que no haga esfuerzos en hacer todo ese recorrido. Le di un brebaje para que recuperara un poco las fuerzas. Se ve que ya le está pasando factura la conexión —Informó August, el mayor estuvo de acuerdo, le parecía bien.

El lobo regresó para desayunar, decidió esperar por noticias del alfa, pero cuando pasaron dos horas y no sabían nada, comenzó a preocuparse. Fue entonces cuando lo peor pasó.

—¿Qué debemos hacer? —La rizada vampira se vio interrumpida cuando se escuchó un fuerte golpe en la barrera. Ondas de energía se extendieron por el perímetro, los vampiros se sorprendieron y el brujo abrió los ojos con sorpresa.

—¡Maldición! —Gritó corriendo hacia el sitio en donde se originaba la conmoción. Otro impacto se reflejó en la barrera y los vampiros se adelantaron utilizando su velocidad sobrehumana.

August: Heredero © |Libro 1|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora