Capitulo 1: La Razón De Nuestra Existencia

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Artículo publicado por Jack Renner para el periódico CronosLight, del país Overland, 20 de agosto de 1465:

Hace millones de años, la tierra era un lugar primitivo lleno de vegetación y animales salvajes, cuyo propósito era sobrevivir. Hace miles de años, la primera civilización humana surgió de la nada, y con ello, la evolución de la misma. Dentro de esa civilización había otros grupos sociales que fueron separándose de esa gran civilización para formar la suya bajo sus propios términos, por ejemplo: explorar más allá de las fronteras. La humanidad iba diversificándose y expandiéndose por más terrenos del mundo, y se diría que fuimos la única especie avanzada y superior que pudimos prosperar mejor que las demás

Que equivocados estábamos.

No se sabe exactamente quienes eran esos especímenes que no eran de este mundo que nos visitaron, lo que sí es un hecho es que no fueron una amenaza para los habitantes de ese tiempo... todo lo contrario. Los registros históricos indican que, a partir de su visita, la humanidad marco como el año 1 de su era. Era que evolucionó a pasos agigantados: pasaron de una carreta sencilla hecha de madera llevado por un caballo, a las construcción de motores; lanzas de caza, a artefactos de disparo a cortas y largas distancias; de casas construidas de roca y tierra, a hacer estructuras más complejas. Muchas civilizaciones tuvieron cambios significativos en su sociedad, cultura, tecnología, política y de más en periodos de 50 o 100 años.

Es en verdad impresionante si analizamos que, si esos cambios se hubieran hecho por nosotros mismos con los recursos de nuestro mundo, nos tomaría siglos completos.

Al día de hoy nos impresiona las increíbles capacidades de la tecnología que nos otorgaron esos visitantes (que nombraron al paso del tiempo como "Los Proveedores"), esto debido a que -al día de hoy- se pueden hacer múltiples cosas con ellas. Parece que nuestras posibilidades son infinitas.

Ha pasado casi un milenio y medio desde la llegada de Los Proveedores, y la humanidad es casi una utopía, o aspira a serlo; y no es para menos, pues hemos creado incontables cosas impresionantes: automóviles inteligentes; trenes subterráneos y aéreos, donde puedes llegar de una ciudad a otra en cuestión de minutos; inteligencias artificiales que ocupan de trabajos pesados. Hasta hemos creado un mundo digital, donde personas del todo el mundo pueden interactuar de manera virtual a través de visores de realidad aumentada.

Yo lo describiría como El Mundo 2.0.

Hemos expandido nuestras creencias a múltiples religiones. Los descubrimientos científicos han hecho posible romper barreras que nos tomaría milenios, como lo que hay en las profundidades de los grandes lagos y mares o explorar las anomalías fuera del planeta.

Más importante en eso ultimo.

Hemos logrado tantas cosas, y sin embargo, no hemos podido encontrar una sola pista de Los Proveedores entre los registros históricos. No sabemos de dónde vienen, cómo son, cuál es su propósito de regalarnos un poco de su tecnología y conocimiento a nosotros que, en ese tiempo, nos parecería brujería o algo diabólico. Hemos vivido traumados con esa gran dudad (hasta la actualidad y muy aferrados a ella) que los científicos más importantes enfocan toda su atención de construir una nave. Una nave tan poderosa que nos permita buscar en los confines del espacio a nuestros queridos amigos, y responder a la pregunta universal que nos hemos hecho desde el principio de nuestros tiempos: por qué.

Una tarea que aún nos tomara más años en concluir, pero... ¿podremos encontrar la verdad? Es un enigma por el momento. Sin embargo, puedo decir por parte de toda la humanidad, que estamos agradecidos con ellos, y con su aportación a este planeta. Estamos en deuda.

Es claro que no todo fue lindo como lo cuento, hubo muchas complicaciones, desastres y tragedias debidas a las intenciones de algunos países de obtener lo mejor de esa tecnología, por las riquezas que les proporcionaría y además de convertirlas en potencias mundiales. Una dura situación de la que tuvimos que aprender una valiosa lección: que no vale la pena pelear entre nosotros, si podemos juntarnos y luchar por algo en común: el conocimiento.

Y el máximo ejemplo de ese propósito y la razón de nuestro gran avance como especie... es descubrir la razón de nuestra existencia.

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