catnip ¡𔘓! wonki

unique.

Todo lo que Riki, un híbrido de perro de voz suave, escuchó todo el día fue a Jungwon, el constante regaño de un gato descarado. Era "no te acerques a mi sofá"  o "mantén tu inmundicia lejos de mí" la mayor parte del tiempo, pero recientemente el pequeño gato se había vuelto mucho peor con su elección de palabras. Conducía a Riki por la pared y de regreso. Sin mencionar que su dueño saldría de la ciudad con su novio para encontrarse con sus padres ese fin de semana y se quedaría atrapado dentro de la casa con él solo.

Así fue como se conocieron. A través de la propia relación de sus dueños. Aunque Riki estaba perfectamente contento cuando su dueño estaba feliz, no le gustaba estar atrapado en la misma casa con el gato híbrido descaradamente irritante. ¡La situación en la que había sido colocado lo volvía completamente loco!

— ¡Muy bien chicos, nos vamos! Por favor, intenten portarse bien mientras no estamos. Y Riki, ya que eres el mayor, te dejo a cargo —. el dueño de Riki exclamó mientras arrastraba el equipaje por la puerta principal detrás de él.

— Los amo, nuestros pequeños. ¡Nos vemos cuando regresemos! — el dueño de Jungwon agregó con emoción en su suave voz siguiendo a su novio por la puerta principal.

Una vez que sus dueños se fueron oficialmente, Riki se dio la vuelta para encontrar a Jungwon corriendo para hacer el infierno sabe qué dentro de la casa. Suspiró olfateando el molesto gato híbrido para encontrarlo holgazaneando afuera junto a la piscina. Lo cual fue una sorpresa ya que los gatos normalmente degustan grandes cantidades de agua. Totalmente.

La cosita bonita comenzó a ventilarse con un pequeño abanico de una manera elegante. Agitándolo perezosamente antes de notar la presencia del gigante perro en su vecindario. Jungwon le gruñó, los ojos ahora ocultos detrás de las caras gafas de sol de diseñador de su dueño.

— ¡Jungwon, vuelve a poner esas gafas de sol donde las sacaste ahora mismo! — Riki ordenó al joven gato híbrido con severidad.

— No, Riki hyung. Me hacen sentir como una estrella de cine. Ahora vete a regañar a alguien más. Estoy tratando de relajarme aquí —. Jungwon se rió arrugando su linda naricita ante las palabras de Riki, ignorándolas por completo.

— Me pusieron a cargo de nuestra seguridad y el bienestar de nuestra casa, Jungwon. Así que yo tomo todas las decisiones aquí. Vuelve a la casa y quédate allí por el resto del día. ¡Ahora! — Riki dijo con el ceño fruncido de su propia creación sobre su rostro cuando se acercó al gato híbrido que ya estaba comenzando a enojarlo por el día. Tomó las gafas de sol de la cara del gato apuntando hacia su casa con ojos oscuros y deslumbrantes.

— ¡Bien, lo haré! ¡No eres divertido, estúpido idiota! — Jungwon gritó hacia atrás levantándose de la silla con el ceño fruncido y regresando a la casa, la cola esponjosa ondeando enojado detrás de él.

Riki suspiró con molestia al seguir al gato híbrido molesto en el interior de su casa. Se dirigió a su propio dormitorio abriendo la puerta para entrar. Se acercó a su cama y se sentó en ella. Suspiró una vez más. Sus dueños estarían fuera durante todo el fin de semana. No sabía cuánto más sufriría solo con el descarado gato híbrido porque ya estaba empezando a volverlo loco.

Al día siguiente, o más bien a la mañana siguiente, Riki se despertó con un sobresalto por el sonido de una música muy fuerte que resonaba en sus oídos. Hip pop coreano, eso era. El perro híbrido saltó de su cama todavía aturdido por el sueño y salió de su habitación de mal humor. Era demasiado temprano para las travesuras de Jungwon y el gato híbrido realmente estaba poniendo a prueba su paciencia ese fin de semana.

Siguiendo el sonido de la música, lo llevaron a la sala de estar donde dicho híbrido de gato estaba haciendo yoga en el medio del piso. El gato estaba viendo a un instructor de ejercicio demostrar una pose en el televisor de pantalla plana enorme con el volumen al máximo. Riki no sabía si la televisión era más fuerte que la radio, pero ambos se apagaron.