Save Your Tears [Tokyo Revengers]

🌕 0 3

—¡Gizmo está apartada hoy, tres de agosto, para que sepan de una vez! —Exclamó Shinichiro.

—¡No se vale, yo la iba a llevar a la feria con Draken y conmigo! —Exclamó Emma haciendo un puchero molesto.

—Emma, te lo agradezco, pero no quiero andar de violín en su cita. —Sonreí, pero al instante se me borró la sonrisa. —Shinichiro, cambio de planes, iremos a la feria junto a esos dos.

—¿Eh? ¿Y nuestra cita en las hamburguesas?

Pero en eso el abuelo le soltó un bastonazo en la nuca al pelinegro.

—Deja de hablar como pedófilo.

—Ay, pero era bromita, abuelito.

—Nada de bromas, si la policía te escucha te meten a prisión.

—¡Chae! —Chilló Mikey. —Es tres de agosto, ¿Qué crees que suceda?

—Bueno... —Traté de recordar pero un fuerte dolor de cabeza llegó, tan fuerte que incluso comencé a sangrar por la nariz.

—¡Chaeri! —Exclamó el abuelo. —Dios mío, ¿Qué sucedió? ¿Por qué no me dijiste que te sentías mal?

—Porque yo no... —El abuelo me llevó hasta el sillón y luego me pasó un par de tapones para ponerme en la nariz.

—Te quedarás en casa, podría ser peligroso si te sucede en la calle. —Me dijo mientras colocaba su mano en mi frente. —No tienes temperatura, pero es mejor prevenir. Llamaré a Gigi para que te haga algún té. Shinichiro, te vas a quedar con ella.

—Si señor. —Asintió.

—Deberíamos quedarnos. —Dijo preocupada Hina mientras miraba a Mikey.

—Estoy bien... Nada más se me van a salir las tripas por la nariz. —Dije como si nada mientras con mis manos hacía ésto: 👌🏻👌🏻

—Ustedes vayan a donde tenían que ir, Chaeri se quedará con nosotros mientras se recupera. —Dijo el abuelo trayendo el bote de basura, y pasándome otros tapones.

Después de un rato, los Sano menores se fueron y el abuelo se quedó junto a la Señora Gigi a hablar.

—¿Me pasas ese libro, por favorcito? —Pedí a Shinichiro y él lo hizo. —Gracias.

—No es nada. —Sonrió y luego comenzó a acariciar mi cabello.

Comencé a leer el libro pero después de un rato, debido a las caricias que Shinichiro daba en mi cabello, me quedé dormida.

෴

El abuelo Hanagaki estaba conmigo, pero en cambio ahora era todo un jovenzuelo.

Él sonreía en mi dirección, extendió su mano, por lo que yo la estreche y entonces...

—¡Chaeri, regresaste!

෴

—¡Chaeri! —Exclamó Shinichiro y desperté.

—¿Qué? ¿Qué no sabe que me puedo morir porque me despiertas tan feo?

—Es que tú... Comenzaste a rayar el libro. —Señaló.

Tenía un lápiz en la mano, y en el libro habían ciertos rayones, pero si me quedaba mirando por mucho tiempo... Esos rayones en realidad tenían forma.

—¿Ese es Draken? —Preguntó Shinichiro curioso.

—Parece. —Murmuré.

—¿Quién es ese? —Cuestionó señalando hacia el tipo con rayas en las manos.

—Ni idea.

—¿Por qué dibujaste eso?

—Esa información no te la vengo manejando.

—Fuera de eso... Qué buenos dibujos eh. —Dijo sorprendido. —Hasta sombrita le diste.

—Llama a Mikey. —Dije cuando comencé a tomarle forma a todo. —Shin, llama a Mikey.

Él rápidamente hizo aquello, y en cuanto el rubio contestó la llamada yo me levanté y me encerré en la habitación de Shinichiro.

—Mikey, ¿Qué está sucediendo?

—Unos imbéciles me interceptaron, apenas los hice comer mierda.

—Ve al estacionamiento del templo. —Dije. —No puedo recordarlo por mi cuenta, pero durmiendo dibujé lo que según yo podría pasar.

—¿Entonces voy al templo?

—Si eh, parece que Peh estará ahí, no... No entiendo bien, pero también estará un tipo con tatuajes en las manos, tienes que ponerle atención a Draken, él en el dibujo estaba en el suelo boca abajo.

—Dime una cosa, Chaeri, ¿Kenchin va a sobrevivir?

Pero el dibujo con el monitor y las líneas completamente horizontales me decía otra cosa.

—Si el abuelo Hanagaki está ahí, lo más probable es que sí. —Dije tratando de convencerme.