1. Llamada

6 0 0
                                    

Domingo, 6 de febrero, 2019.

El camino que no tomamos nos llama.

Aparentemente existe una costumbre

arraigada,

obligada y necesaria,

de resignarnos a nunca sobrepasar el límite.

Solo a imaginarlo,

desearlo,

esperarlo.

Pero nunca acercarnos, no vaya a ser que nos arrepintamos de todo el tiempo perdido

imaginando,

deseando,

esperando.

El límite está ahí, fue puesto por uno y protegido por el otro

fue un sí quiero acompañado de un no podemos.

El limite sigue ahí

pero

tú y yo somos

(y a veces seguimos)

esos que quieren dejar de

imaginar,

desear,

esperar.

El camino que no tomamos persiste en llamarnos.

quizás algún día se vea tan claro como para obligarnos a tomarlo,

quizás algún día

el posible arrepentimiento

sea menor que las ganas de hacerlo.

..............

-Hola.- escuché que decía al descolgar el teléfono.

Era él.

- ¿Javier? ¿Pasó algo?

- No, no, no pasó nada, solo quería saludar - suspiró.

Miré la hora: 2:14 am. Domingo. Llegué hace poco a mi casa, estaba en un bar con unos amigos y por fin había conseguido dormir hasta que una llamada entrante me despertó. Javier estaba borracho, era obvio. La única forma de escucharlo suspirar y dudar sobre qué decir, era cuando no estaba en sus cinco sentidos; al parecer esa condición también era la única en la que se acordaba de mi.

- Estas no son horas de saludar...

-Mierda, tienes razón, lo siento- suspiró.

No nos habíamos visto en más de un año, desde que me fui. Exactamente hace un año, dos meses y 15 días. Era estresante saber que, inconscientemente, llevaba una cuenta del tiempo que pasaba pero era aún más estresante el saber que era la única que lo hacía.

Solo duramos poco más de dos meses juntos, exactamente dos meses y dos semanas, ni más ni menos. Todo empezó sabiendo que me iría y terminó sabiendo que faltaban menos de 12 horas para que ese día llegara. Al parecer lo nuestro siempre tuvo fecha de caducidad.

y siempre fui buena contando el tiempo de todo lo que pasa con él

- ¿Por qué me llamas?- seguramente soné más brusca de lo que pretendía, pero supongo que esa es la reacción normal por su llamada, después de todo, basada en mi experiencia, nada sale bien cuando los dos hablamos.

ni responderle si te llama...

- Solo te quería decir que hoy pasé por el cine y le hicieron algunos arreglos, también hace pocos días pasé por la playa y, aunque no lo parezca, está más limpia - habló tan rápido que quedé un poco desorientada- Ah, también fui al colegio a recoger unos papeles, ese sí que sigue igual que como lo dejamos y...- lo interrumpí.

- ¿Me despertaste para hablarme de la ciudad?

No dijo nada por un rato. Suspiré, miré la hora en mi teléfono, el tiempo iba pasando y lo que más quería era volver a dormir.

Su tono era de emoción y eso solo pudo exasperarme. No tiene sentido que use ese tono, estoy segura de que realmente no se siente así. En todo caso, no debería tener mi número, yo no lo tengo agregado. Debí bloquearlo, pensé. Pero... no lo he hecho. Incluso ahora, cuando lo mejor hubiese sido colgarle apenas escuché su voz, no lo hice.

- Solo quería hablar contigo... - murmuró.

Bastaron solo 10 segundos para darme cuenta de que estaba divagando con él del otro lado de la línea y para comenzar a sentirme patética y, en gran parte, enojada. Y para darme cuenta de que quería seguir hablando con él. No debería ser así, no debería hablar con él y él no debería querer hablar conmigo.

- ¿Cómo estás? ¿Cómo va todo?

Me desconcertó por un momento, estaba intentando tener una conversación casual.

- Eh... todo bien, creo, normal.

- Oh, eso me alegra, ¿qué hiciste hoy?- fruncí el ceño, ¿qué le pasa?

- No sé si eres consciente de la hora pero van a ser las tres de la mañana, tengo que irme, debo madrugar- estaba a punto de colgar pero volvió a hablar.

- Está bien, cuando amanezca, te llamaré.

- Oye, Javier, no creo que sea buena idea que me llam...- me interrumpió y me dijo algo que me dejó sin palabras.

- Buenas noches, Ella, mañana las nubes serán más bonitas.

Colgó.

Mañana las nubes serán más bonitas. No pude parar de repetir eso en mi mente, una y otra vez. Me trajo un montón de recuerdos de golpe, sensaciones, palabras, miradas, actos... todo. Todo lo que pasó hace meses, todo lo que trataba de olvidar. Todo volvió.

Y no, el día siguiente no me llamó.

Pero las nubes sí fueron más bonitas.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 13, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

EfeméridesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora