Un año antes... (Jisoo)

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Recien tenía un par de horas que TN* se habia marchado en un avión fuera de Seúl, esa chica que habia conocido por casualidad en aquella tienda de ropa, habia notado que me estaba mirando pero era tan timida como para hablarme, por ello me habia acercado a hablar con ella, también me había gustado un vestido, solo que me agradó más que fuera la excusa perfecta para entablar una conversación.
–Disculpa, ¿crees que esto me quede bien?— Recuerdo muy bien aquel primer diálogo, es como si ahora mi corazón lo recordara más constantemente por que la extraño.

La minigira con las chicas va a comenzar en un par de días y obvio tengo que estar preparada solo que... Compraré algo para que cuando termine mi gira, bueno... Vaya a Argentina... Claro, eso haré y ahí le daré lo que compre.

Lisa– ¡Eh! Jisoo, la mirada al frente– me golpeó en la nuca– Creo que si te afectó que se haya ido ¿Verdad? ¿La quieres de verdad?– Me hizo pensar.
Jisoo— Lisa... Creo que me enamoré de una fan...
Lisa— ¡No puedo creerlo!, Deberias correr a donde ella esté y decirselo— Dramatizó —o bueno... Volar... En un avión... Creo que correr desde Seúl no es una buena idea, a menos... Que puedas caminar en agua...— Decía pensativa para ella misma, mientras la práctica seguía.

Aquella noche, cuando la luna salio, subí a la azotea de mi casa y le pedí a la luna que me dejara volver a verla, miré las estrellas y entonces susurré —Desde ayer... En tí— Sonreí y la luna alumbró las cristalinas gotas que bajaban por mis mejillas.

La minigira fue fecha tras fecha y entonces en un abrir y cerrar de ojos, ya estaba en la última presentación, me encontraba en el escenario, estaba más feliz de lo normal, mi euforia no se podía contener, cuando la presentación finalizó salí corriendo del lugar en busca de una joyería, era tarde y entendía que casi nada podría estar abierto, pero el destino... Me llevó a la misma tienda donde nos encontramos por primera vez.

Entré y fui directa a la joyería, me gustó un par de aros y un anillo, ambos de oro, los aros tenían forma de corazones con un diamante en color morado, el anillo, tenía corazones con pequeñas perlas en los bordes, pedí que en ambas cosas grabaran "Stay". Al salir de la tienda, las calles estaban desiertas y yo, estaba cansada por correr, emocionada por comprar esos objetos pero triste por que necesitaba su compañía, quería estar con ella, volví a mirar las estrellas, aquella noche les pregunté —¿Está bien?, ¿Qué hace?, ¿Qué cenará hoy?, ¿Qué usó hoy? — nuevamente mis ojos se cristalizaron y brotaron lágrimas, caí de rodillas sobre la fría acera. Cubrí mis ojos con mis manos, entonces el sonido de mi teléfono me interrumpió, conteste desesperada y sin mirar quien era, solo esperaba que fuera ella...

Jisoo— ¿Hola?— dije intentando contener los sollozos
—Hola, Jisoo, ¿En donde estás? ¿Te pasa algo?— Preguntaba preocupada.
Entonces mire la pantalla del teléfono y leí el nombre de Lisa
Jisoo— ¡Oh! Lisa... Estoy fuera de una tienda y no, no estoy bien, estoy tirada y la necesito.

Entonces sentí un par de brazos alrededor de mi torso, ayudando a levantarme. Cuando estuve en pie, me encontré con 3 personas.

Jisoo— ¡Chicas! ¿Donde estaban?
Jennie— Te seguimos, todas teníamos la sospecha de que pasaría algo asi por lo que...— Escondió sus manos.
Jisoo—¿Por lo qué...?— Aun sollozaba un poco.
Jennie sacó sus manos, un boleto con destino a Argentina aparecía frente a mi, con mi nombre.
Jisoo— Chicas... Pero yo podría haberlo comprado — decía mientras secaba mis lágrimas y colgaba el teléfono que aun seguia en llamada con Lisa.
Lisa— Lo sabemos, pero... tomalo como nuestro regalo de bodas...
Quedé atónita ante ese comentario.
Jisoo— Pero...
Jennie— No digas nada, es más, llamala ahora— Díjo sacando su teléfono y extendiendolo hacia mi.
Jisoo— No, ahora no, ¿Para cuando es el boleto?— pregunté— será mejor que la llame un día antes, asi no tendré el deseo de irme hoy mismo.
Jennie— Lo compramos para el Viernes, toma– lo extendió y yo lo examine, mis lágrimas abandonaron mis ojos y las abrace.
Jisoo— Son increíbles, chicas, Las amo.

Cada día lo aprovechaba al máximo mientras se acercaba el día en que finalmente la vería, por lo que entendía, las chicas irían unos meses después y entonces sería hasta ese momento en el que yo haría lo que tendría que hacer.
Las chicas lucían tan emocionadas, excepto Rosé, ella era diferente, no le interesaba lo que iba a suceder en mi vida, tal vez pensaba que algo pasaría. Pero no decía nada ¿Estaba celosa?.

Finalmente llegó el día en que la llamé para avisar de mi ida y obviamente la preparación de mi maleta.
La llamé, por lo que escuchaba en su voz estaba tan feliz de escuchar mi voz. Yo estaba muy contenta y se notaba lo suficiente.
Al día siguiente abordé el avión que me llevaría directa a Argentina, cuando aterrizó, iba calmada pero entonces la ví, esperando fuera de la puerta, se veía hermosa, entonces mi mano reaccionó por impulso  y se lanzó moviendose de un lado a otro, mi cuerpo deseó correr y lanzarse sobre ella, así sucedió lo que terminó en un par de risas contrastadas con dolor por el fuerte golpe.

Me llevó a su casa y caí rendida por el cansancio sobre la cama, desperté un par de horas después y la pude observar durmiendo junto a mi, por lo que acaricié su cabello mientras lloraba silenciosamente, la amaba y ahora podía estar junto a ella...

Una Idol en Latinoamérica (Jisoo Y Tú) PARTE 2/2Where stories live. Discover now