Mi destino como Villana.

Capítulo; Vigésimo O/ctavo

A los tres días de lo ocurrido con Ryuk Dong-Gun las cosas comenzaron a cambiar.

- Buenos días, princesa.

Muy temprano en la mañana apareció en la puerta, traía anteojos con una curiosa forma y un cuaderno grueso. Sus ropas también habían cambiado, ahora eran similares a ropa que permitía mayor movilidad, además de un curioso bolso lleno de cosas.

"Transformación completa" - Escuché en mi cabeza - "Derrotado oficinista ha digi-evolucionado a ... * Silencio suspensivo * ... ¡Profe-Guía de Excursión Escolar! * Aplausos * " - Nooooo, JAJAJAJAJAJA, basta. Pensamientos contrólense ...

- ¿Está todo bien?

- Si, si - Piensa en algo que detenga la risa, algo, cualquier cosa, algo triste ... A diario mueren cientos de perritos solos en las calles por culpa de la irresponsabilidad humana ... - Adelante, pasa - Dije seria casi llorando. Volvamos ...

La hora era la indicada, así que después de que todos estuvieran de acuerdo, lo invitamos a desayunar. Al principio era algo tenso e incómodo, pero poco a poco se fue soltando. Por supuesto, fue gracias a la menor de las hermanas y a Marie, ambas, con su ternura y cuidados, lograron ablandarlo lo suficiente para que dejara de ser incomodo.

- Dime, Ryuk Dong-Gun, ¿Es hora de comenzar las clases?

- Siempre perspicaz, princesa.

- Espera, espera - Lo interrumpí abruptamente ante la incomodidad - ¿Por qué me llamas así? - Solo en esa situación ya podía sentir como todo mi rostro se calentaba. Espero no haberme ruborizado mucho.

- Señorita Nicolyn, sin apellido que indique nobleza - Esas palabras, y ese tono - ¿Estoy en lo correcto? - Todos los presentes reaccionaron pesadamente fulminándolo con la mirada y maldiciéndolo entre susurros y entre dientes. En un contexto normal, esas palabras no significarían la gran cosa, pero en realidad, lo que está tratando de decir y lo que indica, es que soy una plebeya sin ninguna clase de honor o virtud que merezca un título nobiliario o alguna consideración humana.

- Así es - Dije sin reparos, puesto que era cierto. Por otro lado, los demás estaban furiosos.

Los huérfanos y los mendigos, lo más bajo de la clase, hasta ellos poseen apellidos. Normalmente, los apellidos de mayor rango son aquellos del Rey y el Primer Príncipe, ya que tanto sus nombres como su apellido están en el antiguo idioma llamado "Idioma de la Creación", a esto se refería el pequeño Dragón <Olvídalo. No lo recuerdes. Nada pasó y no conociste a nadie. Nada pasó y no conociste a nadie. Nada pasó y no conociste a nadie. Nada pasó...>

- Bastardo - Prince se paró abruptamente sacándome de mi trance - ¿Cómo te atreves a ofenderla?

Es cierto, debo concentrarme en lo que está pasando ahora.

Después de ellos dos, solo los demás hijos del Rey pueden usar el Idioma de la Creación en su apellido, pero no en su nombre y deben adoptar el apellido del padre o madre que no sea Rey. Los nobles de mayor rango inferiores a la corona tienen nombres largos y apellidos largos, destacando así su rango, pero solo se puede tener un nombre y dos apellidos como mucho, en nobleza se te permite portar solo un apellido sí es para connotar a una gran casa, como en el caso de los cercanos a la familia real, o personajes importantes en la historia del Reino, o en familias ducales. Las personas comunes solo disponen de nombres cortos y repetitivos, solo un nombre y solo un apellido. Para los nobles, es importante destacarse, por lo que tener un nombre diferente siempre es fundamental, pero para los plebeyos no es así, usualmente nombran a sus hijos solo porque el nombre es el que más encaja con su gusto o porque así se llamaba alguien importante para ellos.