26 de julio
Jack Scott
El tránsito en el hospital era de lo más increíble, jamás vi a tantas personas, aquello era demasiado extraño, salvo por un pequeñísimo detalle, no habían personas comunes, todas traían batas, todas tenían sus certificado de médicos, enfermeras, pacientes, las únicas personas que no traían ese tipo de prendas que hacían que me maree mas de lo que ya estaba, eran Willow y Adam, ambos estaban caminando a mi lado mientras que doctores llevaban mi silla de ruedas hasta los laboratorios.
Era lunes, y sabia lo que significaba, “lunes de donación de sangre para que me digan lo acabado que estoy” en eso consistía los lunes miércoles viernes y domingos, ¿y solo para qué?, para saber si los medicamentos que me administraron estaban funcionando, lo único bueno de estas cosas era que estaban frenando el avance del VIH para darme lo único que necesitaba y quería en aquellos momentos, tiempo, y solo unas pocas pizcas de salud.
-hey! Quita esa cara larga corazón- la melodiosa y suave voz de Willow resonó detrás mío-
-te esperaremos en la sala de espera caza gigantes- se despidió Adam quien toco mi hombro de manera suave antes de desaparecer en las puertas corredizas del laboratorio, todo transcurrió de manera lenta y aburrida, chequeos, chequeos, preguntas, preguntas, y luego el pinchazo de una aguja, todo en aquel hospital era tan frio y lúgubre, tanto que hasta me daba miedo.
-Corazón- sin darme cuenta del rumbo que había tomado ya había llegado a la sala de espera mientras sostenía la hoja de mis anteriores resultados- Jack- hablo en un jadeo la pelirroja- son tus resultados- asentí y se los di de mala gana para luego salir de aquella sala, no me interesaba el saber lo que ese papel decía, sabia muy bien que en la parte superior de esa hoja estarían las letras “avances” habría un largo espacio y luego concluiría con un “ninguno” y luego una redacción que hablaba de lo mismo, tratamientos que me hacían sentir como un conejillo de indias humano.
-Jack Scott- la voz de mi madre hizo que reaccionara y la mirara- a dónde vas- pregunto-
Gire a mi alrededor y vi como yo mismo me estaba dirigiendo a un lugar al cual no debía acercarme, pestañee de manera acelera al ver como mi mano estaba sobre el pomo de la puerta de salida, si, salida, pero no para personas, sino para desechos, lo cual no iba muy bien con mi sistema inmune- mierda- me aleje en un brinco y procedí a ponerme el cubre bocas que traía en la barbilla- perdóname mamá- me disculpe alegándome de la puerta y de ella-
-mamá- bufo en pregunta- yo no soy tu madre-
Gire para ver directamente a esa persona la cual era, la chica de la cafetería, ¿qué hacía aquí?
-¿qué haces aquí?- pregunte-
-es un hospital público- explico-
-no, no lo es- negué- o bueno, sí, pero – me trabe hablando, se me hacía demasiado difícil el concentrarme desde anoche, lo cual has de haberte percatado, por mis inesperadas ganas de ir hacia los desechos del hospital-
-deja de balbucear- rio- tú que haces aquí? –
Me mantuve cinco segundos tratando de encontrar la excusa perfecta, pero no lo logre- estoy, de visita- explique-
-visitas hospitales, por diversión? -pregunto confundida-
-si, eso- solté un suspiro y seguí- eso creo-
-no hablaste con ella verdad? -pregunto, negué con la cabeza y aparte la mirada- ambos son igual de complicados-rio por lo bajo y prosiguió- Jack- suspiro-
-si- respondí-
-eres feliz estando haci- pregunto-
No, no lo era, pero debía respetar la decisión de April, y ella ya no me quería cerca suyo, estaba destruido, pero aun haci debía mantenerme firme- supongo- conteste de mala gana encogiendo mis hombros-
Rio al verme y hablo- no lo eres, mírate- me señalo- eres lo mas parecido a la muerte, todo tu se ve- hizo una pausa- mal- concluyo-
-viniste a burlarte de mí- conteste y estaba a punto de irme cuando su voz hizo que me detuviera-
-si sigues haci nunca va a ser feliz, no si continúas creyendo que la felicidad es alejarte de alguien solo por que se esparcieron rumores – sus palabras hicieron que un escalofrió me recorriera por completo- la amas? – pregunto-
-claro- respondí- con toda mi alma-
-lucha por ella-
-como voy a luchar contra algo que no se- explique con un tono de burla-
-no hablaste con ella? – pregunto-
El recuerdo de sus palabras, cortaron todas mis ganas de hablar y hasta de respirar, antes de darme cuenta mis ojos estaban comendo a nublarse hasta que una gruesa lagrima corrió por mi mejilla izquierda haciendo que mejore mi visión- lo hice- hable-
-y entonces? – pregunto-
-me dijo que me fuera, y que una imagen vale más que mil palabras- explique mientras con el dorso de mi muñeca limpie el rastro que la lagrima dejo sobre mi piel-
Ladeo la cabeza y puso su mano sobre mi hombro lo que me hizo girar hacia ella- ella cree que amas a alguien más- explico-
-que? – articule estupefacto-
-por cierto, me encanta tu chaqueta- se alejo de mi pregunta lo mas que pudo y comenzó a divagar-
- ella cree que amo a alguien más? – pregunte-
-aja- musito en respuesta- por dios mira la hora, debo irme- se excusó y salió corriendo-
Sonreí para mí mismo, era demasiado gracioso que mi angelito creyera eso, era ridículo de hecho, quise agradecerle a aquella chica, pero como el idiota que soy, jamás me concentre en saber cuál era su nombre- ¡hey! – se detuvo al escucharme- cuál es tu nombre-
-investiga- hablo riendo y me guiño el ojo para después señalar mi hombro en el cual había un papel pegado, lo tomé y al girarlo vi que tenia algo escrito en el.
Soy Elizabeth
Mire hacia el pasillo, pero ella ya no estaba allí.
-gracias Elizabeth- hable-
-de nada- contesto a la lejanía-
******
Camine lo más rápido que pude hacia la salida, subí a mi auto y comencé a conducir hacia la casa de mi angelito, estaba tan, entusiasmado, ahora ya podría explicarle todo lo que ella creía que era real, ahora podía decirle que mis sentimientos y mi alma le pertenecía solo a ella, y solo a ella, por que haci era.
Lo único que podía ofrecerle era mis sentimientos, y era todo lo que iba a entregarle, ella era el amor de mi vida, y me enamoré de ella de tal manera que creí que ya no existían mas mujeres en el planeta.
Mi angelito estaba tras de esa puerta, estaba ahí, lo sabia por que algunas de sus palabras se proyectaban hasta detrás de la puerta.
-la odias- pregunto una voz familiar, seguramente era su madre-
-no- la voz de April se hizo presente, por ello creí que ella y su madre estaban solas, haci que con algo de nerviosismo aprete el ramo que traía en mis manos, el cual pase a comprar al salir del hospital- como podría odiarla ella parece un ángel, su pelo rojo, su piel blanca, su sonrisa, todo en ella se ve perfecto – finalizo-
-dejaste que te explique cariño-
-no-
-y por que no? –
-no tengo el derecho de hacerlo, solo soy su amiga-
Hubo un espeso silencio espeso, el cual hizo que entendiera lo que pasaba, mi angelito estaba celosa de ......Mierda, no creerá que Willow y yo
Reí mientras soltaba un suspiro y toque la puerta, pasaron unos minutos hasta que su mirada se cruzó con la mía.
-Jacky -hablo en un jadeo, supongo que estaba sorprendida por verme-
-Willow y yo somos primos-explique- tu eres mi único ángel, lo eres y lo serás siempre, y solo tu eres perfecta, lo eres para mi -pause y me acerque a ella y en un susurro hable- mi angelito