¡𝑮𝒐𝒍𝒑𝒆𝒔! 彡 Akagiyuu

I

¿Qué tiendes a hacer cuando algo nuevo te cautiva en cierta manera?...

En una sala de estar se escuchaba como la televisión estaba conectada transmitiendo el programa de noticiero nacional. Mientras que los locutores realizaban su habitual introducción, un joven peli-rosa de ojos dorados camina de un lado al otro por todo el lugar, ordenando o a saber qué hacía. Eso sí, siempre teniendo oídos si para su suerte escuchaba algo 'emocionante'.

—"Buenas tardes Japón, volvemos a reencontrarnos en el canal de noticias nacionales de nuestro país. Informamos que la mañana de el día de hoy fue bastante refrescante, se dice que se mantendrá así hasta la tarde y probablemente la noche siga aquella secuencia" — Con energía y formalidad hablaba aquella joven del noticiero, quién a su lado izquierdo la acompaña otro joven. — "Y más aún si la primavera está a la vuelta de la esquina. Un nuevo comienzo — una sonrisa se dibujaba en su rostro mientras volteaba a ver a su colega.

El joven asintió concordando con ella. — Tienes razón. La primavera trae consigo grandes cambios a la puerta de muchas personas. A pesar de ya haber celebrado el año nuevo la primavera nos brinda un nuevo ciclo de vida...— Siguió.— Cambiando de tema y continuando en donde lo dejamos. Las 'cifras de peligro' han disminuido en una cifra favorable...— siguió dialogando intercambiando los momentos en los que hablaban su compañera y el.

Lo dicho por el hombre se colo repentinamente en los oídos del muchacho, quien hasta hace unos momentos escuchaba de forma casi desinteresada. Quería algo interesante, sí, pero por Dios, obviamente no sé refería a eso.

Esos temas le eran inevitables no escucharlos por más que no quisiese. Poco a poco fue dejando lo que estaba haciendo, hasta quedarse en su mayoría quieto prestándole su preciada atención a un tema que no hacía nada más que darle un sabor agrio a su existencia.

Volvió la voz del hombre.—Sin embargo, todavía no se ha conseguido reestablecer la seguridad plena en las calles del país... — Hizo una pausa soltando un suspiro.— Hace unos minutos nos informaron que un banco fue asaltado, en dónde resultaron varios heridos y desgraciadamente tres personas fallecie- — La televisión fue apagada por el joven. No quería que su día se arruinara por eso.

Dejó el control remoto en una mesita que había por ahí.

—Demasiado entrometerse en chismes por hoy — habló para sus adentros, casi regañando se, mientras se terminaba de alistar para salir.

Ya tenía todo listo y lo necesario. Con calma, camina por el pasillo principal de su casa; el cual conectaba con la mayoría de las habitaciones incluyendo el patio trasero para despedirse de la única persona que se encontraba allí. La vivienda combinaba a buen par tanto lo tradicional como el diseño moderno; había un clima refrescante en todo momento, los espacios para desplazarse están bien distribuidos, nada sobraba y encima en su lugar correspondiente -gracias a que su padre hacía mantener aquello así, de ser por el y su hermano, lo que pisan no se llamaría casa-. El ruido en la vivienda es normal para él, es lo que mayormente reinaba en la casa, corriendo de aquí para allá, sus amigos jodiendo sus tardes, su hermano Hakuji chillando otra vez por Koyuki, los pupilos del dōjō de su padre, lo habitual. A pesar de todo eso, ahora es el silencio el protagonista. Claro, están de vacaciones, pero de igual manera se le hacía raro que las tardes fueran tranquilas. No lo mal entiendan, de vez en cuando quiere un poco de paz pero simplemente le era inusual tanto silencio.

Detuvo su andar y sacudió su cabeza ante sus pensamientos, se juró a si mismo que ese día sería sería despejado de cualquier pensamiento intruso. Al estar el Shoji* abierta salió al engawa* encontrándose a primera vista con el patio y el brillo del sol de la tarde. Bajó un poco la mirada al lado derecho para dar con su padre sentado en el piso del pasillo tomando un té.