Eres, Ya No

5 1 0
                                    


Respiro,

el aire nutre mi cuerpo,

puedo sentirlo,

mi cuerpo mental le encanta sentirse ligero y en paz.

Aquí, entre árboles, sintiendo, sin más.

Es agradables el sin más; Pero...

Tanta costumbre de agregar los peros...

puede que sea un hábito que,

con nostalgia,

mantengo para seguir con tu recuerdo.

Pero,

aunque me siento tan plena en este momento,

tan llena de paz y calma en mi mente y corazón,

no puedo evitar recordarte.

Siento,

como un suave susurro del viento en mi pecho,

esa nostalgia propia de ti,

ese vacío de tu corazón,

esa tristeza habitual,

ese abrumador desorden...

Esa inexistencia existiendo.

Estabas tan exhausta de respirar,

y aquí estoy disfrutando hacerlo.

Anhelabas tanto el vacío,

y yo aprecio el presente.

Eras tan cerrada,

y yo quiero brillar.

Tu odiabas sentir,

y yo acepto hacerlo.

Inexistías,

yo vivo.

Aunque es raro asimilar que ya no estás,

a veces creo convencerme un poco de que sobreviviste,

y que aparecerás.

Y me culpo,

seque hay una parte de mí,

que no quiero aceptar,

que quiere recordarte,

que no te deja ir.

Tal vez no es cariño,

tal vez realmente es la costumbre de haber sido,

pero...

Pero no puedo evitar sentir esa parte de mí que cree que volverás.

Porque...

Eras tan costumbre, que me siento extraña entre tanta calma.

Eras tanto llanto, que me siento extraña entre tantos respiros.

Eras tanto vacío, que me siento extraña entre tanta presencia.

Eras, eras, eras... Al menos eras, ya no.

Ni se porque me sorprendo,

como eras,

ni siquiera te dejabas sentir el vacío.

Y profundamente te digo que no te quiero

Aunque tengo miedo,

de sentirme de nuevo como tú,

le temo a sentir vacío,

le temo a sentir,

le temo a odiarme,

le temo,

le temo,

le temo le temo le temo le temo.... Ahhg en serio te detesto.

Esa eres tú, viste, aun estas.

Pero no tienes fuerzas,

yo te las quite.

Aunque algo tenemos en común; la esperanza de la muerte.

La muerte te daba esperanza de que te convertirías en el vacío sin conciencia,

a mí me da la esperanza de seguir siendo...

Y puede que,

tras enfrentarte,

enfrentarme,

Siga ese susurro en el pecho de nostalgia,

Pero...

Pero nada,

así,

sin más. 

Mil y Un EscritosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora