☆ Reconciliación

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Su mirada incrédula seguía atenta al dueño de aquella débil voz; no podía creerlo, estaba atónito a lo que recién había sucedido, sin tiempo a procesar todas las emociones que se revolvían fuertemente con un tifón solo pudo observar

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Su mirada incrédula seguía atenta al dueño de aquella débil voz; no podía creerlo, estaba atónito a lo que recién había sucedido, sin tiempo a procesar todas las emociones que se revolvían fuertemente con un tifón solo pudo observar.

El pelirrojo lo miro con los ojos entrecerrados, dedicándole una leve sonrisa debajo de la mascarilla de oxígeno. Se veía tan frágil. Con las pocas fuerzas que poseía, estrecho su mano que seguía entre las de su compañero, como si quisiera demostrarle que era cierto lo que sucedía.

- Jo..Jo -

Sin esperar más tiempo, Jotaro salió de su trance para instintivamente ir a abrazarlo con cuidado para evitar lastimarlo. Sus brazos acunaban gentilmente su cabeza, como si lo protegiera de cualquier mal; una vez más podía disfrutar de la calidez de su ser y el relajante aroma a frutos que desprendía. Kakyoin trato de corresponder el abrazo, más se sentía demasiado adolorido como para moverse libremente, limitándose a solo disfrutar de la muestra de afecto del pelinegro y del fuerte aroma masculino que lo caracterizaba.

Realmente había extrañado esos pequeños detalles que hacían latir fuertemente su corazón.

Después de unos segundos de estar abrazados, Jotaro se apartó para tomar el rostro del menor entre sus manos para acariciarlo con cariño, sus sentidos querían comprobar que aquello fuera un producto de su imaginación, pero era real. Su amado Nori seguía con él.

El pelirrojo vio atentamente aquellos ojos verdes; aun tenia el vago recuerdo de los malos momentos que pasaron; aun con esto, en la mirada del mayor podía percibir la preocupación y la tristeza, pero también un rastro de cariño. Aquella suposición provocaba ciertos nervios, aún seguía dudoso de que Jotaro sugiera amándolo después de todo.

Reunió las pocas fuerzas que tenía para levantar una de sus manos y dirigirse a la mejilla del pelinegro, la calidez de su piel lo hacía sentir mejor. Jotaro aprecio como nunca esa sutil caricia.

- Sabes...siento como si...me hubiera pasado un camión por encima - el menor bromeo un poco abrir paso a la conversación - Me duele todo el cuerpo -

El ojiverde rio levemente ante ese comentario, rompiendo así la tensión en el ambiente; se sentía un poco más tranquilo por ello. Se aparto del menor para volver a sentar en el banco a lado de la camilla. Ambos sabían a lo que debían afrontar: los problemas que tuvieron en el pasado.

Los últimos recuerdos que tenía el ojivioleta antes de quedar inconsciente, llegaron como una ráfaga que lo golpeaba, angustiándolo al instante.

- ¡Dio! ¿Qué sucedió con él? ¿Lo atrapaste? Dime que recuperaste la prueba ¡Ugh! - Trato de sentarse en la camilla, pero el dolor detuvo sus movimientos. Pese haber despertado, seguía con una enorme herida en su abdomen y unas cuantas costillas fracturadas, que le provocaba dolor con el más mínimo movimiento.

Nuevamente Jotaro salió en su ayuda, levantándose de su lugar para con cuidado volver a recostar al menor en la camilla, acomodándole un par de almohadas para mejor soporte.

~Mundos Distintos Mismo Sentimiento~ [Jotakak]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora